La cuarta edición de los premios Kelvin 505 ya tiene finalistas. Estos premios literarios están unidos a la organización del festival Celsius 232 y se otorgan desde 2016 a las mejores novelas de fantasía, terror y ciencia ficción publicadas en lengua castellana durante el año anterior. El jurado, compuesto por profesionales del sector, tiene hasta el 14 de junio para deliberar qué obras serán las triunfantes. Los ganadores se darán a conocer el 24 de junio a través de las redes sociales del festival Celsius 232, cuya séptima edición, por cierto, se celebra este año del 17 al 20 de julio. Estos son los finalistas de las cuatro categorías del premio:
Mejor novela
- El amante germano, de Pilar Pedraza (Valdemar)
- Antisolar, de Emilio Bueso (Gigamesh)
- Kentukis, de Samantha Schweblin (Random House)
- El último sueño, de Guillem López (Minotauro)
Mejor novela traducida
- Estación Central, de Lavie Thidar, con traducción de Alexander Páez (Alethé)
- El fin de la muerte, de Cixin Liu, con traducción de Agustón Alepuz Morales (Nova)
- El portal de los obeliscos, de N. K. Jemisin, con traducción de David Tejera Expósito (Nova)
- La extraordinaria familia telemacus, de Daryl Gregory, con traducción de Carles Andrey (Blackie Books)
Mejor novela juvenil
- El bestiario de Axlin, de Laura Gallego (Montena)
- La balada de los unicornios, de Ledicia Costas (Anaya)
- La deriva, de José Antonio Cotrina (SM)
- Ellos y nosotros, de Costa Alcalá (Montena)
Mejor novela juvenil traducida
- Una canción salvaje, de Victoria Schwab, con traducción de Nora Escoms (Puck)
- Nimbo, de Neal Shusterman, con traducción de Pilar Ramírez Tello
- Iskari, de Kristen Ciccarelli, con traducción de Carmen Torres y Laura Naranjo (Nocturna)
- Hijos de sangre y hueso, de Tomi Adeyemi, con traducción de Ana Mata Buil (RBA)
Nota: la ilustración que encabeza la noticia es obra de Enrique Corominas y es parte del cartel oficial de la primera edición del festival Celsius 232 celebrada en 2012.
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.