Rick Riordan inicia una nueva saga centrada en los dioses nórdicos del universo inaugurado con Percy Jackson.
Hace algunos meses os contábamos que Rick Riordan tenía una nueva serie en la recámara donde abandonaba los mitos griegos de "Percy Jackson y los dioses del Olimpos"), los romanos ("Los héroes del Olimpo") y los egipcios ("Las crónicas de los Kane"), y se atrevía con la mitología nórdica. En aquel artículo, que que podéis leer aquí, aventurábamos una serie de teorías sobre cómo podría desarrollarse la historia y he de decir que no dimos pie con bola. ¡No acertamos ni una! Bueno sí, varias cosillas como que había una espada de por medio, que Magnus estaba emparentado con una familia de semidioses griegos a los que les tenemos mucho cariño y que Loki mola un huevo. Pero nada más. Dimos más vueltas que el programa de centrifugado de una lavadora y no nos acercamos, ni por asomo, a las desternillantes, brutas, bizarras y rocambolescas aventuras de este nuevo semidiós llamado Magnus Chase. ¡Hablamos de rudos vikingos! Mientras los dioses griegos eran elegantes y los romanos disciplinados, el panteón nórdico es caos, anarquía y brutalidad en estado puro, y así es como lo ha representado Rick Riordan con ese particular estilo humorístico del que hace gala en todas sus novelas.
¿De qué va "Magnus Chase y los dioses de Asgard"? Magnus es un chaval de dieciséis años que malvive en las calles de Boston desde que, hace dos años, su madre muriera en un terrible incendio. Sin familia, con la única compañía de dos vagabundos llamados Blitzen y Hearthstone, su día a día consiste en mantenerse fuera del radar de los servicios sociales y de una recurrente pesadilla donde un lobo gigante envuelto en llamas le persigue. En el día de su cumpleaños Magnus descubre que tiene una herencia familiar muy complicada y muere. Heroicamente, sí, pero muere y en la mismísima primera página, vayáis a pensaros que estoy haciendo spoilers a mansalva. Sin embargo, es justo ahora, en otro plano de existencia, en el Hotel Valhalla, donde Magnus y otros héroes caídos en combate esperan ociosos entre combates a muerte y otras lúdicas actividades mortíferas y sanguinarias a que se les convoque para la batalla suprema, el fin del mundo, el Ragnarök.
Con La espada del tiempo (no entiendo a qué ese cambio en la traducción cuando en toda la novela se hace referencia a la espada del verano), Rick Riordan retrocede a sus orígenes, siguiendo un patrón que le funciona muy bien y que es marca de la casa: semidiós ignorante de su destino, artefactos, carreras contrarreloj para salvar al mundo y muchas aventuras, peligros y risas por el camino. Además, Rick Riordan vuelve a su estilo original y abandona los capítulos narrados por distintos personajes para centrarnos en una historia contada en primera persona con un héroe tan carismático como Percy Jackson. Eso sí, donde Percy era impulsivo, Magnus es cauto. Donde el hijo de Poseidón era irónico, este nuevo semidiós es sarcástico hasta decir basta. Si habéis visto la portada comprobaréis que Magnus se parece a Kurt Cobain y no, no es casualidad. Así de cachondo es Rick Riordan.
¿Qué sería de nuestro protagonista sin un buen plantel de secundarios que lo arropen? Tengo que decir que desde ya se han convertido en mis secundarios favoritos por lo especiales, diferentes y alejados de los cánones que están. Digamos que son unos outsiders, unos perdedores y, justo por eso, me han encantado (los podéis contemplar a la izquierda). Todos y cada uno de ellos, en especial Jack, quien ha conseguido sacar mis mejores risas. Pero vayamos por partes y presentémoslos como toca. En primer lugar tenemos a Blitzen, un joven enano de la raza svartalf que, al contrario que sus congéneres, no le va mucho eso de ir rebanando cabezas y tirarse todo el día hecho unos zorros en la forja. Lo suyo es el mundo de la moda y tener estilo. Mucho. Más aún. Ni la pasarela Cibeles, vamos. Lógicamente, esa afición tan poco enanil, sudorosa y masculina le ha hecho ser un marginado entre los de su casta. Por otro lado tenemos a Hearthstone, un elfo alejado de los cánones de la más absoluta perfección élfica por ser sordomudo de nacimiento y eso, directamente, es una mancha que ni su familia ni su clase puede tolerar dada la prístina, aterradora y enervante perfección de los elfos asgardianos. Como curiosidad, Hearth se expresa en la lengua de signos norteamericana y creo que es el primer héroe de fantasía juvenil sordomudo que conozco ¡Olé por el tío Rick, dando visibilidad a todos los colectivos juveniles, claro que sí!
