La antología se compone de un surtido de cuentos fantásticos de la autora norteamericana.
Berenice sigue con su intención de recuperar clásicos de la literatura juvenil que creíamos perdidos entre la avalancha de distopías y ucronías diversas que inundan las librerías. Y lo hace publicando una colección de relatos escritos entre 1863 y 1869 por Louisa May Alcott, autora de la célebre Mujercitas.
Sirenitas recoge gran parte de los cuentos escritos por la autora norteamericana, «algunos de ellos escalofriantes y violentos», comenta la editorial, y que fueron publicados en la revista The Atlantic Monthly.
Los textos publicados en Sirenitas, de los más valorados por la crítica de la época, no están dirigidos exclusivamente a lectores juveniles, sino que pueden ser leídos por todo tipo de público que guste de la literaturas. El tema central que se deja adivinar por el título da en el clavo: tritones, ondinas y nereidas son las criaturas protagonistas de Sirenitas, criaturas del mar en definitiva.
La presente edición, dentro de la colección "Los libros de Pan", ha sido seleccionada y traducida por Óscar Mariscal –experto en literatura victoriana y norteamericana dedicada a niños, jóvenes y adultos– por primera vez al español. Entre los relatos de ambiente fantástico incluidos en Sirenitas encontramos otras piezas como la novela corta Ariel o una leyenda del faro –pieza principal de la antología–, y oros textos que comparten escenarios como La amiguita de Fancy o Rizo, la ninfa del mar, además de la única historia fantástica de Alcott que versa sobre los prejuicios raciales.
La edición es en rústica con solapas, tiene 224 páginas, un precio de 14 doblones y ya está disponible en librerías.
La autora
Louisa May Alcott,Germantown (1832–1888). Novelista y educadora estadounidense muy conocida por sus libros para adolescentes, especialmente por sus ya clásicas novelas Mujercitas (1868) y Hombrecitos (1871).
Hija del reformista Amos Bronson Alcott, de quien recibió una esmerada educación, creció en los círculos trascendentalistas de Boston y de Concord, Massachusetts, de los que su padre era simpatizante. Hombre poco práctico, Bronson Alcott fracasó en Fruitlands, una comunidad utópica que había fundado, y Louisa tuvo que impartir clases y trabajar como costurera y asistenta; también con sus textos intentaba contribuir al sustento de su madre y hermanas.
Había escrito su primer libro, Fábulas de flores, a los dieciséis años; deseaba ser actriz y compuso algunas comedias, una de las cuales fue aceptada por el Boston Theater, pero no llegó a ser representada.
Partidaria fervorosa de la causa abolicionista, se ofreció como enfermera durante la guerra de Secesión. Ejerció como tal en el Union Hospital de Georgetown; en esa época contrajo la fiebre tifoidea, que afectaría su salud por el resto de su vida. Las cartas en que refería sus experiencias como enfermera, publicadas con el título de Apuntes del hospital (1863), fueron la primera obra suya en hacerla famosa.
Su primera novela, Estado de ánimo, apareció en 1864. En 1865 marchó a Europa, y dos años después asumió la dirección de una revista para niños, Merry’s Museum. Louisa May Alcott pasó los últimos años de su vida en Boston, donde murió.
2 comentarios
Ya estoy tardando en conseguir ese libro.
Las antologías siempre dan un soplo de aire fresco y aportan variedad y detalles curiosos, que uno puede disfrutar en cualquier momento, sin necesidad de que tenga que seguir una historia de 500 páginas.
Me lo apunto!! tiene muy buena pinta. Gracias por la info! :)
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.