El director de documentales Kyle Freeman está pasando por una mala racha. Se enfrenta a la bancarrota y al olvido, hasta que acepta el encargo para hacer un documental nada corriente. En 1975, la secta del Templo de los Últimos Días se autoinmoló en una noche de violencia ritual. Desde entonces, se rumorea que los secretos místicos y las experiencias paranormales del grupo han permanecido ocultos tras su legado de asesinatos, perversiones sexuales y condenas de prisión.
Al iniciarse el rodaje empiezan a sucederse una serie de hechos inexplicables: Kyle recibe inquietantes visitas nocturnas y descubre objetos espantosos que parecen advertencias dirigidas a él, mientras que sus entrevistados comienzan a morir de forma repentina. Kyle descubre, demasiado tarde, que está metido de lleno en el horrible legado de la secta y que existe una buena razón para que los implicados en el caso hayan mantenido silecio durante décadas...
Banyan es un constructor de árboles. Los fabrica, usando chatarra y trastos viejos, para los ricos que buscan un alivio al desolado paisaje. En realidad Banyan nunca ha visto un árbol de verdad, porque todos desaparecieron hace más de un siglo, pero recuerda las historias que su padre le contaba sobre el Viejo Mundo. Aunque eso fue antes de que su padre también desapareciera...
Todo cambia cuando conoce a una mujer con un extraño tatuaje y decide iniciar un viaje en busca del paradero de los últimos árboles. Mientras intenta escapar de los peligros que acechan en las Tierras Yermas, Banyan descubrirá la verdad acerca de su familia, su pasado, y lo que algunas personas son capaces de hacer para recuperar los árboles.
3 comentarios
El constructor de árboles pinta genial, me lo apunto. ¡Gracias!
El segundo tiene una pinta estupenda.
Un beso
¡La verdad es que no tiene ninguna mala pinta! Por lo menos la sinopsis llama bastante la atención.
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.