A estas alturas supongo que es una estupidez presentar a Brandon Sanderson. Han pasado ya muchas reseñas con su nombre por esta página, las mismas que por mis ojos, y bien puedo decir que raro sería que alguien que entrase aquí no conociese a este señor tan afable de Nebraska. Le descubrimos dando sus primeros pasos con Elantris como un nombre más entre la ingente marea de ofertas en nuestras librerías más cercanas, donde no destacaba especialmente salvo quizá por la portada —fruto de cierta polémica de cara a la edición del décimo aniversario— y por esa frase de Orson Scott Card que rezaba “la más bella novela de fantasía que se escribirá en muchos años”. Es de esperar que a día de hoy Sanderson no necesita de ningún incentivo para incitar a su lectura y eso es así porque desde la construcción de mundos como “Dragonlance”, o “Warhammer” y universos como el de DC y Marvel, ningún escritor hasta la fecha se había embarcado en la ingente y peligrosa tarea de unir la mayor parte de su producción literaria (y además en solitario) bajo un marco común como es en este caso el Cosmere.
Lo importante en este punto es definir qué es el Cosmere. Es un término complicado de explicar ya que nadie salvo el propio autor lo conoce en su totalidad, y por lo tanto es algo que está en constante cambio al ir descubriendo nuevos detalles a medida que podemos leer nuevas entregas de sus distintas ambientaciones como “Nacidos de la bruma” o “El archivo de las tormentas” . Podría definirse por tanto como ese “cosmos” que parece tener flotando en él una serie de planetas o mundos que se rigen por determinadas reglas físico-mágicas. Esos mundos, salvo en ocasiones muy puntuales, no parecen conocer la existencia de los otros, pero todos comparten una pequeña parte de la gran divinidad que creó el Cosmere en sí. Cada una de estas partes de esta súperdivinidad llamada Adonalsium se repartió por los distintos universos en forma de esquirlas, que a su vez dieron poderes divinos a aquellos que decidieron absorberlas.
Evidentemente, se trata de un argumento complicado de mantener de forma coherente durante la gran cantidad de obras que este hombre es capaz de escribir —sinceramente, creo que es un androide que tiene puesto el modo automático—, y como en todas las obras largas —muchos recordaréis los famosos R. A. F. O. de Robert Jordan cuando se le hacían ciertas preguntas sobre “La Rueda del Tiempo”—, surgen misterios que todos los que seguimos fielmente sus historias estamos deseando desvelar. Para ayudarnos a entender su universo, Sanderson decidió escribir una serie de historias cortas que se han terminado recopilando en este libro: Arcanum ilimitado, el cual incluye, por cierto, una historia inédita de “El archivo de las tormentas”.
Estaréis preguntándoos porqué no he escrito sobre este libro hasta ahora. La verdad, quería saber si el relato que acabo de mencionar al final del párrafo anterior estaba de verdad vinculado con Juramentada y “El archivo de las tormentas” o si era información dada por Sanderson a vuelapluma para poder tapar algún que otro descuido que pudiera haber tenido a lo largo de su escritura. Los que me conocéis sabéis que me da igual lo famoso que sea el escritor, todos somos falibles, por lo cual consideré necesario hacer la comprobación.
El resultado de esta prueba, tras haber más que acabado Juramentada, es que puedo afirmar que Danzante del filo es una excelente introducción para comprender de dónde surge Lift y qué es lo que puede saber ella sobre Radiantes, Heraldos y demás detalles complicados de la vida de los adultos. Danzante del filo es una forma de ver el peligro que corren normalmente los personajes de “El archivo de las tormentas”, pero desde el punto de vista de una niña. Conocer a Wyndle gracias a ella conocemos a una nueva clase de spren y las distintas formas de servir a aquellos que los vinculan —claro está que ni Wyndle, Syl o Patrón actúan de la misma forma que Lift—. Por supuesto, espero poder leer mucho más acerca de Lift en “El archivo de las tormentas” y descubrir el papel que le tiene preparado Sanderson en toda la trama.
Otro de los relatos que me ha parecido especialmente interesante es Sombras por silencio en los bosques del infierno, el cual acontece en el sistema Treno y es de lo más oscuro que le he leído de Sanderson, no solo porque suceda en la oscuridad del bosque, sino porque en este relato se demuestra que no hace falta un villano con aspiraciones de grandeza para dominar el mundo. Es el mismo mundo a raíz del enfrentamiento de dos de las esquirlas de Adonalsium el que ha provocado que sus habitantes vivan con miedo a derramar ni una sola gota de sangre. La ambientación, más propia del género del western y el de terror que no del fantástico, te permite descubrir como lector asiduo a este escritor la capacidad que tiene Sanderson de cambiar de registro sin demasiados problemas. Cierto es que no se cómo, pero termina creando personajes muy parecidos entre sí salvo casos concretos. No sé si esto es algo premeditado o es el subconsciente del escritor, espero saberlo en futuros escritos.
Arcanum ilimitado dispone también del borrador de Arena blanca que escribió Sanderson en 1999, la base para la adaptación al cómic del mismo título de Rik Hoskin y Julius Gopez. Es posible que el mundo en el que se basa la historia presente grandes oportunidades de cara a un cómic, pero no sé si habría sido algo que me hubiese entrado por los ojos de haberlo leído tal y como está en el borrador; creo que el formato cómic elegido, tal y como dice Sanderson en las notas, es perfecta para esa historia.
De toda la antología, los únicos dos relatos que me han dejado indiferentes son el ambientado en Elantris, “La esperanza de Elantris” —creo que aporta poco a lo que ya sabíamos de la historia de la novela—, ya que si bien es cierto que nos explica algo que se omite en el transcurso de los acontecimientos de Elantris, me parece extraordinariamente prescindible; el otro relato que me ha dejado fría es el del sistema Drominad, “Sexto del ocaso”, aunque he de reconocer que el autor ha trabajado bien la historia y la ambientación, pero a mí particularmente nunca me han gustado especialmente los entornos tropicales a la hora de situar el contexto de ningún relato o de ninguna novela. Supongo que los amantes de los clásicos como La isla del tesoro o Robinson Crusoe os estaréis llevando las manos a la cabeza, pero como ya se sabe, sobre gustos no hay nada escrito. Es cierto que esto de los pájaros psiónicos es algo nuevo dentro del universo de Sanderson pero, la verdad, no es nada que no haya visto ya en otros lugares como el mundo de Sol Oscuro.
Arcanum Unbounded: The Cosmere Collection, 2016. Brandon Sanderson. Traducción de Manu Viciano. Nova, 2017, 784 págs. Tapa dura con sobrecubierta, 27,00 €.
En definitiva, creo que este compendio o antología, como queráis llamarlo, es algo que todo seguidor de Brandon Sanderson debe leer, sea porque quiera conocer algo más del Cosmere o para poder entrever la capacidad del autor de tocar todos los palos de una baraja. El caso es que considero que Arcanum ilimitado es un libro interesante a tener en cuenta, que puede ser prescindible para aquellos que quizás no quieran embarcarse en una aventura tan luenga, pero que gracias a su formato permite ser visitada de forma esporádica. Al fin y al cabo, el saber puede que sí ocupe un poco de lugar.
comentarios
A mi me encanto y los cambios de registros me encantaron. Con respecto a la similitud entre sus personajes no los veo tan así.
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.