La adaptación llevada a la gran pantalla por el maestro de lo fantástico y lo gótico, Tim Burton, es posiblemente la más sangrienta de las realizadas hasta la fecha por el director. No recomendada para estómagos sensibles, pues salen escenas de considerable chasquería como para provocar náuseas a más de uno, aunque no roce el mal gusto de manera total. Tras Sleepy Hollow (de la que bebe en parte), es en mi valoración personal “Burton” la más sangrienta de toda su filmografía, sin lugar a dudas. El líquido rojo cobra una gran importancia en esta historia de venganzas y asesinatos protagonizada por uno de los iconos personales del director, Johnny Depp, así como por su mujer Helena Bonham Carter, donde además aparece el gran Alan Rickman, o Timothy Spall ("Colagusano" en Harry Potter). Todos ellos personajes a los que les deseamos algún mal, y que Todd acabe pronto con ellos, tal es la repugnancia que suscitan. Véase al personaje interpretado por Timothy Spall, el secuaz del Juez, Beadle Beamford, ser engreído, horripilante, corrupto e hipócrita por naturaleza. En cualquier caso, unos personajes perfectamente caracterizados, que inspiran inquietud, en especial Sweeney Todd, quien le valió a Depp una nominación a los Oscar por su papel, así como el vestuario de la película en general. Ganó finalmente la dirección artística y el Globo de Oro a la mejor película y al actor.
Al tratarse de un musical, la cantidad de canciones incorporadas en el metraje son abundantes. Personalmente, es difícil (aunque no imposible) superar el gran nivel melódico alcanzado por Danny Elfman en, por ejemplo, Pesadilla antes de Navidad. Claro que la comparación con ambas es algo injusta, pues se trata de dos productos totalmente opuestos. Las canciones de Sweeney Todd resultan asonantes en su mayor parte, algo estridentes, no me llegan a convencer del todo, les falta algo de melodía, aunque es cierto que tienen un punto salvaje, caótico, que encajan muy bien con el tono que tiene la película. Menos mal que al menos las canciones no han sido dobladas, porque se perdería el registro de los actores originales, que aunque los actores no son ni mucho menos cantantes de profesión, hacen un buen papel y al menos satisfacen al espectador con lo que se exige en una película de estas características. Las canciones se corresponden con las letras originales creadas por Stephen Sondheim para el musical de Broadway, aunque retocadas para una adaptación cinematográfica, también compuestas por Jonathan Tunick, el compositor original de dicho musical. Para muestra un botón, Wait:
Lo más curioso de todo es que se trata de una historia de amor en realidad, con un final muy irónico, plena justicia de lo que ha ido aconteciendo durante la cinta. La venganza es, de igual forma, el objeto que mueve tanto las iras de los personajes como de los antagonistas, aunque estos no ven lo que se les viene encima hasta que es demasiado tarde, en la forma de unas afiladísimas navajas que podrían cortar el papel en un solo suspiro. Benjamin Barker, autoproclamado Sweeney Todd, busca venganza, es un asesino despiadado, y está loco. Un drama victoriano, con un personaje totalmente atormentado por la injusticia cometida contra su persona gracias al Juez Turpin, al que le tiene verdadera ojeriza. La mujer de Todd le fue arrebatada, su hija encerrada en casa del juez, sus dos amores largo tiempo perdidos durante quince largos años pasados en prisión por una falsa acusación. Pero Todd no estará solo en su sed de sangre, ya que le acompañará Mrs. Lovett, una pastelera que elabora jugosas y apetitosas empanadas de carne con los cadáveres que Todd va cosechando por el camino para luego dárselos a sus clientes, quienes sienten verdadera devoción por ellos. Realmente repugnante.
Sin ser redonda, esta versión de Sweeney Todd posiblemente se convierta en una de las preferidas del director, o pase directamente por una de las regulares (que son unas cuantas, por increíble que parezca) de su filmografía. Mis favoritas siguen siendo la del jinete sin cabeza, Sleepy Hollow, y las de los muñecos de La Novia Cadáver o la citada Pesadilla antes de Navidad (dirigiendo Henry Selick), aunque reconozco que me lo pasé terriblemente bien con el barbero diabólico y sus crímenes. El tono lóbrego de un Londres sucio, decadente, roñoso, una fotografía que capta las oscuridades y las luminiscencias de una época victoriana que en la cinta luce como nunca. Estamos ante la máxima expresión de la oscuridad y la degradación en las mentes torturadas de los personajes, lo sangriento y enfermizo llevado a la máxima expresión.
Título Original: Sweeney Todd. / Director: Tim Burton. / Género: Musical. Drama. Thriller. / Nacionalidad: Reino Unido, Estados Unidos. / Estreno: 15 de Febrero de 2008 (12 de Diciembre de 2007 en Estados Unidos). / Duración: 116 minutos.
3 comentarios
De las pocas peliculas de Tim Burton que todavia no he visto. Me encanta el estilo gótico en el que están ambientadas ;)
Esta no es de sus mejores ni de sus peores. Es curiosa, está muy bien recreada, y es muuuy sangrienta. xD
Pues yo la meto en el saco de sus peores películas. Lo único que me gustó fue la ambientación, lo demás...
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.