No es que el artista americano de los ultrarrecomendables libros de Oz junto a Eric Shanower odie el país de las hadas, sino que I Hate Fairyland es el título de su nuevo trabajo de cómic en solitario. Porque un título como ese solo puede significar una cosa: que Skottie Young ama de verdad la fantasía y el mundo de las hadas aunque lo muela a hachazos.
El sello IMAGE pone a la venta en unos meses el primer número de I Hate Fairyland. Con una trayectoria como la del americano podemos esperar un dibujo totalmente desenfadado, plagado de violencia gráfica muy poco contenida la mayoría de las veces y referencias a clásicos populares de la literatura (al fin y al cabo esta es una serie de cuentos). Young es un artista muy divertido y no hay más que echar un ojo a cualquiera de sus aportes a la industria del cómic o sus versiones de famosos personajes de videojuegos (mirad en internet y ved todo lo que podéis encontrar).
Es la primera vez que Young publica con IMAGE y es obligatorio decir que ha tenido plena libertad creativa tras pasar por la Casa de las Ideas con trabajos como la mencionada serie de Oz, Mapache Cohete o Nuevos X-Men.
Cabe decir que Young es también el artista que puso los dibujos en la edición americana (y española) de El galáctico, pirático y alienígena viaje de mi padre de Neil Gaiman (EGPAVP a partir de ahora, por si hay que volver a mencionarlo).
I Hate Fairyland va de una niña llamada Gertrude que queda atrapada en un mundo de arcoíris lleno de conejitos y gominolas. Por lo visto, eso hace que, atención a lo que viene, Gertrude tenga unas ganas locas de coger un hacha de batalla y cargarse todo lo que se mueva. Tiempo tendrá de sobra, porque se pasará treinta años en su adorado mundo de dulces y animales esponjosos. En el inicio Gertrude tiene nada más y nada menos que cuarenta añazos aunque no los aparente.
Según comenta Young, "I Hate Fairyland empezó conmigo leyendo innumerables libros infantiles a mi hijo y preguntándome como es que todos esos niños en todos esos mundos de fantasía no quieren matar a cada uno de los personajes con los que se encuentran. O bien esos personajes enseñan a los niños que tienen que escuchar a los mapas parlantes cantar una y otra, y otra vez canciones cuya letra dice SOY EL MAPA. Y por eso nació Gertrude. Llevo años volviendo locos a mis hijos con las diferentes versiones de este cuento. Jason Howard seguramente quiera matarme con un hacha gigante por culpa de las horas que le he hecho escuchar mi tormenta de ideas".
Gusanos que sueltan acertijos, gigantes e islas de helados son solo algunas de las cosas que podrán verse en I Hate Fairyland.
Young tiene razón en que hay veces en que nos entran unas ganas locas de arrasar con todo personaje que pone trabas a los protagonistas de los cuentos para niños. Si habéis leído los libros de Oz ya sabéis de lo que habla y no merece una nota al margen, y ya ni hablamos de Alicia en el País de las Maravillas, el máximo referente de la literatura basada en el viaje a otro mundo donde encontramos personajes a cada cual más extraños, desconcertantes e irritantes que los anteriores.
I Hate Fairyland #1 se publica el 14 de octubre en formato grapa, tendrá 32 páginas y un precio de 3,50 dólares. El color es de Jean-Francois Beauliei y es de momento una serie abierta.
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.