Reseña: 'Batwoman: Hidrología', de W. Haden Blackman, J. H. Williams III y Amy Reeder

Título original: Batwoman, volume 1: Hydrology.
Guión: J. H. Williams III, W. Haden Blackman.
Dibujo: J. H. Williams III, Amy Reeder.
Color: Amy Reeder.
Edición: 144 págs, color. ECC Ediciones, agosto 2012.
Precio: 13,95 € (rústica).
Traducción: Gayban.
Temática: Policíaco, thriller, superhéroes.
Correlación: Primera entrega de "Batwoman" (incluye los números 0 a 5 de la serie original).


El cómic del que voy a hablar hoy comienza con Batman realizando un seguimiento muy discreto de una mujer conocida como Kate Kane. Mide su fuerza y habilidad a la hora de enfrentarse a los esbirros del malo de turno. Registra atentamente qué trucos utiliza para inmovilizar una amenaza inminente que podría haberle costado la vida de no haber sido lo suficientemente rápida. Y trata de retenerse cuando la ve en apuros para no intervenir y ayudarla. Sabe que ella nunca lo habría permitido, no le habría gustado que él, por el simple hecho de ser hombre, la menospreciase ayudándola y mucho menos pensando que él es Batman y que ella es... quien es.

Como en todas las grandes historias de grandes héroes que suelen desempeñar la labor de detective, tendremos los inicios de nuestro personaje presente a lo largo de todo el recopilatorio de J. H. Williams III y W. Haden Blackman, una cabecera realmente impresionante que nos da pie a imaginarnos cada escena de las que se nos presentan en Hidrología –que es el que nos ocupa– como si fuese una serie de televisión bien estructurada y cargada de efectos especiales:

Kate Kane sobrevivió a un brutal secuestro terrorista que terminó con su madre muerta y su hermana gemela desaparecida. Tras los pasos de su padre, juró servir a su país y estudió en West Poit hasta que la expulsaron por su orientación sexual bajo la política oficial de "prohibido preguntar, prohibido decir". Ahora es muchas cosas: una hija distanciada de su progenitor, una hermana afligida, una lesbiana orgullosa de serlo, una soldado valiente y una heroína de inquebrantable determinación. Ella es Batwoman.

Sí, habéis leído bien. Al igual que con otras parejas presentes en el mundo del cómic como pueden ser Midnighter y Apollo de The Authority, Northstar en el grupo Alpha Flight y casos como la adaptación que quiso hacer el mismo Stan Lee para la cadena Showtime del libro Hero de Perry Moore, nos presentan a nuestra protagonista con una orientación sexual diferente a lo que estamos acostumbrados. En este caso, Kate Kane está encandilada de la detective Sawyer, una mujer luchadora y valiente como ella. Eso sí, la relación entre ellas dos tiene sorpresa, ya que siempre se dice que en cualquier pareja uno de los dos miembros siempre es más sensible que le otro. En este caso, según lo que he podido leer, la agresiva Batwoman es la parte más dulce de la relación, cosa que nos ofrece un contraste muy interesante y que termina dándole un trasfondo muy rico a la justiciera.

Como podréis imaginar, en esta aventura no tendremos a una imitadora de Batman. Kate Kane es ante todo una persona independiente de nuestro vigilante oscuro, alguien que ha jurado limpiar las calles de Gotham al igual que en su día lo hizo el mismo Hombre Murciélago. La diferencia es que ella no tiene los mismos medios que posee el multimillonario Bruce Wayne, con lo que su forma de lucha y sus recursos están más limitados, podría decirse que incluso son más primitivos. No tiene una coraza de kevlar y tampoco dispone de aparatos de seguimiento y detección de amenazas. Tampoco es dueña de una Batcueva donde alguien como Alfred pueda ayudarle con sus investigaciones. Nos encontramos ante lo más esencial de una buena novela del género negro: un detective, con una resolución inquebrantable enfrentándose ante la adversidad mientras trata de encajar todas las piezas de un gran puzle.

