"Corum. Trilogía de las Espadas", de Michael Moorcock (por Loren)

Reseña del volumen publicado por Marlow.

INTRODUCCIÓN: Nacido en 1938, Michael Moorcock está considerado como uno de los padres de la fantasía heroica moderna, principalmente por ese movimiento transgresor que surgió a principios de los años sesenta, y que se conoce como New Wave ("Nueva Ola"), destinado a romper con los tradicionalismos, en el caso de la fantasía épica o heroica, con la típica dualidad entre el Bien y el Mal que Tolkien -del que Moorcock es detractor- plasmó a la perfección en su El Señor de los Anillos, y que en el universo de Moorcock se atañe a la Balanza Cósmica, en una lucha perenne entre la Ley y el Caos, y cuyas líneas divisorias, aunque claras en muchas ocasiones, adquieren varios matices de gris. Moorcock es autor de numerosas novelas de fantasía, su ciclo más conocido seguramente sea el de Elric de Melniboné, pero también existen otros héroes en otros planos y realidades diferentes que al fin y al cabo son la misma personalidad gracias al concepto del autor del Campeón Eterno, tales como Erekosë, Dorian Hawkmoon o el protagonista del libro que tenemos entre manos: Corum Jhaelen Irsei, también conocido como el príncipe de la túnica escarlata. El Caballero de las Espadas, primera novela de la trilogía, fue publicada en inglés el año 1971, ganando al año siguiente un British Fantasy Award.

EDICIÓN: La primera trilogía sobre Corum la publicó Francisco Arellano Editor en su colección "Delirio", en 1977. En 2010 la reedita Edhasa en su sello "Marlow", en un sólo volumen que recoge las tres novelas de esta primera trilogía, en un tomo en rústica con solapas, con 576 páginas y por un precio de 18 doblones. Aunque esta primera trilogía cuenta con una continuación (también una trilogía), es de carácter totalmente autoconclusivo. Las tres novelas se corresponden con El Caballero de las Espadas, La Reina de las Espadas y El Rey de las Espadas. También existe una edición publicada por Círculo de Lectores, editada en cartoné en 2008.

COMENTARIO: Moorcock tiene tantos seguidores como detractores, pero tengo que decir antes que nada que me encuentro entre los primeros. Aunque el estilo del autor peca casi siempre de simplista o brusco (muchas veces nos da la sensación de escribir para un público juvenil), en el fondo tiene una prosa evocadora y no por nada es uno de los padres de la fantasía moderna. Ha inspirado a multitud de autores, también ha servido como autor modelo para influenciar, por ejemplo, un juego de rol tan popular y tan jugado como es Dungeons & Dragons (o "Dragones y Mazmorras"). Su concepto del Multiverso, la Balanza Cósmica, la Ley y el Caos, el Campeón Eterno, ha servido para que en dicho juego se estableza el uso de los planos (también presentes en Moorcock), las diferentes realidades alternativas visitables, dando como resultado la ambientación para dicho juego que recibe el nombre de Planescape. Tampoco debemos olvidar la importante influencia en ese juego de cartas tan famoso al mismo tiempo como es Magic: El Encuentro, en el que el tema de los planos cobra una importancia casi vital, siendo una de sus historias más clásicas la lucha de dos hermanos por el control de los diferentes planos; no digamos ya el propio Elric! de Chaosium, cuya base inspiratoria no hace falta ni mencionar. Por lo tanto, no es de extrañar que los fans de esos juegos que acabo de mencionar encuentren en Moorcock toda una fuente de inspiración. Y es que a Moocock se le debe mucho, tanto como a Tolkien, Fritz Leiber, Glen Cook...

A lo largo de las tres novelas que forman este bloque protagonizado por Corum asistiremos a sus desgracias -más que alegrías-, su lucha contra el Caos para servir a la Ley, la aniquilación total de su raza y su familia, los Vadhagh, asi como los Nadragh, sus enemigos ancestrales, y contra los que no se lleva haciendo la guerra desde hace más de un siglo. Dejando de lado los sentimientos propios de su raza, tales como salvaguardar la ira, reprimir ciertas emociones, o vivir en paz y armonía con el resto de seres vivos del mundo, Corum Jhaelen Irsei jura venganza contra los asesinos de su familia y su pueblo, que no son otros que los Mabden, los humanos que llegan allende los mares para arrasar con el mundo conocido, para crear una nueva jerarquía (sirviendo al Caos). He ahí otro de los temas fundamentales de esta trilogía: la destrucción de las razas antiguas gracias a la guerra (las razas antiguas perecen por dejar su uso de lado), el romper con los mitos, las leyendas y la magia, para dar paso al ser humano y sus costumbres bárbaras en un mundo totalmente reformado de acuerdo a su mentalidad destructiva.

Pero todo héroe está predestinado a hacer grandes cosas, o no hacer ninguna, y Corum no es una excepción. Al igual que Elric de Melniboné en su propia dimensión, Corum no se ve exento de cierta manipulación de los dioses a los que sirve. Es a la vez un héroe maldito, una figura trágica que lucha por sus convicciones y ve cómo sus amigos son constantemente amenazados, y que, al igual que Elric, recibe ayuda de los compañeros que va encontrando y de dos objetos mágicos muy poderosos (también como Elric con su Stormbringer), la Mano de Kwll y el Ojo de Rhynn, cuyas capacidades están más allá del entendimiento mortal. De no ser por esos dos objetos y los favores ocasionales de los dioses, Corum sería un héroe francamente limitado, porque no hay que olvidar que estamos hablando de un tullido al que le falta un ojo y una mano (cortesía de los Mabden).

A mi personalmente, la fantasía de Moorcock me hace recordar tiempos pasados, cuando los clichés no importaban tanto (estaban en plena evolución), el gusto por la fantasía era quizá más inocente (también se hallaba en formación), y desembocó en los juegos de rol y tablero típicos de Dungeon Crawling, cuya definición más exacta es la de recorrer los pasillos de una mazmorra en compañía de héroes de diversas cualidades, matando monstruos, descubriendo tesoros y terminado con el malo de turno. Claros ejemplos son el clásico Dungeons & Dragons, el inmortal HeroQuest, o el también juego de rol RuneQuest, y un largo etcétera. Aunque en Moorcock vemos una pizca de todo eso, se desbanca de lo convencional para darnos a un héroe trágico, una panda de monstruos y dioses que derrotar, unos planos que recorrer, y alguna que otra sorpresa final relacionada con las dimensiones y sus posibilidades.


VENTAJAS:
-La fantasía de Moorcock sirve para marcar una época.
-Multitud de referencias en productos clásicos de hoy en día en cuanto a fantasía épica se refiere.
-Las tres novelas en un sólo volumen a un precio muy ajustado.
-El cruce con otros personajes del Multiverso.

DESVENTAJAS:
-Que no te guste el estilo de Moorcock.
-Los curtidos en la fantasía más actual seguramente encuentren pocas cosas de interés en estas historias.

por Loren Sparrow abril 16, 2011