Título original: Dark Lord. A friend in need.
Edición: 349 págs. Alfaguara Juvenil, marzo 2013.
Disponible en ebook: Sí.
Precio: 15 € (tapa dura) / 5,99 € (electrónico).
Traducción: Roxana Erdman.
Ilustraciones: Lola Rodríguez Soler.
Temática: Diario, fantasía, humor.
Correlación: Segundo libro de la serie "Dark Lord".
«Saludos insignificantes humanos. El gran Dark Lord, Señor de las Tierras Oscuras, ha vuelto… más o menos. Veréis, mientras sigo peleando con los ejercicios de lengua en ese aburrido instituto humano, ha pasado algo así como un… ¿desgraciado accidente? El caso es que mientras trataba de regresar a las Tierras Oscuras para instaurar de nuevo mi maligna malignidad, me he quedado atrapado aquí, sin poderes de nuevo, mientras mi querida secuaz Sooz ha sido enviada allí en mi lugar. ¡Noooooooo!»
Aquí estamos de nuevo, grumetillos, con las aventuras de Dirk Lloyd, el Gran Señor Oscuro, enemigo mortal de Hasdruban, el Blanco, y la Mancomunidad de las Buenas Gentes, que atrapado en el cuerpo de un adolescente de doce años, se las ve y se las desea para conquistar la Tierra al tiempo que hace los ejercicios de Lengua. Que conste que escribo esta reseña sin estar coaccionada por nadie. Es decir, ningún Señor Tenebroso me ha amenazado con transformarme en un zombi o ha agitado su anillo de poder para caer bajo el hechizo de la Flatulencia Incontrolada o la Alopecia Súbita. No, no, nada de eso. Ejem.
Siguiendo con la línea del anterior libro –
Dark Lord: Días de Instituto–,
Jamie Thomson, ese
escritor esclavo que trabaja a destajo para el Señor Tenebroso, sigue con las aventuras de Dirk y sus amigos, solo que esta vez nos moveremos por mundos paralelos y aterrizaremos en las
Tierras Oscuras, que están más… rosas que nunca por la influencia de
Hasdruban, el Blanco y la
Mancomunidad de las Buenas Gentes. Además, veremos que a nuestro pequeño y maquiavélico
Dirk le sale una competidora, tan audaz y hermosa, que hasta los
Ejércitos de la Oscuridad caen rendidos a sus pies como si fueran cachorritos.
Dark Lord: Más Días de Instituto sigue siendo un libro bastante juvenil, de hecho, me parece ligeramente más infantil que el anterior, que tenía más dosis de mala baba. Por supuesto, seguimos teniendo esos guiños a juegos de rol y fantasía épica, ironizando con gracia todos sus tópicos y situaciones desternillantes que arrancan más de una carcajada. Son la seña de identidad de la novela. Además, el libro es un verdadero canto a la amistad, a superar las dificultades de forma cooperativa, a creer en tus amigos y a no dejarse llevar por las apariencias, por muy aterradoras o luminosas que estas sean. Seguimos teniendo un libro lleno de preciosas ilustraciones en blanco y negro, recortes de periódico, notas y las fantásticas anotaciones del diario de Dirk, siempre tan llenas de chispa. ¡Es que me encanta!
Respecto a la traducción y edición de la novela, es fantástica. Alfaguara mima sus libros. Mantenemos esa edición en cartoné, con papel de gramaje adecuado, tamaño de letra perfecto para que lo lean los chavales y ese corolario de agradecimientos, que hacen que se te salten las lágrimas de la risa. Lo único que ha cambiado respecto a la edición anterior es el color de las tapas, que ya no son rojas, sino violetas, y el traductor, pero esto último es inapreciable y las dos novelas mantienen terminología y continuidad.
Sin duda, Dark Lord: Más Días de Instituto es un libro que no puedo por más que recomendar para todos los chavales de entre nueve y catorce años. Es una novela divertidísima, inteligente, que se lee con mucha facilidad y está acompañada de divertidas ilustraciones. Si eso no es suficiente para convenceros, yo me cuidaría muy mucho de las amenazas del Señor Oscuro, ya que correréis el riesgo de ser condenado a las Mazmorras del Destino, o sufrir el doloroso hechizo de la Alopecia Súbita… ¡Vosotros mismos!
por Eilonwy
mayo 18, 2013
0 comentarios
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.