No será la última vez que se adapte una historia corta de Neil Gaiman al cómic. En esta ocasión se trata de “Nieve, cristal, manzanas” —“Snow, Glass, Apples”, en el original—, un relato que apareció publicado por primera vez a finales de los noventa en la antología Humo y espejos —reeditado hace menos de dos años por Salamandra— y que es una reinterpretación del clásico cuento de Blancanieves en el que no falta una reina que no parece tan malvada, una hijastra monstruosa y un final del estilo fueron felices y comieron perdices que hay que evitar. Snow, Glass, Apples saldrá de la mano de Dark Horse el 7 de agosto, en edición en tapa dura, 56 páginas y un precio de 17,99 $.
El guion de la adaptación corre a cargo del propio Gaiman, mientras que el apartado artístico cuenta con los lápices de la ilustradora americana Colleen Doran, quien ya ha trabajado antes con Gaiman en otras adaptaciones como El puente del troll —recién publicado por Planeta Cómic—, American Gods y The Sandman. En esta ocasión la ilustradora irá un poco más allá en este apartado, no hay más que echar un ojo a la ilustración de cubierta del cómic.
En cuanto al relato en sí, se trata de una adaptación del popular cuento de hadas de los hermanos Grimm en el que Gaiman aprovecha para darle más oscuridad al conjunto y un giro a la perspectiva que tenemos de la madrastra y de su hija adoptiva. Tras leer “Nieve, cristal, manzanas” no hay duda de que nuestra opinión sobre Blancanieves y la Reina Malvada no es ni mucho menos la misma que antes...
Como apunte, decir que originalmente “Snow, Glass, Apples” se publicó por separado con el objetivo de recaudar fondos para la Comic Book Legal Defense Fund y antes que en Humo y espejos se publicó en la antología Love in Vein II de Poppy Z. Brite.
Neil Gaiman ha ganado premios como el Hugo, el Bram Stoker, el Locus, el World Fantasy y el Nebula, además de ser autor de novelas como El libro del cementerio, American Gods, Neverwhere, y Coraline, entre otras.
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.