Siguiendo con el plan editorial de Impedimenta para el primer semestre de 2018 descubrimos que hay un par de títulos de ciencia ficción. Uno de ellos es La fiebre del heno de Stanisław Lem —una obra de ciencia ficción combinada con elementos clásicos de la novela clásica de detectives— y el otro La guerra con las salamandras del checo Karel Čapek. De esta última Impedimenta publicará una nueva traducción directa del checo a cargo de Patricia Gonzalo de Jesús (Vida con estrella, Una oración por Kateřina Horovitzová) que estará en las librerías el 19 de marzo en el habitual formato de rústica con sobrecubierta del sello madrileño.
La novela, que recientemente también se ha publicado en la edición de bolsillo de Gigamesh, es una “obra maestra de la ciencia ficción, comedia política... Espejo del mundo que nació entre las dos contiendas bélicas, estamos ante una de las más brillantes y virtuosas sátiras de las instituciones que marcaron la historia del siglo XX.”
La novela, Válka s mloky en el original, fue publicada originalmente en Praga en 1936, tan sólo dos años antes de la muerte del autor y de la invasión nazi de Checoslovaquia. El argumento de La guerra con las salamandras es bien conocido por todos, ya que “narra el descubrimiento por parte del capitánVan Torch, un marino mercante holandés, de una colonia de salamandras gigantes altamente inteligentes frente a la costa de una isla de Indonesia. Pronto se da cuenta de que no solo se les puede enseñar a comerciar y a usar herramientas, sino también a hablar. A medida que el resto del mundo aprende de estas sorprendentes criaturas y sus maravillosas capacidades, empieza a hacerse evidente que esta nueva especie está lista para ser explotada: pueden hacer el trabajo que ningún humano quiere hacer, puede comerciarse con ellas y se las puede enseñar a luchar. Pero los humanos no han pensado en las terribles consecuencias de sus acciones.”
Es, además, La guerra con las salamandras es el tipo de tradición satírica —en este caso contra el totalitarismo, el militarismo, el nacionalismo y el comercio de esclavos— que luego emplearían autores de la talla de George Orwell y Kurt Vonnegut.
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.