La tercera protagonista es fantástica, simplemente fantástica. ¡Sam rules! Samirah Al-Abbas es mujer, hermana mayor, musulmana, buena estudiante y valkiria a tiempo completo. Es un personaje fuerte, pero también lleno de dudas, que tiene que compaginar el ser una buena hija, no decepcionar a su familia y traicionar sus costumbres con eso de ir rescatando héroes caídos en la batalla. Todo esto, sumado a su origen semidivino, le trae muchísimos problemas tanto en el Valhalla como en el mundo real, pero es una chica de armas tomar y no se amilana ante nada. Finalmente, está Jack. Quizá muchos de vosotros no lo incluirías en este grupo de desarrapados por su peculiar naturaleza, pero qué demonios, las mejores risas me has he pegado con este ente tan carismático, con ideas tan propias y ese lenguaje tan colorido para expresarlas.
Por supuesto hay muchos otros personajes en la novela, los compañeros de batalla en el Hotel Valhalla, algún que otro semidiós griego que hace un cameo, gigantes de todo tipo, trolls, cuervos, nornas, ardillas gigantes, dioses enganchados a Juego de tronos que van perdiendo martillos por doquier. ¡No tiene desperdicio! Y todo ello salpicado con ese humor tan gamberro y divertido que tiene Rick Riordan en todas sus novelas. Si sois seguidores del tío Rick, veréis que recupera la frescura y originalidad de su primera serie. Si nunca os habéis acercado a sus libros… ¡¿A qué estáis esperando?!
No puedo dejar la reseña sin hablar un poquito de la edición, porque una es así de especial con los libros. La edición de Montena es estupenda, en tapa dura, con buena letra, buen sangrado y márgenes adecuados para llenarlos de post-its, siguiendo la línea de las otras publicaciones de Rick Riordan en la editorial. ¿Podéis imaginar lo preciosos que quedan "Los héroes del Olimpo", "Las crónicas de Kane" y "Magnus Chase y los dioses de Asgard" todos juntos y en el mismo formato? Ya os lo digo, fantásticos. Tampoco he encontrado erratas ni giros extraños y la traducción corre a cargo de Ignacio Gómez Calvo, la cual me ha gustado mucho. ¿No os había dicho que soy una maniática de estas cosas? Pues ya lo estáis viendo.
Magnus Chase y los dioses de Asgard es el primer libro de la trilogía "La espada del tiempo", donde se nos presentan nuevos héroes en un marco mitológico diferente, con un Rick Riordan que vuelve a sus orígenes más frescos y gamberros, con una historia rápida, entretenida, divertida y trepidante, una carrera de seis días contrarreloj para salvar al mundo del Ragnarök con unos personajes diferentes, inusuales, para nada heroicos que demuestran que en la unión está la fuerza y que no hay nada más fuerte que la amistad para sortear cualquier tipo de obstáculo, por muy insalvable que parezca. ¡Salvemos a los Nueve Mundos y que el Padre de Todos nos pille confesados!
*Este libro ha sido publicado por Montena y está traducido al castellano por Ignacio Gómez Calvo. La edición es en tapa dura, tiene 480 páginas y un precio de 16,95 doblones. Es la primera entrega de la saga "Magnus Chase y los dioses de Asgard".
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.