El escritor estonio nos presenta en El hombre que hablaba serpiente a un joven de una tribu de cazadores-recolectores que puede hablar serpéntico, un idioma ancestral que permite a sus conocedores comunicarse con los animales.
Pero cuidado, porque El hombre que hablaba serpiente no es una novela desconocida para el público europeo en general (también se ha publicado al inglés, como The Man Who Spoke Snakish), pero sí para el público español, ya que es muy popular y está considerado un fenómeno editorial en Estonia.
Sin ir más lejos, El hombre que hablaba serpiente fue premiada con Le Grand Prix de l'Imaginaire a la mejor novela extranjera por su traducción al francés. Tanto es así que medios como Kirkus Reviews, New York Journal o Le Monde le han dedicado elogiosas reseñas.
La sinopsis nos cuenta lo siguiente: “Osos lujuriosos que seducen a las mujeres, un piojo gigante con cierta inclinación por la natación, un legendario sapo volador y una carismática víbora llamada Ints son una pequeña muestra de las sorprendentes maravillas que encontraremos entre las fabulosas páginas de un alarde de imaginación que nada tiene que envidiar a los talentos de Sjón, Tolkien o Beckett. [...] Nos narra la fantástica y conmovedora historia de Leemet, un muchacho que vive con su familia de cazadores-recolectores en el bosque, y que es, además, el último hablante del serpéntico, un idioma ancestral que permite a sus conocedores comunicarse con los animales. Pero, a medida que la gente se traslada a las aldeas, donde se rompen la espada arando la tierra y se alimentan de un pan que a Leemet le parece el alimento más terrible que haya probado jamás, el bosque se va vaciando gradualmente.”
El hombre que hablaba serpiente estará en las librerías españolas el 17 de abril de 2017. La edición será en rústica con solapas, tendrá 496 páginas y un precio de 24,95 doblones. La traducción corre a cargo de Consuelo Rubio Alcover (Vuelo estático), quien ha interpretado el texto directamente del estonio.
Andrus Kivirähk es todo un tesoro nacional, el más importante de una joven generación de escritores estonios. Es sobre todo reverenciado por su sentido del humor y por sus piezas satíricas publicadas en periódicos. Es desde 1996 parte de la Unión de Escritores de Estonia y miembro de la Sociedad de Estudiantes de Estonia desde 1990. El gobierno le ha reconocido como una de las figuras culturales más influyentes de su país.
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.