"X-Men: Primera Generación", de Matthew Vaughn (por Loren)

Reseña de la película de Matthew Vaughn (X-Men: First Class) sobre la fundación de los orígenes de los mutantes en el Universo Marvel.

Tras el fallido intento de colocar el spin-off de X-Men Orígenes: Lobezno al nivel de la trilogía de los mutantes más famosos de la Marvel, llega esta X-Men: Primera Generación (X-Men: First Class en el original) para situarse como una más que digna aportación al panorama superheroico en pantalla grande, una precuela de la actualidad de los mutantes y cuya línea será explotada sin duda en posteriores entregas a tenor del éxito cosechado. X-Men: Primera Generación es una cinta de acción sin complejos, y lo que es más importante, honesta consigo misma, tanto en su planteamiento como en la agradable sensación que nos queda tras su visionado.

Aquí es donde se forjará el destino de los mutantes y su papel en el mundo conocido. Dirige la cinta Matthew Vaughn, quien ya hizo un trabajo notable en la película de fantasía, Stardust, o en la también adaptación de cómic, Kick-Ass.

En cuanto supe de la próxima aparición, hace un par de años, de una nueva película de superhéroes basada en los mutantes de Charles Xavier, mi subconsciente me preparó sin quererlo para un posible fiasco por sus precedentes. X-Men Orígenes: Lobezno, no es en realidad una película tan nefasta (pero sí muy regular), pero no es lo que esperaba. Lo que sí es seguro es que está plagada de situaciones que no me terminan de cuajar (la pelea final en la chimenea nuclear), otras se desaprovechan, como esa jugosa secuencia de créditos que avanza en el tiempo (si tan sólo la hubieran ambientado en la Segunda Guerra Mundial...). Pero antes que eso llegó X-Men: La Decisión Final, que si bien no me disgusta, no se puede comparar a las dos entregas anteriores. El problema fue cambiar a Bryan Singer (Sospechosos Habituales), quien ya demostró maneras como director al cargo de los mutantes, por Brett Ratner (Hora Punta, El Dragón Rojo...). A esas alturas de la película, a la saga de la Patrulla-X le faltaba alcance universal, una Fénix demasiado constreñida en la Tierra, cero poder desatado, nada que ver con La Saga de Fénix Oscura, tebeo del que se toman algunas licencias, ligeras, pero ahí están. Iconos desaprovechados como Cíclope, Ángel... De este último, debo decir que en según qué ocasiones, aborrezco las presentaciones excesivamente largas de personajes hasta poder llegar a un estado reconocible como identidad con superpoderes.


Es por eso que tras haber visto esta X-Men: Primera Generación, mis impresiones sobre el nuevo rumbo de la saga (hasta que se decidan a hacer "X-Men 4") son altamente favorables. Primero, no hace falta que nos presenten a los personajes porque ya los conocemos de entregas anteriores. Aunque algunos de ellos son nuevos, no nos hace falta más que unas pocas pinceladas para hacernos a ellos, para eso está el resto de la película, para verlos en desarrollo. Aprended esta breve pero crucial lección, directores y guionistas. Segundo, al conocer de antemano a los personajes, el cómo serán en un futuro, hace que la trama pueda desarrollarse como le dé la gana. Tercero: si a esto le añades una ambientación real que está a medio camino entre la ficción y la ucronía histórica, seguramente la cinta salga bien. Me parece un absoluto acierto el incluir ciertas partes de metraje de archivo sobre la Guerra Fría y la Crisis de los Misiles de Cuba (1962), que es una de las bases de la ambientación esta vez, porque no hay nada mejor que ese tipo de integración en una historia ficticia donde los mutantes viven con nosotros, pasan por las mismas etapas históricas que nosotros, y se dirigen hacia el mismo futuro que nosotros, salvo por la diferencia de que ellos acabarán convirtiéndose en el homo superior, y nosotros seguiremos quedando como meros homo sapiens, algo es algo (para más detalles, leer Nuevos X-Men). Este vistazo a los comienzos de los años sesenta está plagado de detalles como el aspecto retro de todo el conjunto, especialmente en el vestuario y los ornamentos decorativos y militares. Un diez para la ambientación.

Los personajes

Junto al acierto de la atmósfera sesentera, queda comentar la música y los personajes. En cuanto a esto último, debemos decir que el reparto de actores, muy conseguido. El casting ha sido acertado, los personajes incluidos en la trama... no tenemos queja, aunque difiere bastante sobre los orígenes que tenemos sobre la primera Patrulla-X, pues falta el Hombre de Hielo (que ya ha sido incluido en las anteriores películas, desgraciadamente para los puristas), Ángel, Cíclope, Jean Grey... etc. A vida nueva, grupo nuevo, eso es lo que se pretende. Supongo que no habrán querido tirar del chicle ya mascado para no liar la cosa y de paso ofrecer nuevos chicos mutantes que añadir a la panoplia. Por lo menos Bestia sí viene en el lote, al que ya hemos visto en X-Men: La Decisión Final. De todas formas, esta elección es muy diferente a la aparecida en los cómics de X-Men: Primera Clase, nos queda el aspecto de los trajes amarillos.


