Todos hemos oido hablar de esta saga, mil y un comentarios sobre ella, por lo que no necesita presentación alguna a estas alturas. Los lectores habituales de Dragonlance ya conocerán este volumen de transición, que supone al mismo tiempo un final y un nuevo inicio hacia otra época dentro de la conocida franquicia creada por Margaret Weis y Tracy Hickman. Para los que no, una novela que continúa el ciclo iniciado tiempo ha en "Dragonlance", ideal como puente para la comprensión de posteriores novelas. Se trata de una obra que recupera algo del espíritu original, pero que no llega a la altura de las trilogías que hoy día (se quiera o no) se consideran como clásicos de la fantasía épica: Crónicas de la Dragonlance y Leyendas de la Dragonlance. Esas dos obras son el pilar fundamental de la saga, que pueden ser independientes, o continuar hasta donde el lector buenamente quiera o pueda. A mi personalmente, aunque hace ya unos cuantos que la leí, El Ocaso de los Dragones me pareció una novela divertida, y que me atrapó por el estilo que acostumbran los autores, de situaciones memorables, otras no tanto. Una lectura sencilla, sin complicaciones, para pasar un rato francamente entretenido.
Con la premisa de un verano abrasador como jamás ha sido visto en Krynn, se inicia esta novela (volumen único en el original, doble en castellano) que tiene de particular el hecho de que los personajes principales son los descendientes de aquellos que tomaron parte en la Guerra de la Lanza hace ya tres décadas (acontecimiento que se relata en las “Crónicas” antes mencionadas). Esta introducción de personajes nos lleva a ver nuevos grupos y sucesos que han venido marcando el devenir de esta nueva ambientación. El ejemplo más evidente es el de los Caballeros de Takhisis, que toman el nombre de la diosa antagonista de toda la vida en la saga, la Reina Oscura, para crear una orden de caballeros, que si bien tienen su base en el mal, no son todo lo maléficos que debieran a ojos vista. Pero el principal problema que todos los personajes deberán afrontar en última instancia será Caos, el padre de todos los dioses, en una épica confrontación final de las que se recuerdan. Ahora que lo veo con cierta retrospectiva, la lucha final contra el padre de los dioses me recuerda a un jefe final de ciertos juegos online de rol actuales, un hecho que vuelve a poner de manifiesto la intención de estas novelas, el puro afán de entretenimiento y sabor añejo en la fantasía.
Usha (criada por los Irda), empeñada en encontrar a su padre (que no es otro que Raistlin, el mago enfermizo de siempre), Palin Majere, hijo de Caramon Majere y Tika Waylan, empeñado en buscar a su tío Raistlin, así como Steel Brightblade, un paladín oscuro, miembro de los citados Caballeros de Takhisis. Todos ellos forman el bloque principal de los personajes principales, con una tarea común o lazos que podrían unirles en determinadas circunstancias. Pero no sólo hay personajes nuevos en la novela, también nos encontramos a viejos conocidos que hacen un cameo en sus páginas, incluso toman parte en la trama, como el kender Tasslehoff Burrfoot, aunque los autores también hacen cierta criba de personajes principales de las anteriores trilogías, algo que también es de cierta importancia en El Ocaso de los Dragones.
Estamos ante una una novela entretenida y ágil, como acostumbra hacer el dúo Weis / Hickman, aunque el nivel de aventura, épica, magia o lo que el lector quiera valorar, no llega a las trilogías cumbre de la saga "Dragonlance". Pero eso sí, no faltan las batallas, espectaculares. Parece recuperar en ciertos momentos algo de su espíritu original, que estaba marcado por un fuerte sabor a una partida de rol clásica de inspiración en Dungeons & Dragons, algo que cambió radicalmente en las “Leyendas”. Pero en general, El Ocaso de los Dragones cambia su planteamiento y las aspiraciones de los personajes. Se trata de un cambio que motivó las tendencias en TSR (y así influye a su vez en los escritores de franquicia), la editora original de la ambientación de "Dragonlance" para el juego de rol de Advanced Dungeons & Dragons, un cambio que puede gustar o no, pero que ahí está para bien o para mal. Esto llevará a una nueva era y una nueva propuesta para "Dragonlance" que continuará en El Amanecer de una Nueva Era (de Jean Rabe), donde ya pisamos el terreno de la Quinta Era, para posteriormente terminar en el campo de La Guerra de los Espíritus (de nuevo con Weis y Hickman).
Dónde situar "El Ocaso de los Dragones"...
Para leer El Ocaso de los Dragones es obligatorio haber leído previamente las Crónicas y Leyendas de "Dragonlance". Aunque también sería de interés para el completismo el haber echado un ojo a los relatos contenidos en el tomo La Segunda Generación, aunque desgraciadamente no son todos los que están ni están todos los que son. Para leer al completo La Segunda Generación también hace falta leer los tres relatos dispersos que se encuentran en la 1ª trilogía de Cuentos de la Dragonlance (sus títulos son El Legado, ¿Qué te Apuestas? y La Hija de Raistlin). Salvado este escollo, tendremos la lectura al completo de La Segunda Generación en castellano, o bien podemos dirigirnos directamente al libro en inglés (con nueva portada de Matt Stawicki).
De igual forma, se puede leer El Ocaso de los Dragones sin el tomo previamente citado, aunque por ciertos vacíos argumentales que nos puedan poner en duda, es recomendable su lectura, pese a que ya en la misma novela nos relatan muchos eventos del pasado de los personajes y la situación actual del mundo en la novela. Paralelamente, existe otra serie de libros, The Chaos War (cuyo título de colección fue omitido en España), compuesta por cinco volúmenes independientes entre sí, que o bien confluyen en la trama final de El Ocaso de los Dragones (como es el ejemplo de Gilthas, Orador de los Soles, novela recomendable para estos casos), o relata acontecimientos derivados de La Guerra de Caos.
El Ocaso de los Dragones está editado en todas sus ediciones por Timun Mas. La edición antigua la formaba un par de tomos en formato de bolsillo (Los Caballeros de Takhisis y La Guerra de los Dioses, portadas de Larry Elmore), que ahora pueden encontrarse indivisiblemente en un cómodo estuche (2004, 843 páginas, 19 doblones). También existe una edición de coleccionista (2000, 703 páginas, 25 doblones), editada en tapa dura con cinta de lectura, en un formato uniforme y más grande, aunque sin anotaciones de los autores (en el original tampoco existe), al igual que ocurría con las dos trilogías principales editadas en este último formato. Por último, también puede encontrarse en la edición de kiosco de Altaya, de hace algunos años. Tapa dura, peor papel, y un precio más económico.
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