La novela fue publicada en la colección Toro Mítico de Almuzara, pero estaba descatalogada desde entonces.
Los pequeños hombres libres está traducida por Pilar Ramírez Tello, aunque esta edición estará revisada por Manu Viciano —traductor de las siguientes novelas de la serie, a saber, Un sombrero de cielo, La corona de hielo, Me vestiré de medianoche y La corona del pastor—, con tal de que le habla de los Nac Mac Feegle sea la misma que en el resto de la saga, según informa el portal Fantífica.
La sinopsis de la novela nos cuenta:
La granja de los Dolorido corre peligro. «Otro mundo está chocando con éste», ha dicho el sapo. «Los monstruos vuelven». Por las colinas se abalanzan pesadillas que amenazan a la familia. A ello se suma la desaparición del hermano pequeño de Tiffany Dolorido, resuelta a recuperarlo de las manos de quien se lo haya llevado.
Para hacer frente a tan ardua empresa, Tiffany cuenta con una temible arma (una sartén) y el libro de magia de su abuela (que viste el título Enfermedades de las ovejas). Sin embargo, no estará sola para hacer frente a los peligros que se le presenten durante su búsqueda. La acompañan los Nac Mac Feegle, unos seres azules, bravucones y ladronzuelos que fueron expulsados de la Tierra de las Hadas y que apenas sí se levantan unos pocos centímetros del suelo. Ni la valiente niña ni estos pequeños hombres libres pueden imaginarse la extraordinaria aventura en la que están a punto de embarcarse.
Hasta ahora, el problema de la imposibilidad de encontrar Los pequeños hombres libres es que muchos lectores todavía no habían podido leer la novela, lo cual nos conduce a que puede que hayan empezado la saga a partir de Un sombrero de cielo, o bien han aguantado la espera hasta que Debolsillo finalmente ha anunciado una edición renovada.
Por otra parte, recordar que Los pequeños hombres libres será adaptada a la gran pantalla por Rhianna Pratchett y con la producción de The Jim Henson Company y Narrativia, la productora que gestiona los derechos de la obra de Terry Pratchett.
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.