Cuando este pasado mes de marzo asistimos a las Segundas Jornadas de Novela Histórica de Granada, en ningún momento lo hice pensando que leería nada de lo que allí se anunciase –por una cuestión de tiempo, más que nada–. Cuál fue mi sorpresa cuando un poco antes de concluir las Jornadas –se suelen realizar en dos días coincidiendo con sábado (mañana y tarde) y domingo (únicamente mañana)–, asistí a una de las mesas redondas titulada "Mujeres anónimas, mujeres de novela". Los participantes fueron Carolina Molina con Illiberri y El falsificador de la Alcazaba, Mario Villén con El escudo de Granada, Eva Velázquez con Querida loca y finalmente Jaime García-Torres Entrala con El aroma de Bitinia. Aunque todos los ponentes fueron bastante claros a la hora de presentar sus respectivas novelas, la intervención que más me llamó la atención fue la del escritor que ahora nos ocupa. La forma de expresarse, de ponernos en antecedentes de su obra y de explicarnos cada uno de los elementos que él consideró más atrayentes hacia un lector potencial como éramos todos los asistentes, me cautivó completamente.
Esta es precisamente una de las cosas que más me han gustado de la novela. Es más, me he encontrado a mi misma –como escritora frustrada, ciertamente– contemplando con verdadero respeto y admiración la forma en la que este escritor es capaz de comunicarse con el lector a medida que se progresa en la narración. No he podido más que establecer un cierto paralelismo entre las clases de retórica que imparte el esclavo Dionisio a su domine Marco, explicándole las formas más adecuadas de expresar una idea, de ganarse a su público, o de poder sacarle partido a un oponente en un duelo verbal, utilizando de forma útil lo que el contrincante podía llegar a considerar el punto fuerte de su discurso. Me encantó también la forma en la que Dionisio explica como construir el llamado "palacio de la memoria" –un concepto que, lo admito, escuché por vez primera en la serie de televisión El Mentalista–, en el que utilizando un recorrido imaginario por algún lugar cotidiano se puede llegar a memorizar cualquier cosa, por muy difícil que ésta sea. Todo, con la justificación que da Jaime García-Torres Entrala a Marco Horacio, su protagonista, de cara a la redacción de un edicto con el que pretende presentarse a edil. De este pasaje conseguí aprender mucho más de lo que parecía a simple vista y será algo que intentaré no olvidar: «La enseñanza de la retórica supone invención, disposición, elocución, memoria y pronunciación. [...] Para poder hablar correctamente en público lo primero y más importante es poder memorizar, pues no es correcto que un orador consulte notas escritas; y menos aún que lea el texto.»
Personalmente, considero que se debería explicar que el libro no es un ensayo histórico de la República de Cicerón; no es una novela en la que se nos quiera enseñar mediante una lección magistral cómo era la Roma de aquel entonces, ni tampoco se intentará que aprendamos retórica. Ante todo, El aroma de Bitinia es también un libro de novela policíaca, ya que el asesinato de Cátula, una conocida de Marco, le llevará a intentar desentrañar el misterio de su muerte, descubriéndonos a su paso todo lo que os he comentado anteriormente. Veremos los entresijos de la política de la antigua Roma, lo que pueden provocar ciertas pasiones en hombres de bien gracias a escenas cargadas de sexo al más puro estilo Murena –el tebeo francobelga de Dufaux y Delaby– y cómo la curiosidad puede llevar a un hombre a enfrentarse a fuerzas realmente abrumadoras.
Quizás lo único que me ha sabido a poco es la forma en la que el autor va dejando pistas sobre el asesino de Cátula. Es posible que una mayor profundidad a la hora de insertar la histórica conspiración de Catilina con el argumento del libro le hubiese dado un temple realmente extraordinario a la narración, haciendo que el lector consiga tener ante sí una baraja de cartas de las que tirar a la hora de intentar resolver el caso por sí mismo antes de llegar al desenlace. Sin embargo, como la obra se presentó al certamen de Novela Histórica Ciudad de Valeria 2013, la extensión debía de estar muy acotada, cumpliendo con los requisitos de participación. Visto desde esta perspectiva, considero pues que la novela está perfectamente redactada, consiguiendo captar la atención del lector durante sus poco más de trescientas páginas y permitiendo una lectura realmente ágil gracias a la habilidad con el lenguaje que posee Jaime García-Torres Entrala. No me extraña nada que ganase el certamen.
