De todos los grupos de superhéroes que abanderan el logo Marvel, posiblemente sean Los 4 Fantásticos el más curioso y peculiar de los casos. No ya por los poderes de cada uno de ellos, sino por sus experiencias vividas o la extraña comunión familiar que rige sus vidas, un entorno dispar en el que conviven un matrimonio con dos hijos pequeños, el hermano de la esposa, y la Cosa, que no pertenece realmente a la familia, pero que con el transcurrir de los años pertenece a ella en calidad de familiar, y por ser uno de los héroes más conocidos desde que los personajes fueran creados allá por los inicios de Marvel por Stan Lee y Jack Kirby. Un grupo variopinto con personalidades definidas que los hace muy humanos (aunque sus poderes sean de origen mutante), la unión familiar lo demuestra, exploradores de dimensiones paralelas que habitualmente se enfrentan a criaturas fantásticas y misteriosas o entornos inexplorados. Viajes que pueden ser algo tan cotidiano como un paseo al campo en un soleado domingo. Y es con esa premisa con la que arranca este tomo titulado Imaginautas, que no es otro que el inicio de una nueva etapa de los personajes a cargo del guionista Mark Waid y el dibujante Mike Wieringo. La edición corre a cargo de Panini, y puede encontrarse en un tomo en tapa dura de venta en kioscos por 9,99 euros, junto a la tercera entrega (gratuita) de la colección "Marvel Héroes", La Leyenda Viviente (Capitán América). Imaginautas recoge los números 56 y 60 a 66 del original Fantastic Four, Vol. 3.
El tomo presenta un par de arcos argumentales completos, lo que le da una total independencia de cara a futuras entregas de la serie a manos de los mismos autores. Seamos o no grandes conocedores de los personajes o sus aventuras, en este volumen (como la mayoría de historias presentadas en la citada colección "Marvel Héroes") no se precisa ningún tipo de conocimiento previo (aunque si alguna cosa nos suena, mejor) para disfrutar de la historia. Todos conocemos los poderes de Los 4 Fantásticos, sea por haber visto la película o por verlos de refilón en cualquier medio: la elasticidad de Reed Richards (también llamado Mr. Fantástico), la invisibilidad y poderes mentales de Sue Storm (de apellido Richards por estar casada con el anterior), las capacidades ígneas de Johnny Storm (hermano de Sue, también llamado la Antorcha Humana) o el aspecto de piedra ambulante de la Cosa.
Siendo exploradores de dimensiones paralelas y descubridores de mundos y criaturas (gracias a la enorme inteligencia de Mr. Fantástico), en esta aventura se presentan muchas situaciones de carácter totalmente fantástico, algo que ha caracterizado siempre a la serie, con ese regusto pulp antiguo, mezclado con componentes de ciencia-ficción (aunque ciencia-ficción muy fantasiosa, irrealizable). El villano al que se enfrentan esta vez es un personaje totalmente original e inesperado, de los mejores villanos que he tenido la ocasión de leer, pero eso ocurre casi a mitad del volumen. En el tercio restante leeremos una presentación de personajes desde el punto de vista de un empresario que se dedica a relanzar a la fama a estrellas del rock, para dar una nueva popularidad a Los 4 Fantásticos, una especie de doble juego que entronca con la nueva etapa del guionista y el dibujante en esta serie, iniciada en 2002 para suscitar un renovado interés en el público como antaño. La historia de dos números que cierra el volumen está protagonizada por la Cosa, donde se nos muestra una buena parte del pasado del personaje (considerado el alma del grupo), detalles de agredecer pues me parece un personaje interesante y bien construido. Son sin duda todos ellos un grupo dispar que parece salirse un poco de la línea que marcan los superhéroes que han pasado por el sello editorial. No nos olvidemos tampoco de la adaptación que los autores han hecho a los tiempos que corren, donde se hacen referencias constantes a elementos de nuestra cultura popular como son los videojuegos o los teléfonos móviles, algo que en los años sesenta, evidentemente, no se estilaba.
El volumen derrocha mucho humor, situaciones en general desenfadadas (en su mayoría protagonizadas por la Cosa o la Antorcha Humana, peleándose todo el rato, piques entre ellos) que se tornan serias en cuanto la situación así lo requiere, como pueda ser la aparición del enemigo común presentado. A este efecto ayuda el dibujo, con ciertos toques cartoon que bien imprime Mike Wieringo, un buen dibujo colorista y en ocasiones poblado de efectos visuales muy interesantes por ordenador. Todo lo dicho lo convierte en un volumen no imprescindible, sino interesante, divertimento para pasar el rato mientras nos adentramos en las cosas que definen a Los 4 Fantásticos, revivimos ciertos momentos de su pasado, conociendo a los personajes en su día a día. Puros imaginautas, término acuñado por el propio Waid cuando fue contratado por Marvel como guionista para la serie.
P.S. Genial la alusión de Pixar a Los 4 Fantásticos en Los Increíbles. Un buen referente del cine de superhéroes a la vez que una excelente película de animación, como nos tiene acostumbrados la compañía.
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.