Los que conozcan a Joaquín Reyes por programas de televisión como La hora chanante o Muchachada Nui o Museo Coconut sabrán lo que podrán encontrar –más o menos– en Realidad a la piedra, un librito de chistes gráficos que nos harán esbozar más de un sonrisa. De acuerdo, habrá muchos lectores y espectadores que no les habrá gustado ni uno solo de los programas antes mencionados, o que incluso no le vean la gracia al humorista albaceteño, pero cabe tener en cuenta que si además eres fan de las viñetas humorísticas de los periódicos, quizá Realidad a la piedra te resulte atractivo, no sólo por el utilizar inteligentemente un recurso como la prosopopeya para hacer que piedras y demás fauna del campo "a ras de suelo" sean los protagonistas absolutos del libro, sino porque es bueno reírse de vez en cuando. Realidad a la piedra es, en resumidas cuentas, un libro de chistes dibujados por el propio humorista, con apenas texto, que busca la sonrisa fácil y cómplice del lector, para que cuando acabe de leerlo quiera regresar a él para rememorar algunas de las situaciones, o bien para regalarlo a nuestra pareja, colega o compañero de trabajo.
Rocas. Rocas. Rocas y más rocas. De todas las formas, colores, sabores y texturas. Joaquín Reyes es un humorista que o bien te cae en gracia o no consigues captar ninguna de sus atribuciones al humor español. Tiene un "algo" de cotidianeidad (tontunadas dirían algunos) que es lo que personalmente más me gusta del humorista en sus imitaciones (célebre es el sketch de Alan Moore paseando por la librería Generación X y devorando un ejemplar de Watchmen) , parodias y gags, así que trato siempre de estar a la última con cada una de sus actuaciones. Eso sí, debo reconocer que Museo Coconut es hasta ahora lo que menos me ha gustado de todo el cotarro friki de Reyes y compañía. Realidad a la piedra es, en conclusión, y para no extendernos demasiado, un libro original, fácilmente consumible y que hace reir, y eso no es moco de pavo hoy en día. Las piedras son además bastante humanas y sus comentarios tienen doble lectura, lo que consigue que nos sintamos identificados con cada una de ellas, aunque de por sí eso resulte un paradoja en todos los sentidos. ¿Pero no trata de eso el humor?
Reservoir Books, septiembre 2013
96 páginas, rústica sin solapas
Disponible en ebook
9,90 €
3 comentarios
Es un crack, el hombre este. :D A mí me gusta bastante su humor, aunque muchas veces se acerque al absurdo. Lo mejor: las parodias que clava en Testimonios y en Celebrities. XD Aunque lo he visto menos, estoy de acuerdo en que Museo Coconut queda muy lejos de los tiempos de La Hora Chanante y Muchachada Nui. Aún así, algún que otro gag muy bueno también tiene.
Le echaré un ojo al librito este.
Lo cierto es que este librito mola porque te lo puedes devorar fácilmente en un rato, ya sea visitando al Sr.Roca, esperando que se te hagan las galletas en el horno, esperando al bus, mientras instalas un juego de ordenador... mientras se carga el juego de ordenador... mientras cueces pasta... bueno en fin.... xDDD El hecho es que es perfecto para cualquier situación, en el que te verás a ti mismo, como bien ha dicho Loren en la reseña, riéndote a mandíbula batiente con algunas cosas, como es el chiste de "¿Cuando he comprado yo higos?" xDD
Joaquín Reyes lo cierto es que es un humorista de los grandes, de esos con los que siempre te ríes aunque su actuación en ciertos programas -como Museo Coconut, que a mi tampoco me hizo tilín- no sea apoteósica.
Así que yo también os aconsejo el librito este, mucho más a aquellos que os partieseis la mandíbula con las anécdotas de Enjuto Mojamuto, otro de los personajes del autor. ;)
Yo es que con verlo ya me descojono, me hace gracia, mucha, pero es que mucha... sólo con pensar en "Celebrities" ya sonrío, así que, conociendo su sentido del humor, me haré con este librito.
Ahora suelta algún monólogo en el Club de la Comedia y son impagables.
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.