Hablar de adaptaciones literarias que han sido convertidas en cómic es siempre un tema delicado, ya que pueden ocurrir varias cosas que posiblemente den al traste con la experiencia: que la adaptación sea un mero refrito que trate de emular el original pero sin lograrlo, o que se mantenga a su altura.
Los espíritus de los muertos de Edgar Allan Poe se encuentra, afortunadamente, en el segundo caso. Y no necesitáis saber más sobre el cómic para correr a comprarlo en el caso de que seáis devotos tanto del escritor de Baltimore como del mítico Richard Corben. En caso no se ni de uno ni del otro, pero igualmente queráis echarle la zarpa a un buen cómic de terror, Los espíritus de los muertos es indudablemente una generosa opción, y la razón es bien simple (esto también va para los fans de los dos autores): Corben ha condensado en apenas unas páginas la esencia de parte de las historias más populares del escritor de Baltimore.
Tanto es así que gracias al grotesco y sobrenatural estilo de Corben, las páginas cobran vida y son capaces de estremecernos desde la cabeza a los pies, algo nada usual en un cómic de terror (¿eres de los que pueden contar con un par de dedos las veces que ha sentido algo parecido al terror con un cómic?).
Siempre he visto el cómic como un medio muy difícil para hacer terror: es más visual y por tanto el guionista (y el dibujante) tienen que ser muy buenos para que el lector se sobresalte. Hay una gran diferencia respecto a la parte literaria, ya que deja todo a la imaginación del intérprete (el lector, de nuevo), ya que esta es la más poderosa de las herramientas que tiene. El cómic de terror viene con un defecto desde el inicio de su concepción (eh, esta es únicamente mi opinión): las sensaciones casi siempre llegan ya desgranadas e interpretadas por el guionista o dibujante en cuestión, y para que el lector interprete eso como terrorífico hay que se condenadamente bueno.
Pero Richard Corben juega un papel distinto en esta historia, no por nada es uno de los autores con más prestigio dentro del género de terror en formato cómic. Este guionista y dibujante americano es capaz de introducirte en una escena como si estuvieras allí, gracias al aspecto sumamente grotesco de sus personajes (conozco a gente que no es capaz de mirar mucho tiempo los rostros de sus criaturas), al punto de vista elegido para situar al espectador (como en el cine) y a lo claustrofóbico que casi siempre son sus escenarios (lo cual consigue apretando lo máximo posible a los personajes a los elementos del entorno).
Para darle más salsa al cómic, Corben utiliza además a un personaje que es quien ejerce la función de narrador y es quien introduce al lector en cada relato (y casi siempre quien lo termina como si él mismo fuera un actor más de la escena).
Por eso no podemos pensar en un autor mejor para adaptar las historias de Poe, porque si ya el baltimoreño era especialmente truculento con ciertos temas, si le sumamos la truculencia de Corben tenemos una mezcla explosiva. Eso sí, te tienen que gustar los temas que caracterizan a Poe, y que no son más que un reflejo de las miserias del ser humano y de los demonios que habitan en cada uno de ellos, la recargada atmósfera del siglo XIX, el dolor por el amor perdido y el retrato de una sociedad que ahora nos resulta extraña pero al mismo tiempo parecida en determinados aspectos.
Esta antología de cómics que publicó la editorial americana Dark Horse el año pasado (recopila historias publicadas en los años precedentes) y ahora traída a España por Planeta Cómic, incluye una gran selección de relatos de Poe, a saber: Solo, La ciudad en el mar, La durmiente, La cita, Berenice, Morella, Sombra, La caída de la casa Usher, (todo un clásico, posiblemente la historia más redonda de todas), Los asesinatos de la calle Morgue, La máscara de la Muerte Roja, (otra de las grandes de Poe), El gusano conquistador, El entierro prematuro (precursora del entierro por equivocación o como forma de venganza o tortura), El cuervo (¡nunca más!) y El barril de Amontillado.
Todos los relatos son idóneos para tener su propia versión en cómic, y el regusto que dejan tras terminar su lectura (también Los espíritus de los muertos de manera global) es de angustia, como si una gran desazón se apropiara de nuestra mente. No todos los escritores consiguen eso, y en primer lugar hay que dar las gracias a Poe por todas esas historias que acompañan al género del horror desde hace más de siglo y medio.
La única pega que se le puede poner a Los espíritus de los muertos, si es que se le puede llamar tal, es que revela el final de las historias originales, algo propio de cualquier adaptación al medio que sea. Es una excelente forma de contacto para entrar en el universo de Poe, pero si lo que pretende el lector es comenzar con la bibliografía del escritor es aconsejable leer antes los relatos originales.
Planeta Cómic, abril 2015
Tapa dura, 216 págs. 30 €
Electrónico, 17,99 €
Traducción de Ignacio Bentz
0 comentarios
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.