Imaginad que gracias a vuestras habilidades os piden que os infiltréis en una organización malvada para poder espiar los planes del enemigo y mandar información relevante para poder destruirla tanto desde dentro como desde fuera. Pensad que ese grupo demoníaco tenga fama de convencer o de moldear las mentes de aquellos a los que toca con su poder y que les siguen de forma fiel. Ahora metamos en escena un triángulo algo menos amoroso que el artúrico, pero con las mismas implicaciones políticas: un rey casado con una sacerdotisa, la cual tiene la dudosa suerte de ser el objeto de obsesión y de enamoramiento del hermano del rey. Ese rey es Malfurión Tempestira, la sacerdotisa es Tyrande Susurravientos y el hermano —y espía— es Illidan Tempestira.
Una vez hecho el trabajo de desmontar esa organización vil —que casualmente es la Legión Ardiente—, Malfurión decide encerrar a su hermano en una celda de no más de diez pasos durante la friolera de diez mil años, y para vigilar la jaula llena de hechizos que le impiden escapar eligen a otra elfa de la noche llamada Maiev Cantosombrío que llega a tener una relación de obsesión/odio con Illidan. El drama, señoras y señores, está servido.
Creo que no hace falta investigar mucho para descubrir que hay dos personajes especialmente relevantes e importantes para los jugadores de World of Warcraft. Uno de ellos fue Arthas y su caída ante la maldición de la Agonía de Escarcha —hechos contados en la novela escrita por Christie Golden que se publicó hace ya algún tiempo— y el otro sin duda alguna es Illidan Tempestira y su fúnebre aviso sobre nuestra escasa preparación ante algo que no sabíamos qué podía ser.
Quizá por eso me llamó tanto la atención Illidan, no ya porque fuese nominado al David Gemmell Legend de 2012 por su novela Blood of Aenarion, ambientada en el universo de “Warhammer”, ni por ser el autor de buena parte de la saga de Gotrek y Félix, sino porque King recibió un premio Origins como diseñador de videojuegos y además es un jugador habitual de los MMORPG como World of Warcraft. Es más, creo que King es un escritor capaz de escribir decentemente una novela sobre un videojuego, algo que a fuerza de ser sinceros, no es lo común: siempre suelen ser libros de baja calidad destinados a un público que ya conoce la historia que les van a contar y que no parece interesarles mucho esto de la calidad narrativa. Una pena. Siempre he dicho que no tiene nada que ver ser un jugador habitual de videojuegos con el hecho de querer y poder leer una buena novela sobre ellos.
Una de las consecuencias de que Garrosh viajara al pasado (ver más arriba) y cambiara la historia fue que Gul'dan no muriese cuando tendría que haberlo hecho, lo cual nos lleva a preguntarnos: sin la calavera del brujo orco, ¿habría tenido Illidan las visiones que le hablarían de la llegada de la Legión Ardiente? ¿Puede ser que el brujo del bastón de calaveras esté todavía controlando a muchos desde la tumba y fuese él quien provocó que el hermano de Malfurión, Illidan Tempestira, se obsesionase preparándose para la llegada de la Legión?
Illidan, 2016. William King. Traducción de Raúl Sastre. Panini Cómics, 2016, col. “World of Warcraft”, 376 págs. Tapa dura con sobrecubierta, 17,95 €.
Cabe decir que Illidan, aparte de ser un gran acercamiento al personaje de la mitología de World of Warcraft, se publicó para acompañar el lanzamiento de Legión, la sexta expansión del MMORPG de Blizzard —con la que nos sorprendió al hacer regresar al personaje—, de ahí que sea recomendable estar familiarizado con la línea temporal hasta el momento de dicha expansión, de lo contrario Illidan atormentará tus sueños con aquello de “no estás preparado”.
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.