En estos momentos, los zombies (amén de otros no muertos) copan el género en sus distintas vertientes, sea en cómic, en cine o televisión, o en la literatura, especialmente la fantástica. Uno de los casos más relevantes de los últimos años en el mundo editorial se ha dado con la serie que inició el guionista Robert Kirkman en 2003 para el sello Image, bajo el emblema de Los Muertos Vivientes, y aque aquí publica Planeta DeAgostini Cómic en tomos, con títulos a cada cual más agorero que el anterior. Bebiendo de una fuente tan importante para el “género zombie” como ha sido George Romero en el cine, Kirkman nos plantea una distopía en el que el ser humano vuelve a ser el protagonista. Sí, los zombies están ahí, amenazando a los humanos supervivientes a cada momento, pero es un recurso como otro cualquiera para mostrarnos la naturaleza humana en un entorno tan difícil como este, además de hablarnos de otros temas tan cotidianos como la amistad, la familia o el compañerismo. Días Pasados es el primer volumen de esta serie que es ya todo un clásico en la cultura popular, recogiendo los seis primeros números del original The Walking Dead.
Por supuesto, también ha conocido su adaptación para televisión de la mano de Frank Darabont, (podéis ver las reseñas de los distintos capítulos pinchando aquí) pero en una versión que difiere en bastantes puntos respecto a su edición en cómic, la más significativa de ellas la inclusión de escenas de relleno que entorpecen la narración (aparte de resultar irrelevantes), así como otros momentos que en este primer cómic no se dan, véase el descarte de cierto personaje en el clímax final, momento por todos conocido a estas alturas, y que hace que serie y cómic tome derroteros distintos a este respecto. Días Pasados se lee en un suspiro, y a mi personalmente me parece una lectura francamente divertida, agradable (muertos vivientes aparte), y que promete una gran cantidad de material en el futuro (sus continuaciones la avalan). Por otra parte, queda muy clara la intención de ofrecer un relato en el que podamos ver de primera mano lo que ocurre tras ese instante en que sabemos que las posibilidades de salvación son escasas… o nulas. La supervivencia se convierte en el primer factor a tener en cuenta, y como se puede ir viendo a lo largo de este tomo, las situaciones difíciles cambian a las personas, no a todas, eso sí, siempre quedará gente buena en el mundo, pero sí a las suficientes como para replantearte las cosas, como le sucede a Rick Grimes, policía de Kentucky que despertó en el hospital cuando la plaga ya había ocurrido. A través de sus ojos obtenemos el retrato de los supervivientes que se encuentran a las afueras de Atlanta, y si bien es un personaje que se muestra receptivo y algo inocente respecto a los demás, pronto su actitud comienza a cambiar en cuanto se terminan las últimas páginas de Días Pasados.
Personalmente, el dibujo en tonos de gris de Tony Moore me parece francamente acertado. Consigue plasmar a la perfección ese ambiente de terror post-apocalíptico que el autor quiere transmitir, acercándonos a una película de terror clásica en blanco y negro. Aunque Moore abandone posteriormente la serie para dejar paso total a Charlie Adlard en materia artística, Moore deja su legado en una conjunción guionista-dibujante que ya quisieran otros cómic. No se precisan grandes medios para contar una gran historia, pero aquí se consigue con creces, donde aparte de contarnos una historia interesante, el dibujo la acompaña en todo momento, desde el asco que sugieren los muertos que caminan, a escenas de lluvia o charlas nocturnas al pie de una hoguera. Todo un clásico del género de zombies, en una lectura muy recomendada para quien le guste esto.
Colección/Serie: Los Muertos Vivientes, 1
comentarios
Diferente a otra series de zombies, por eso ha tenido tanto éxito. Entretenida, acertada, original, y con cambios constantes que enganchan hasta el punto de estar deseando que publiquen este mes el nº 13. Salu2.
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.