Con respecto a la edición del libro por parte de la Editorial Alfonsípolis –la responsable de publicar a los ganadores desde que se comenzaron a realizar los distintos certámenes de Ciudad de Valeria-Cuenca en 2004–, no puedo hacer más que reconocerles su estupenda labor. La edición en rústica con solapas es bastante flexible pero no demasiado. El ancho de la página es especial, algo mayor que el de otros libros, pero muy cómoda de leer, también gracias a la maquetación interior con un tipo de letra bastante cómodo –lo siento, pero hay editoriales de las que no suelo leer nada, aunque publique a verdaderos dioses de la literatura, porque su estilo de letra o su maquetación por página me repelen totalmente; cuestión de manías supongo–. Toda la numeración de las páginas aparece acompañada con el logo del certamen. La portada obra del pintor neerlandés neoclasicista Sir Lawrence Alma-Tadema titulada El discurso es realmente una belleza. Una elección impresionante como pocas veces he visto. La contracubierta tiene un detalle también magnífico de un fresco –obra de Césare Maccari– en el que aparece Cicerón atacando a Catilina en un pleno del Senado.
En definitiva y ya para dar esta reseña por concluida, creo que todo aquel al que le apetezca aprender un poquito de la Roma más clásica mientras va descubriendo un crimen con los medios de los que se disponían por aquel entonces, está de enhorabuena. Un libro ágil pero concienzudo, dudo de que os aburráis en ningún momento. No encontraréis batallas trepidantes ni tampoco a personajes que parecen superhéroes salidos de algún cómic. Por el contrario tendréis la sensación de haber viajado en el tiempo para estar en carne y hueso en uno de los periodos más interesantes de nuestra historia conocida. Sentiréis las gradas rugiendo bajo el peso de todos los que vitorean a los corredores en el circo, notaréis el frescor de la casa de Marco Horacio en los días de verano cuando se refugie bajo una sombra a descansar mientras el agua de una fuente cercana salpica los mosaicos. Notaréis cómo vuestros ojos vuelan por encima de trescientas páginas para luego daros cuenta de que quizás se os ha hecho demasiado corto. A mi por lo menos, me ha encantado.
Novela histórica Literatura Novela
El aroma de Bitinia.
Obra original en castellano.
Imperio romano, novela policíaca.
Editorial Alfonsípolis, diciembre de 2013.
303 páginas.
No disponible en ebook.
15 € (rústica con solapas).
Lectura independiente.
7 comentarios
Me ha encantado la reseña; y espero que guste al público. Enhorabuena a los redactores y a la web la Espada en la Tinta. Un saludo,
Jaime García-Torres Entrala
Magnifica reseña que nos ha adentrado de maravilla en los entresijos de la historia levantando la curiosidad y deseo de leerlo de cabo a rabo. ¡¡ENHORABUENA¡¡
Me alegro que os haya gustado, como ya digo en la reseña, hay diversas formas de ver la novela que creo que puede atraer a mucha gente. Si únicamente se orienta hacia la temática de histórica, puede ser que un porcentaje de gente piense que será un rollo y que estará lleno de fechas y datos. xD Así que me ha parecido bien destacarlo. ;)
Me la voy a apuntar para este veranito :)
Coincido plenamente con los comentarios sobre la novela; yo también he tenido la suerte de leerla cuando casualmente la vi en el escaparate de una librería y me llamó la atención. Magnífica la trama, ambientación y cómo se interelacionan los distintos personajes. ¡Enhorabuena!
Como maquetista de la obra en cuestión, agradecer a Jaime que me haya informado sobre este blog. Y a Cyram por sus buenas palabras sobre la maquetación de "El Aroma de Bitinia". He hecho ya algunos años más los premios "Ciudad de Valeria" y este año me ha quedado el trabajo, gracias también a la meticulosidad de Jaime, ha quedado magnificamente, modestia aparte. Saludos desde la Ciudad Encantada. J. Agustín García
Interesante reseña, Cyram, digna del contenido de la novela. El libro engancha desde el primer momento. La trama, los personajes, la magnífica ambientación... para no perdérselo.
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.