La novedad con la que la editorial sevillana
Algaida despide el año es una novela histórica de aventuras ambientada en la primera mitad del siglo XIII y protagonizada por un monje guerrero teutónico que tiene la misión de escoltar hasta Tierra Santa a un mercader veneciano que porta una valiosa reliquia. La novela, que ha sido escrita por el italiano
Guido Cervo, inicia la primera parte de la trilogía "El teutón" (
Il Teutone), publicada por vez primera por la editorial italiana
Piemme (
La croce perduta), y a la que sigue
La battaglia sul lago ghiacciato y
La setta dei mantelli neri. Guido Cervo es autor de otra serie de novela histórica ambientada en el Imperio romano, en torno al siglo III d. C., además de otras novelas que tienen lugar en períodos diversos como la Guerra de las Galias o en las conquistas de Atila el Huno.
La cruz perdida está publicada
en formato rústica con solapas, tiene 328 páginas y un precio de 18 doblones, encontrándose a la venta en todas las librerías. La novela está también disponible
en formato electrónico por un precio de 8,99 doblones. Las primeras páginas de La cruz perdida pueden leerse como anticipo en esta misma noticia,
En el año 1241 una horda de feroces guerreros se precipita desde las estepas al centro de Europa. Sedientos de sangre y de saqueos, les precede su fama de crueldad: son los tártaros, cuyo nombre ya es sinónimo de terror. Confiado en la ayuda de unas tropas cristianas que avanzan con lentitud, el ejército de Enrique II, duque de Silesia, será aniquilado en la batalla de Legnica, y cuando lleguen sus aliados solo encontrarán ciudades arrasadas y poblaciones que han huido. De regreso de Tierra Santa, Eustachius von Felben, un monje guerrero de la Orden de los caballeros teutónicos, cruza aquellas tierras desoladas. Es un hombre de armas, animado sin embargo por una fe ardiente. Su misión es escoltar a un mercader veneciano con un importante encargo del dogo de Venecia para el Gran Maestro de la Orden y un regalo de valor inestimable: una cruz cuajada de gemas que había pertenecido a Santa Elena, madre del emperador Constantino. Después de casi veinte años de batallas en Tierra Santa, Eustachius tendrá que medirse con otros infieles más peligrosos que los turcos o los sarracenos, y que están mucho más cerca de las fronteras del mundo cristiano.
por Loren Sparrow
diciembre 14, 2013
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.