Tercera entrega de la saga de películas de acción que toma como referente la popular marca de juguetes de Hasbro. Ficha en IMDb.
Se trata de una película de acción más, protagonizada por los clásicos muñecos de acción que han sido el sueño de millones de niños en todo el mundo. Se hace notar una clara evolución en los modelos de los robots, que si bien siguen siendo prácticamente iguales a las anteriores entregas, en el momento en que se transforman en su correspondiente versión automovilística es cuando más se nota el cambio en su concepto, dotados de numerosos gadgets, armas, colores y adornos, más acordes con un modelo de juguete en lugar de los coches, camiones o motocicletas de corte más moderno o clásico a los que nos tenían acostumbrados. El atractivo de este tipo de películas es poder ver a esos robots en movimiento, zurrándose de lo lindo a golpe de puños metálicos o con cualquier cosa que se les ponga por delante, incluso con armas y escudos propios, en interesantes combates al estilo arcaico, pero con tecnología avanzada.
Pero todo tiene su lado malo, estamos ante una película de "Transformers" dirigida por Michael Bay, sabemos lo que podemos esperar de ella. La calidad de la trama, salvando el prometedor inicio, he de decir que mejora sustancialmente respecto a La Venganza de los Caídos (podéis ver una reseña para saber lo que opino de ella), pero a la postre el metraje de la cinta se ve resentido en una duración algo mayor de lo que debería, convirtiéndose en un "corre que te pillo" por la ciudad de Chicago. En todas las reseñas de "Transformers" he dicho lo mismo, me parece un error dar tanto protagonismo a los seres humanos, hace que los robots (los malos sobre todo) queden a la altura del betún por su inutilidad a la hora de despachar a unos simples humanos que para ellos son poco menos que cucarachas evolucionadas. En contraste con la escena que nos muestran de la batalla original en Cybertron (impresionante, he de decir), el hecho de que todos estos humanos, que en el clímax final de la cinta son tan sólo un puñado, puedan pasearse sin ser detectados por los robots, o incluso sin ser desintegrados por ellos, resulta un tanto paradójico.
Transformers: El Lado Oscuro de la Luna es acción y más acción orquestada por Michael Bay, con todo lo que eso conlleva. Mucho metraje para poca chicha argumental, aunque la sinopsis que nos queda de fondo me parece a priori bastante interesante, que se resuelve mucho mejor que en la segunda entrega de la serie (en mi opinión). El cambio de la chica también se ha hecho notar, siendo Megan Fox sustituida por la modelo Rosie Huntington-Whiteley (Rohuwi a partir de hoy), con la que la expresión "mujer-florero" alcanza su máximo significado. Un mero pretexto para que al público masculino le suba la testosterona, un alivio entre tanta máquina robótica parlante. El típico prototipo de mujer del cine de acción de los ochenta, un personaje carente de interés, iniciativa o valor, demasiado plano para sacarle algo productivo, una pena. Si salvamos los impresionantes efectos especiales y digitales, el inicio del primer viaje a la Luna, la batalla final en Chicago (quitando la escena del edificio caído, que me parece innecesaria), y la premisa del argumento, nos queda una cinta mediocre apta para los que deseen ver una cinta de acción con palomitas en la mano, dejando el cerebro en blanco, sin pensar demasiado en lo que pudiera haber sido en manos de otro director (Michael Bay me parece un artífice de todo menos dinámico). Ni John Turturro salva el cotarro como sí hizo en parte en la primera entrega, convertido aquí en una parodia de sí mismo (otra vez). Para entretener y olvidar.
Ventajas:
-Impresionantes efectos especiales que son ya marca de la casa.
-El nuevo diseño de los Autobots en su transformación en vehículo.
-El comienzo de la cinta, y el clímax final en la ciudad de Chicago (aunque con excepciones).
Desventajas:
-El papel de la mujer en estas tres entregas de Transformers, insustancial y carente de interés.
-Demasiados gags para una cinta con mucha carga dramática (o eso pretende).
-Metraje algo excesivo para lo que se nos cuenta.
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.