Nyssa al Ghul reclama el paradero de Sara.
Al parecer, los guionistas de Arrow decidieron seguir apostando por la misteriosa actitud de Thea Merlyn tras presentarnos el cambio de actitud que tuvo tras salir de la ciudad de Corto Maltés. En todo momento se muestra cómo juega a un doble juego: intenta ser la hermana pródiga que regresa a casa intentando «soportar» a duras penas a su medio hermano Oliver, mientras mantiene relación con su nuevo padre, Malcom Merlyn.
Arrow 3x04: El mago
A propósito de Thea Merlyn y continuando con lo que parece ser el hilo central de esta tercera temporada, entra en escena Nyssa al Ghul reclamando el paradero de Sara. Como era de esperar, no se toma muy bien la noticia de su muerte, mucho más cuando le digan que Malcom Merlyn –«el mago», como lo llaman en la Hermandad de Asesinos– sigue estando vivito y coleando, y además paseándose por la ciudad de Starling. En un giro argumental sin parangón –nótese mi ironía–, Nyssa acusa formalmente a Merlyn de la muerte de Sara porque no tiene a nadie más a quien poderle echar la culpa de los platos rotos, básicamente, y todo esto frente a una enloquecida Laurel Lance, que como viene siendo costumbre lo único que hace es liarla parda en cuanto tiene la oportunidad de hacerlo.
Reconozco que lo que salva el capítulo es la charla que tiene Merlyn con Arrow, sobre todo cuando le declara abiertamente su intención de proteger a Thea de cualquier posible peligro, por lo que no se arriesgaría a llamar la atención de La Liga de Asesinos sobre ella y mucho menos sobre él –es evidente que a Oliver, como su hermano, no se le ha dado muy bien proteger a su familia–. Todos sabemos llegados a este punto que en realidad Malcom tiene intenciones aviesas tras esa máscara de fingida santa ignorancia. Lo que sí es cierto es que por el momento nadie tiene datos de quién puede ser el asesino de Sara, de si Merlyn se plantea tener trapicheos serios en Starling –vamos a obviar el hecho de que Arrow no quiera matarle ni le persega por lo que le hizo a su familia y a casi medio millar de personas por el simple hecho de que de repente sea el nuevo padre de su hermana– y que la locura transitoria de Laurel destaca por su absurdez.
Imagino, tal y como se puede ver en la serie de cómics Birds of Prey, que Laurel será un personaje que en un futuro tendrá que dar algo más de sí. Tampoco es culpa de la pobre actriz el que hayan creado a una fiscal Laurel Lance tremendamente odiosa. De lo que sí me alegro es de que se le esté dando algo más de protagonismo a Felicity Smoak, independientemente de su intento de llegar a algo con Oliver –y al que mantiene en su sitio–. Ray Palmer por su parte, sigue aparentando ser simplemente el nuevo CEO de Industrias Queen, por lo que de momento no puedo contaros mucho más. Por ahora, los capítulos de esta tercera temporada están entrando en la mala costumbre de presentarse como un vaivén: unos molan, otros no, otros molan y luego otras veces molan menos. Por lo menos en el siguiente capítulo –El origen secreto de Felicity Smoak– parece que los guionistas me han hecho caso, y eso es bueno.
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.