Mar de Fuego recrea una época turbulenta de la Barcelona medieval sometida a las tensiones de la corte donde se fragua la sangrienta sucesión del conde Ramón Berenguer I. Mientras, el insigne naviero y poseedor de una de las mayores fortunas del condado, Martí Barbany, se enfrenta a los amores de su joven hija fatalmente marcados por la diferencia de clases y a una venganza que se urde en el submundo de la ciudad medieval y que amenaza su vida. Chufo Lloréns vuelve a seducir al lector, como ya hiciera en su anterior y exitosa novela, Te daré la tierra, con la recreación de una ciudad en la que conviven tratantes de esclavos, prostitutas, cortesanas, sirvientes, musulmanes, cristianos, nobles y plebeyos; y, de nuevo, consigue plasmar magistralmente el apasionante retrato de unos años oscuros que sellaron el destino de una ciudad.
Un meteorito caído en la costa de Maine, una mina en Camboya y una extraña radiación en el planeta Marte mantienen un inquietante vínculo entre sí. En tres puntos distantes del planeta están sucediendo cosas extraordinarias. Todo parece indicar que las piedras preciosas halladas en una mina de Camboya son de origen extraterrestre. Al mismo tiempo, un meteorito ha impactado en las costas de Maine, y dos valientes mujeres reman en un bote dispuestas a examinar el cráter. Entretanto, el científico de la NASA que detectó una inexplicable emisión de rayos gamma en Marte ha aparecido decapitado, y alguien ha robado todos sus papeles. Sin duda, había algo oculto en el planeta rojo, y ahora se halla en el interior de un cráter y parece haber despertado. Comienza la cuenta atrás...
Gilead ha sucumbido a las fuerzas del malvado Farson, al tiempo que los pistoleros caen en la batalla de la colina de Jericó. Pero Deschain ha sobrevivido a la batalla, aunque su cuerpo haya sido arrojado a una pira funeraria. Deschain escapa y se pone en camino para encontrar la misteriosa Torre Oscura, cuya caída destruiría el Mundo Medio. A lo largo del camino, Roland deberá luchar contra no-hombres, mutantes y otras criaturas mientras sigue la pista al Hombre de Negro, el único ser que tiene la clave para encontrar la Torre Oscura.
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.