en persona es que se trata de un tipo risueño y bonachón. Las dos veces que he coincidido con él he tenido la misma sensación: una persona muy accesible, que no deja de sonreír en ningún momento, activo, inquieto y abierto. La primera vez le encontré por casualidad en una firma de libros. Me atendió con total tranquilidad y se mostró encantado ante la idea de contestar unas preguntas para
. La segunda vez que nos vimos, entre tazas de café, estuvimos charlando con total naturalidad sobre literatura, sobre mi estancia en Toledo, sobre su agenda y novedades como escritor. Muy informal y muy agradable. Y por supuesto, ¡los libros me los dedicó con un boli de gel verde, haciendo honor a su primera novela!
De la conversación me gustaría rescatar varias cosas. Primero que es muy destacable el hecho que Eloy Moreno sea consciente que el mundo de la literatura no es fácil, de hecho él se encuentra en un parón laboral temporal, lo necesario para promocionar su libro, y luego volverá a su puesto de trabajo habitual. Y eso que estamos hablando de su segunda novela "a gran escala”. En segundo lugar, me estuvo comentando que en Toledo se ha creado una ruta para los turistas basada en su libro. Ya se ha hecho una vez con muy buenos resultados y próximamente se volverá a hacer. Esto es pues una invitación, como fue en mi caso, para visitar tan maravillosa ciudad, ahora con este nuevo aliciente, si has leído
Eloy Moreno: En realidad me enamoré de ella hace ya unos años, la primera vez que la visité. Me perdí, literalmente, en sus calles y me encantó la magia que tiene. Pensé que era un buen escenario para una novela actual.
T: ¿Existe esa “calle estrecha, torcida y oscura que aguarda una casa con tres plantas y un patio interior en Toledo”?
E: Sí, existe, jeje.
T: La verdad es que, estos días paseando por Toledo, no he podido evitar mirar por el suelo como un friki para ver si encontraba alguna de esas marcas en forma de corazones que dibujas en tu libro. ¿Existe alguna realmente? ¿No has sentido la tentación de situarlas de verdad para que la gente, como yo hice, las busque después de leerte?
E: Todo lo que aparece en el libro es real, las historias, las leyendas, los escenarios... todo excepto esas marcas, esa es una leyenda que me permití inventarme yo.
T: Empezaste auto editando tu primer libro, El bolígrafo de gel verde, cargado con una maleta llena de ejemplares para intentar que se diera a conocer. ¿De dónde venías antes de ser escritor? ¿Qué recuerdas de esa época? ¿Cómo fueron los inicios?
E: Bueno, yo sigo siendo informático, la literatura no da para vivir. Comencé a escribir hace unos siete u ocho años, con relatos cortos. Y un día, tras haber ganado algún premio que otro con los relatos, me decidí a escribir una novela y a publicarla yo mismo.
E: Secretos, como todo el mundo. Todos tenemos secretos, de otros y propios, y estos últimos, como digo en el libro, son los más difíciles de guardar.
T: En lugar de utilizar el espacio reservado para hablar de ti, lo haces para agradecer al público. ¿Cuánto te han dado ellos a ti?
E: Todo, un escritor se lo debe todo a sus lectores. Por eso casi nunca suelo poner nada sobre mí, aprovecho esos espacios para darles las gracias por su apoyo.
T: El libro se abre con dos citas, una de John Lennon y otra de Lewis Carroll. ¿Cuáles son o han sido tus referentes?
E: No tengo unos referentes literarios muy claros, quizás porque me gusta leer de todo, cada vez algo distinto, creo que eso es muy enriquecedor. Me encanta, por ejemplo, Juan José Millás.
T: Permíteme decirte que la página 13 es magistral, directa, rompedora. ¿Cómo llega uno a esa reflexión?
E: Bueno, a veces sólo hace falta observar. Se me ocurrió un día en el que vi, delante de mí, como a un niño se le escapaba un globo, y saltaba y saltaba porque aún intentaba cogerlo.
T: Todos los títulos están llenos de melancolía y el libro en sí encierra un gran secreto en el corazón. ¿Cuánto de ese secreto ha existido realmente? ¿Sueles escribir desde la experiencia o simulas cada situación?
E: Casi siempre escribo desde la experiencia, pero no lo propia, la experiencia de gente de alrededor que me cuenta cosas, vivencias...
T: Me resulta curioso leer una prosa tan acertada, tan clásica, y entre ella encontrar descripciones de jóvenes mandando mensajes por el móvil; parece que son elementos que aún no acaban de cuadrar en la mente del lector. ¿Te resulta curioso a ti como escritor?
E: La verdad es que es todo un reto, tienes toda la razón. Incluso a mí a veces me resulta extraño mezclar un "whatsapp" en la propia prosa que escribo, pero bueno, yo escribo sobre la realidad, y la realidad evoluciona constantemente.
T: Es genial cuando se describe ese momento nocturno y lo que hace cada persona en su piso para introducir al último que es un protagonista. Aún mejor es el paralelismo establecido cuando se repite la estructura al final del fin de semana. ¿Qué importancia y sentido tienen para ti estos paralelismos con los que has decidido jugar?
E: Me gusta escribir novelas circulares, novelas en que las historias se vayan mezclando, que nunca sepas por donde va a aparecer el siguiente personaje.
T: En tu libro encontramos una dura crítica al sistema político actual, y a otros muchos estamentos. En persona me comentaste que ahora “tenías voz”. Como valenciano, ¿cómo has vivido el cierre de la televisión pública? ¿De haber sucedido antes, hubiese aparecido implícita o explícitamente en este libro?
E: Bueno, creo que Canal9 ya hacía mucho tiempo que había muerto, sólo había que enterrarla, y al final le llegó su momento. Hacía tiempo que era una cadena zombie, un altavoz del gobierno valenciano, lo extraño es que no se hubiera cerrado ya antes.
T: ¿Quién hay detrás del Eloy Moreno que no es el escritor? ¿Cómo lector, te leerías a ti mismo?
E: Claro, me encanta leer sobre la realidad, sobre las historias cotidianas, sobre el comportamiento humano. Me encanta cuando un lector me escribe y me dice que ha llorado, que ha reído, que se ha emocionado leyendo alguna de mis novelas.
comentarios
Tiene pinta de ser una persona muy cercana. Es normal además que tenga el tiempo justo, sobre todo porque hay pocos escritores en este mundo que puedan dedicarse exclusivamente a ser escritores. Ojalá la profesión y los márgenes de beneficio propiciaran un cambio en esta mecánica, pero en fin, siempre hay que tener un poquito de fe. La entrevista ha estado interesante y creo que le has preguntado cosas que pueden despertar la curiosidad de cualquiera que se precie de tener aunque sea un 10% de interés por la literatura. ;)
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.