El mejor papel para mi gusto en esta nueva entrega, personaje al que se le ha pretendido dotar de una mayor profundidad y desarollo, es Erik Lehnsherr, conocido como Magneto. Con una excelente interpretación de Michael Fassbender (Malditos Bastardos), el pre-villano se convierte en el eje principal de la película junto a un más que cumplidor James McAvoy (que ya hizo el papel principal en otra adaptación de tebeos, Wanted) como el profesor Charles Xavier, antes de la silla de ruedas, antes de la ausencia total de cabello. También tenemos a Rose Byrne como la científica Moira MacTaggert, a Jennifer Lawrence como Raven (Mística), otro de los personajes fundamentales de la cinta, y a Nicholas Hoult como Hank McCoy (Bestia). El resto del reparto son caras aún por conocer, que posiblemente repitan en una futura entrega.

En el papel villanil contamos con January Jones caracterizada como Emma Frost, un personaje que viene que ni pintado para representar todo el tema de la parapsicología que desencadenó un creciente interés durante la Guerra Fría (ahí está Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal). El personaje luce muy bien en la película, aunque teniendo en cuenta los cómics, me esperaba una Frost más voluptuosa (no demasiado). Cómo no, también contamos con Kevin Bacon en el papel de Sebastian Shaw, líder del Club Fuego Infernal en Nueva York. Si hay algo que se le da bien a Bacon es el ser malo, ¿alguien le recuerda en algún papel diferente? También con el camaleónico Jason Flemyng como el demonio Azazel (sus poderes recuerdan mucho a los de Rondador Nocturno en X-Men 2), un actor que termina teniendo (no sé si aposta o no) papeles de lo más variopintos, mires hacia donde sea, ahí está él haciendo de monstruo o de paria.


Erik Lehnsherr es, como digo más arriba, el personaje mejor caracterizado de todo el reparto, el que acapara buena parte del metraje con su presencia, actuación y desarrollo. El prólogo de la película se centra en él, cuando siendo adolescente fue arrebatado de brazos de sus padres en pleno holocausto judío. Ese prólogo, que ya pudimos disfrutar muy brevemente en la primera X-Men, sirve aquí para desarrollarlo en su totalidad, momento en el que vemos a pleno potencial los poderes del que en un futuro se convertirá en el odiador de la raza humana Magneto, poder que tan sólo puede desatar con la ira y el sufrimiento. Más allá de eso será una cuestión de venganza contra los nazis que acabaron cambiaron su vida, por lo que se plantea el siguiente interrogante: ¿el fin justifica los medios? El personaje tiene profundidad abismal, sufre, demuestra sus dotes, y encima el actor tiene presencia. Se ha convertido en un Magneto excelente, nada que envidiar al de Ian McKellen, pues ambos se complementan a la perfección. Además, hay un momento a lo Ocean's Eleven con Xavier y Lehnsherr muy divertido donde se buscan nuevos mutantes para el proyecto de escuela privada del profesor, en el que vemos un cameo que sin duda supone un golpe de efecto muy bien conseguido, despertando la sonrisa en más de uno.

La música

Henry Jackman es el fabulador del score de X-Men: Primera Generación, quien ha conseguido crear un tema principal muy completo, épico e inspirador, y que nos recuerda al de Tron: Legacy en ciertos puntos (aunque salgan de diferente batuta). El resto de la composición pasará más o menos desapercibida por la fuerza de las imágenes, pero este tema es lo que se nos quedará sin dudalo en el tambor de nuestros oídos. Y si no lo recordáis al acabar la película, escuchadlo en vuestro reproductor de música favorito, pues en él se resume la esencia de X-Men: Primera Generación, el camino hacia un futuro prometedor, el saber que los mutantes no están solos, que hay otros iguales a ellos que desean seguir una línea paralela de compañerismo y amistad contra las adversidades. Eso significa X-Men. El compositor ha trabajado en otras bandas sonoras como Hancock, Kick-Ass, El Caballero Oscuro (al sintetizador), Kung Fu Panda, e incluso en Piratas del Caribe: En el Fin del Mundo.

Conclusión

Por su premisa, por su reparto, por su interesante y bien integrada ambientación, por su aportación al panorama mutante en el mundo del cine, X-Men: Primera Generación es una película obligada para los que gusten de las adaptaciones de tebeos a pantalla grande. No se han quedado cortos y han echado buena parte de la carne en el asador, por una vez obtenemos una película sin complejos ni ínfulas de grandeza. Si eres de los que aborrecieron X-Men: La Decisión Final, olvídate de relacionarla porque estamos ante una película completamente distinta. Desde luego que se ha convertido en el estreno superheroico del año, superior en todos los aspectos al Thor de Kenneth Branagh. Mejor película, mejor argumento, mejor aprovechamiento de guión, y mejores personajes, además de continuos guiños a los tebeos. No se puede pedir más.

***

Ventajas:
-Los personajes, pero en especial la caracterización de Michael Fassbender como Magneto.
-Su ambientación, su banda sonora.
-Una cinta de mutantes sin alardes.
-El clímax final, espectacular.

Desventajas:
-Prácticamente nada. Por pedir, que la cinta hubiera contado con los integrantes de la Patrulla-X original.
-Los que a partir de ahora hagan películas de superhéroes deberían tomar ejemplo.

por Loren Sparrow julio 03, 2011