La primera edición de este clásico juego de rol narrativo de James Wallis se publicó en 1998, y ahora alcanza su tercera versión extendida que añade más variantes de juego.
Las aventuras literarias del personaje se equiparan, en la literatura infantil, a las de clásicos como Don Quijote de la Mancha o de Los viajes de Gulliver, por lo que no es de extrañar que se trate de un juego narrativo —un Rôle-Play, como señala el barón— donde los jugadores adoptan el papel de aristócratas del siglo XVIII que retan a otros jugadores a relatar sin pausa una historia improvisada a partir del esquema propuesto por otro jugador.
La gracia del asunto, y además se trata de una fórmula que en los últimos años han adoptado otros juegos del estilo (como puede ser Érase una vez, también diseñado por James Wallis, aunque este va con cartas), es que los otros jugadores pueden imponer trabas al relato con las llamadas Objeciones e Interrupciones. En última instancia, y una vez concluido el relato, los jugadores votan las diferentes incoherencias que haya tenido el relato y el mejor mentiroso es el ganador.
La de Fantasy Flight Games es la tercera edición expandida —180 páginas en tapa dura por 24,95 dólares— e incluye una docena de variantes para hacer del juego una experiencia más interesante, como por ejemplo una sobre el transporte público de Londres, mejorar el mundo a través de la invención y la novedad, otra sobre la Edad de Piedra y jugar a ser habitantes de las cavernas, una bien curiosa ambientada en los Mitos de Cthulhu "del colega Lovecraft", además de una dirigida los que han leído demasiadas novelas.
Para todos los interesados en el barón Münchhausen y su Rôle-Play, recordar que Terry Gilliam dirigió en 1988 una simpática y ya clásica película de aventuras y fantasía titulada Las aventuras del barón Munchausen, protagonizada por John Neville en el papel del barón, Eric Idle, Oliver Reed, Jack Purvis, Valentina Cortese, Jonathan Pryce y Uma Thurman, entre otros.
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.