Es J. H. Williams III –quien se encarga de la parte artística de The Sandman: Overture– el que con su magistral dominio del dibujo nos plantea entornos casi oníricos, en el que los acontecimientos sobrenaturales que envuelven nuestra historia se ven alzados como si fuesen las capas de una cebolla por encima de otras localizaciones presentes en el cómic. Las expresiones de los rostros, dependiendo del grado de tensión que rodee la escena, nos darán también información extra para poder conocer de una forma mucho más intensa a todos los personajes que aparecen en la historia.

Por su parte, Amy Reeder con el entintado nos marca perfectamente las secuencias que suceden de día, planteándonos una Kate Kane aparentemente muy normal, viviendo como lo haría una chica de su edad en un piso humilde, frente a los recuerdos que tiene Batwoman de la muerte de su hermana gemela convertida en una villana a la que se tuvo que enfrentar. Evidentemente, como en todas las historias con presencia de murciélagos, nos rodea un entorno oscuro iluminado normalmente por la luz de la luna, haciéndonos bailar entre una historia cotidiana pero peligrosa y otra sobrenatural e inexplicable.

Es Kate Kane, o mejor dicho, Batwoman, la que se vea beneficiada por el cambio de enfoque que J. H. Williams III le ha querido dar dentro del Universo DC. Su ayudante, como no podría ser menos, es Betty Kane –prima de nuestra protagonista–, la cual representó a la gran Flamebird, haciendo pues un guiño a series como Crisis en tierras infinitas. Pero eso sí, aclaro desde ya que no hace falta haber leído nada anterior a este tomo para entender todo sobre Kate Kane, Batman o las nuevas Batgirl y Flamebird . En caso de que tengamos alguna duda, Hidrología tiene una introducción y un epílogo maravillosos escritos por David Fernández, al igual que un corto pero intenso artículo de Enrique Ríos sobre el guionista Tony Daniel. Información que nos servirá para ampliar un poquito nuestros conocimientos de todo lo que rodea a estos dos murciélagos justicieros.

Por desgracia, cuando faltaba únicamente la guinda para acabar el arco argumental del que forma parte Hidrología, nos llegaba una noticia impactante sobre el abandono de J. H. Williams III y W. H. Blackman de "Batwoman" a causa de discrepancias editoriales y creativas con DC Comics. Ante esta decisión, el guionista colgó la siguiente carta en su web personal:

Desafortunadamente, durante los últimos meses DC nos había pedido alterar o abandonar completamente algunos de las historias argumentales a largo plazo que habíamos planteado hace tiempo y que pensábamos comprometían la serie y el personaje. Nos habían dicho que aparcáramos los planes para el origen de Killer Croc. Nos habían forzado a cambiar drásticamente el final previsto para el presente arco argumental, el cual habría definido el futuro heroico de Batwoman de otra forma. Pero, terriblemente, nos han prohibido mostrar de alguna forma a Kate y Maggie contrayendo matrimonio. Todas estas decisiones creativas siempre venían en el último momento, alterando siempre más de un año de planificación y planteamiento de las historias por nuestra parte.

Siempre hemos entendido que, por mucho que amemos al personaje, Batwoman le pertenece a DC Cómics. Sin embargo, la naturaleza de estos cambios nos dejaban furiosos y enfadados, porque nos impedían contar las mejores historias que podemos ofrecer. Así que, tras mucho meditarlo, hemos decidido abandonar la serie a partir del número 26

–Traducción del extracto conseguida en Zona Negativa

De todos modos, Hidrología es una buena oportunidad para conocer las aventuras de esta justiciera. Es cierto que no tendremos un final exactamente cerrado, pero puede servir por el momento hasta que podamos leer mucho más sobre Kate Kane, su prima Flamebird, Batman, la detective Sawyer, el poder en la sombra del grupo llamado Medusa –¿no os recuerda a Hydra?– y su llamado Director Huesos. Quien sabe, es posible que finalmente le permitan a Blackman y a Williams III continuar con la historia que habían pensado para Batwoman y tengamos una clausura a este arco argumental tal y como todos esperamos. Yo, por mi parte, rezaré a los dioses que tengan en Gotham –aunque dudo que tengan alguno– para que así sea.

por Cyram octubre 15, 2013