Título original: J. Edgar.
Dirección: Clint Eastwood.
Guión: Dustin Lance Black.
Producción: Imagine Entertainment, Malpaso Productions, Wintergreen Productions.
Duración: 137 min.
Estreno en España: 27 de enero, 2012.
Temática: Histórica, biopic, drama.
Correlación: Independiente.
Como cinta de corte historico y biográfico, la última película de director californiano funciona a varios niveles. Por un lado echamos un vistazo a los inicios de Hoover al mando de la organización desde los años treinta (iniciado desde el Departamento de Justicia) hasta principios de los setenta, a su muerte. Son varios los acontecimientos a los que como espectador hacemos frente. Por un lado la mafia de las primeras décadas del siglo XX, siendo Hoover coetáneo del mismo Al Capone, pues encabezaba la lista de los más búscados del FBI. Por otro, dado los saltos en el tiempo que la película establece para contarnos en paralelo la vida del personaje principal (con ciertos cambios de ritmo algo desiguales), echamos a su vez un vistazo, aunque breve, a la presidencia de los Kennedy, poniendo de manifiesto los importantes hilos que Hoover era capaz de mover, siendo un incordio bastante considerable, el hombre más importante del paisaje político del país que sobrevivió a nada más y nada menos que ocho presidentes de los Estados Unidos de América.
El lado humano del conjunto de J. Edgar lo pone Leonardo DiCaprio con su actuación. Con ciertos paralelismos con El Aviador (2004) de Martin Scorsese (quien ha conseguido este año un total de once Óscars por La invención de Hugo), el papel de su personaje se debate entre su condición claramente homosexual con un sentido del deber abrumador para con su país, en el terreno de la justicia, aunque su egocentrismo le impida reconocer las cosas como son en realidad, siendo su equipo -seleccionado por él mismo-, el que ha logrado la mayoría de detenciones e interrupción de actividades ilegales en Estados Unidos. DiCaprio comparte a su vez plantilla con otros actores que merecen un hueco digno de mención, sin cuyas actuaciones la cinta no tendría el peso indicado. Tales como Naomi Watts, secretaria personal de Hoover, y Armie Hammer como Clyde Tolson en el papel de director asociado del FBI con el que compartía algo más que asuntos laborales. Todos los personajes en la cinta destacan por su caracterización en base a modelos reales.
Para concluir diré que me parece injusta la exclusión, tanto de DiCaprio como de Eastwood, en la inminente ceremonia de los Premios Óscar. Pese a que no me parece ni la mejor interpretación del actor en su carrera (para mi El Aviador se lleva la palma), tampoco la mejor película que he visto de Clint Eastwood con la batuta al frente, la exclusión de ambos me parece ciertamente exagerada y poco natural. El actor tendrá que esperar de nuevo un año más para poder conseguir esa tan ansiada estatuilla que lleva arrastrando año tras año, a mi gusto, merecida, aunque la competencia es francamente dura. Lo mismo para el director, ganador a la mejor dirección por Million Dollar Baby en 2004. Gran película que puede no destaque demasiado en la filmografía del director (es sólo una opinión, recalco de nuevo), pero tiene los suficientes redaños, en especial por su particular visión del ser humano, como para que dentro de unos cuantos años se considere uno de los trabajos más aplaudidos de Eastwood, quien será ampliamente recordado por su excelente filmografía.
comentarios
Estoy, con esta peli, como Hamlet. Ir o no ir. Creo que me has convencido de que vale la pena.
Saludos.
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.