Reseña: «Zodíaco nº 1. Aries: El Desafío del Carnero» de Eric Corbeyran, Guy Delcourt y Sébastien Goethals

Título original: Zodiaque: Le défi du bélier.
Guión: Eric Corbeyran, Guy Delcourt.
Dibujo: Sébastien Goethals.
Color: Yago Garcia.
Edición: 48 págs, color. Planeta DeAgostini, marzo 2013.
Precio: 9,95 €.
Traducción: Albert Agut Iglesias.
Temática: Policíaco, cómic.
Correlación: Primera entrega de "Zodíaco".

Una de las últimas apuestas de Planeta DeAgostini por el tebeo franco belga tras las publicación de las tres entregas que conforman la serie Assassin's Creed, y sabiendo que Éric Corbeyran tiene un nombre reputado como guionista de cómics –La Banda Bómbice, Weëna, El Canto de las Estrigias, Destinos: El Fantasma–, ha sido Zodíaco, una serie de trece números donde el guionista explora el thriller sobrenatural, cada álbum dedicado a cada uno de los doce signos del zodíaco más una decimotercera entrega a modo de conclusión de toda la historia –el tomo final ha sido publicado en Francia durante el pasado mes de marzo–. El tebeo francobelga o bande dessinée tiene una buen aceptación en nuestro país, con multitud de historias englobadas en todos los géneros posibles, desde ciencia-ficción hasta fantasía heroica, e incluso temática policíaca como la que ahora nos ocupa en este Zodíaco: El desafío del carnero.

Es cierto que lo que más se publica de bande dessinée en nuestro país no es precisamente el thriller o la historia policíaca, el lector está acostumbrado a otro tipo de historias cuando pensamos en tebeos de factura francesa o belga, pero eso no quita que no podamos disfrutar de una buena historia del mismo cuando se presente la ocasión. En el primer número de Zodíaco, el guionista Éric Corbeyran nos presenta las claves por las que se regirá el resto de la serie, o eso parecemos intuir tras la lectura de El desafío del carnero. ¿Qué nos cuenta la trama? Básicamente, la historia va sobre la investigación policial de un asesino en serie que utiliza uno de los símbolos del horóscopo para cometer sus crímenes, anunciándolos previamente. Con esa sencilla premisa se consigue un argumento mil veces trillado pero resuelto con soltura, que no desentonaría en absoluto en una de las decenas de series policíacas que podemos ver en la televisión.

El guión consigue atrapar con unos buenos diálogos que tratan de incidir en la psicología empleada por el asesino para cometer sus crímenes, mientras que los personajes quedan bien construidos, no sabemos tras la lectura de este tomo si sólo para el primer número o tendrá una continuidad en futuras entregas. Una trama que se desarrolla sin altibajos y que no desprecia la inteligencia del lector, mientras que el tono sobrenatural de Zodíaco se desenrolla hasta los momentos finales, aunque puede que la explicación acordada por el guionista nos sepa a poco e incluso forzada, teniendo que recurrir al resto de tomos de la serie para descubrir qué es lo que relacionada el horóscopo con los personajes.

El dibujo de Sebastien Goethals es competente, plasma las figuras de los personajes y los escenarios de una forma realista, sin demasiados aspavientos en la composición de las viñetas porque estamos ante una trama seria, perfectamente medida, donde los momentos de acción no abundan en favor de la introspección de personajes o el diálogo entre ellos. En ese aspecto, la conjugación entre guión, dibujo y color –obra de Yago García– da como resultado una mezcla interesante que nos deja con ganas de saber lo que se cuece en las futuras entregas. La única pega que le podemos poner a Aries: El desafío del carnero es que se trate de una edición con un precio elevado de cara al tamaño del álbum, reducido respecto al original francés –mucho menor que las entregas de Assassin's Creed o el más reciente El Día D: ¿Quién mató al Presidente?, en la misma editorial–, más teniendo en cuenta que éste tan sólo cuenta con cuarenta y ocho páginas en total. El precio del tebeo franco belga nunca ha sido especialmente barato, por lo que podemos justificar el precio de Aries: El desafío del carnero como algo totalmente natural –eso tratándose de una edición en tapa dura o en formato grande como los álbumes antes mencionados–, pero hubiera sido preferible que el precio de éste estuviera a medio camino entre el de la presente edición y el de The League of Extraordinary Gentlemen: Century 2009, por más que nos proporcione un rato de lectura entretenida.

por Loren Sparrow mayo 16, 2013