Reseña del sexto capítulo de la serie de la HBO para televisión, Juego de Tronos ('A Golden Crown'), emitido en Canal + el día 13 de junio de 2011.
El sexto episodio de la serie de televisión inspirada en los libros de George R. R. Martin, "Canción de Hielo y Fuego" describe uno de los tantos acontecimientos que más chocó a los lectores de Juego de Tronos, primera novela de la serie. Una Corona de Oro, es una metáfora sobre la fragilidad del poder, y de la ambición como fruto de la inexperiencia. También nos habla algo más del os Targaryen, ese antiguo linaje que estuvo emparentada en el pasado con los dragones.
Por supuesto, para leer esta reseña es aconsejable haber llegado hasta aquí en el visionado de la serie, o haber leído el primer tomo de la saga, pues contiene SPOILERS que es mejor evitar para no destripar por completo las sorpresas y giros que da la trama.
Ned Stark despierta en sus aposentos, guardando reposo por la herida sufrida a manos de uno de los soldados de Jaime Lannister cuando éste fue a buscarle para pedirle cuentas por la captura de su hermano Tyrion, acontecimientos que se narran al final de El Lobo y el León (Capítulo 5). Es aquí donde Ned contempla una pelea entre el rey Robert y su esposa Cersei, el primero con recelos respecto a lo que pasó realmente entre la trifulca de su amigo y su cuñado, la segunda con una obstinada teoría totalmente falsa e infundada sobre lo que realmente pasó. Sabemos de qué pie cojea cada uno, sus debilidades, cambios de humor y demás. Pese a que Ned dimitió de su cargo por su negativa a asesinar a la joven Targaryen, vuelve a ser Mano del Rey otra vez.
Este capítulo, hay que decir, hace un especial hincapié en varios aspectos de los Stark. Por un lado, Arya continúa aprendiendo valiosas lecciones de su maestro de esgrima, Syrio Forel. Por otro lado, allá en las proximidades de Invernalia, Bran prueba su nueva silla de montar (ingenio ofrecido por el Gnomo), mientras que el pupilo de Lord Eddard, Theon Greyjoy, insta a Rob Stark a que inicie los preparativos de la guerra contra los Lannister por la afrenta contra su padre, hecho que debería pagarse con sangre, y en ausencia del Señor de Invernalia, el siguiente al mano debería ser el mismo, por tanto el que tome las riendas de un curso de acción apropiado. Pero Jaime ha abandonado Desembarco del Rey para huir hacia Roca Casterly con tal de evitar una represalia por haber herido a la Mano del Rey. Mientras tanto, Bran se ha metido en problemas puesto que unos bandidos han salido a su encuentro en el bosque. Incapaz de defenderse, Rob sale en ayuda de su hermano, momento en que asistimos a una escena de lucha bastante realista donde no falta la sangre. En el último momento, Theon salva la situación gracias a su pericia con el arco.
Debido a que el rey Robert se encuentra de cacería junto a su hermano Renly (con quien tiene una discusión entre los árboles) y Ser Barristan, la actual Mano del Rey debe encargarse de los problemas que acucian al reino. Audiencia con la Mano del Rey al cargo del reino mientras Robert caza. Durante la audiencia celebrada por Ned, un granjero pide ayuda porque su pueblo ha sido asaltado, aunque recalca que los incursores no era bandidos, pues no robaron nada. En su lugar dejaron una montaña de pescado maloliente, una clara mención a los Tully, casa a la que pertenece la esposa de la Mano (un mensaje transmitido al estilo de El Padrino, hay que decir). Se dice que la Montaña está tras el ataque. Ned ordena la captura de Ser Gregor Clegane, despojándolo de todo título, tierra y rango de caballero, sentenciándolo a muerte. Además proclama que Twin Lannister tiene una quincena para presentarse en Desembarco del Rey para responder por los atropellos cometidos por los hombres a sus órdenes. Quizá se trate de una medida algo drástica que pueda tener serias repercusiones en el futuro, pero Ned se muestra algo afectado por los acontecimientos previos. Petyr apunta que quizá es algo arriesgado "tirar de la cola al león".
Siguiendo con Ned, decir que el personaje ha alcanzado por fin el culmen de sus investigaciones acerca de los que dejaron tullido a su hijo Bran. Tras las protestas de Sansa por tener que dejar Desembarco del Rey para volver a Invernalia, y después de que esta haya aceptado las disculpas de Joffrey por su monstruoso comportamiento anterior (cuando fue mordido por el huargo de Arya), Ned llega a la conclusión de que es verdaderamente extraño que Joffrey tenga el pelo completamente rubio, siendo como es un Baratheon cuya familia siempre ha tenido el pelo negro. En especial después de que Sansa admita que está completamente enamorada (niña malcriada que ha hecho demasiado caso a los cuentos de las septas), y que desea tener "preciosos hijos de pelo rubio". En Linaje e Historia de las Grandes Casas de los Siete Reinos (excelente muestra de atrezzo) se mencionan las familias y sus descripciones físicas. La paternidad de Joffrey está más que clara, revelación que va a costarle caro a Ned en los próximos episodios.
No podíamos dejar de hablar de Tyrion Lannister, que como sabemos, está prisionero en el Nido de Águilas, fortaleza gobernada por Lysa Arryn. Una vez más, el ingenio de Tyrion juega a su favor, una de las características fundamentales del personaje a tenor de su condición física. Sobornando al carcelero con el popular dicho de "más rico que un Lannister" o "los Lannister siempre pagan sus deudas", se evita a sí mismo pasar un día más en las Celdas del Cielo, gracias también a la escasa inteligencia del carcelero Mort. Este último le lleva ante Lysa para poder confesar sus crímenes, pero tras mofarse un poco, y ante la inminente vuelta a las celdas, Tyrion pide un juicio por combate. No faltan caballeros para representar a Lady Arryn. Risas y mofas cuando Tyrion nombra a algún voluntario que luche por su causa (el Matarreyes se encuentra demasiado lejos, aunque es nombrado), ante la amenaza de ser arrojado por la Puerta del Cielo, para que el Señor del Valle pueda "ver volar al hombrecito malo". Bronn, el mercenario que estuvo en la emboscada ocurrida antes de llegar al Nido, lucha por él en un combate tenso y que causa bastante expectación. Un tipo armado con espada y equipado con cuero tachonado (Bronn), contra un caballero embutido en su coraza, armado con espada y escudo. Las probabilidades parecen escasas, pero el mercenario surge vencedor, pues es perro viejo y se conoce más de una artimaña. Gracias a esto vamos a ver una futura e interesante relación entre Tyrion y el mercenario, que es uno de los detalles que más me gustaron de la novela Juego de Tronos.
Más allá del Mar Angosto... Daenerys Targaryen descubre que al poner sus tres huevos de dragón al fuego no sufre ni una sola quemadura al tocarlos de nuevo, al contrario que su criada. Una verdadera Targaryen no debería sufrir daño alguno por este hecho, su linaje proviene de los mismos dragones, por cuyas venas corría sangre de fuego. Pero es lo que viene a continuación cuando adquiere significado el porqué del título del episodio, "Una Corona de Oro".
Tras el sangriento y expectante ritual de sangre de los dothraki para con su nueva Khaleesi, que consiste en devorar un corazón de caballo sin desfallecer (al parecer, la actriz vomitó de verdad durante la escena, pese a que le aseguraron que el corazón falso sabría parecido a un osito de gominola), ciertamente uno de los momentos cumbre de este capítulo, el príncipe Viserys vuelve a mostrarse una vez más receloso, lleno de envidia por el éxito que su hermana está teniendo entre el pueblo que el mismo ha contratado para recobrar el mandato de los Targaryen en los Siete Reinos. Deberían adorarle a él, seguir sus órdenes, pero no es así. Para más inri, el hijo del Khal Drogo que Daenerys espera en su vientre se llamará Rhaego, una fusión entre las tradiciones de la ancestral dinastía y el pueblo de los caballos. En ese momento Viserys toma la determinación de abandonar Vaes Dothrak con los huevos de dragón para seguir su propio curso de acción de tomar Poniente, pero Ser Jorah se lo impide, por lealtad a la casa Targaryen. La dinastía, venida a menos, lo está aún más cuando, en el momento de la celebración por la prueba superada de la Khaleesi y el buen augurio hacia el futuro Khal, Viserys aparece borracho y con ganas de bronca. Ante amenazas hacia su propia hermana, su petulancia, su falta de respeto y sus exigencias de una corona de oro que se le prometió... Drogo derrama un torrente de oro (broches fundidos en una olla puesta al fuego) sobre la cabeza del mayor de los Targaryen, mermando así de nuevo el linaje de los dragones, pero recompensando finalmente al príncipe con su tan ansiada corona de oro. Estaríamos hablando de un destino demasiado cruel de no ser por la amenaza a la propia Khaleesi y al hijo en su vientre. Uno de los momentos álgidos del capítulo, así como de la novela, una suerte de metáfora sobre la ambición, el sueño del rey Midas convertido en realidad. "El fuego no mata a un dragón" es la frase que Daenerys pronuncia tras la muerte de su hermano. El mazazo final del episodio, que supone un buen broche final al mismo.
Ventajas:
-El momento "corona de oro", espectacular.
-Ned llegando a la conclusión de parte del tinglado montado en Desembarco del Rey.
Desventajas:
-Que debido a todo el trajín de ser Mano del Rey, Ned no haya caído antes en el cabello completamente rubio de Joffrey.
-No se hubiera echado en falta algo más de preparación para la cacería de Robert.
3 comentarios
el momento de la corona es tremendo :) me esperaba algo, pero precisamente así..
Fue muy buen capítulo, me ha gustado revivirlo con la reseña. ^^
Me gustó mucho tu reseña...
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.