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Mi espada, mi conjuro.
La puerta. Magia.
La mazmorra. Un troll.
Nos gusta la fantasía

"Sabe, oh príncipe, que entre los años en que los océanos anegaron Atlantis y las resplandecientes ciudades [...] hubo una edad no sonada en la que brillantes reinos ocuparon la tierra como el manto azul entre las estrellas."

LA

en la tinta

Mi espada, mi conjuro. La puerta, magia, Igni. La mazmorra,
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- La fantasía es la poción mágica de la literatura -

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9 de junio de 2017

‘Piratas del Caribe: La venganza de Salazar’, estos no son los piratas que busco

La quinta entrega de “Piratas del Caribe” no es precisamente el ejemplo a seguir para escribir una buena película de aventuras protagonizada por piratas y tripulaciones malditas que se resisten a morir.



Está claro que las películas de “Piratas del Caribe” no son una obra maestra del cine, pero tampoco son nada desdeñables si tenemos en cuenta el intento de rescatar —con éxito en al menos la mayoría de las tres primeras entregas— el sabor de las viejas películas de aventuras protagonizadas por curtidos espadachines, adustos piratas y terribles villanos. Pero con Dead Men Tell No Tales —o como se le ha llamado en España, La venganza de Salazar—, Disney se ha lucido al ofrecer al público un vacuo entretenimiento y una imitación de lo que ellos creen es un digno producto de aventuras. Porque La venganza de Salazar no es más que un innecesario y último estertor de una franquicia que cinematográficamente está muerta desde que nuestros ojos lloraron sangre y lágrimas con la adaptación de la novela En costas extrañas de Tim Powers, si es que se le puede llamar adaptación.

Si el guión de Jeff Nathanson y Terry Rossio pretendía volver a sacar una sonrisa a los aficionados al género de aventuras, su propósito no ha podido ser más contraproducente. No solo La venganza de Salazar es una mala película de aventuras, sino que Disney no ha sabido, o querido, camuflar o al menos diluir en agua el tema familiar que tanto mete con calzador en prácticamente todas sus películas. De acuerdo en que el tema relacionado con la familia lleva acompañando a la humanidad desde tiempos ancestrales, pero en La venganza de Salazar es demasiado evidente y prácticamente es lo único de lo que habla la película, salvo la venganza del susodicho Salazar que, dicho sea de paso, está muy bien interpretado por Javier Bardem aunque el trasfondo del personaje tiene menos interés y desarrollo que una aceituna en un bocadillo de mejillones —eso sí, mejor en versión original para escuchar expresiones en español—. Allá a lo lejos quedaron los tiempos de Davy “Caracalamar” Jones de El cofre del hombre muerto.


Disney ha tratado de reducir el carisma de personajes icónicos como Jack Sparrow y Barbossa para no ensombrecer el protagonismo de los rostros jóvenes de la cinta.
No tengo ninguna duda al respecto de que La venganza de Salazar es una mala cinta de aventuras porque el sentido del viaje, la aventura y la exploración es nulo. Por otra parte, los personajes deambulan de aquí para allá sin más obligación que la que impone el guión y no con un motivo real más allá de conseguir el típico objeto mágico que les librará del villano, tal cual. Ciertamente, hay muchas historias originales que poder contar, y la escogida lleva mascándose en la literatura fantástica desde hace mucho tiempo, tanto que se ha convertido en un cliché. Basar una película únicamente en un cliché siempre será una mala idea salvo que la salpiques con escenas curiosas, originales, atrevidas y divertidas. La venganza de Salazar resulta aburrida, es demasiado plana y no ocurre nada interesante ni sorprendente, porque ya hemos sido prevenidos de todo lo que puede ofrecer la franquicia hasta en cuatro ocasiones. En La maldición de la Perla Negra y en sucesivas entregas sí pasaban cosas y por lo menos había giros de guión, pero esta vez se han olvidado de ellos y encima el guión tiene más agujeros que un queso de Gruyère.

Los personajes, de tan poco definidos que están, no son más que una parodia de sí mismos, y eso que Jack Sparrow lleva siendo el recurso cómico marca de la casa desde el principio. Sin embargo, aquí el bueno de Jack no aporta absolutamente nada a la trama, y tanto da que aparezca como si no —eso sí, da cierta lástima porque como pirata no está precisamente en su apogeo—. Hasta el momento es la película donde Sparrow es menos el protagonista y sí un sidekick gracioso sin más función que la de acompañante, y no la de guía o antihéroe. Es además donde más veces hace el tonto, gracias a que La venganza de Salazar abusa de los estereotipos humorísticos que siempre recaen en la figura de Sparrow, incluso vemos gags repetidos de películas anteriores. El pobre capitán Hector Barbossa, posiblemente el mejor personaje de la franquicia gracias a la soberbia interpretación de Geoffrey Rush, es aquí una mera sombra de lo que fue, quizá debido a que el actor se ha cansado de salir en la franquicia o que Disney ya no tiene espacio de sobra para renovar el reparto y dar la sensación de que se introduce sangre joven tal y como hicieron Orlando Bloom y Keira Knightley en su momento.

Parece que Disney ha tratado de reducir el carisma de personajes icónicos como Jack Sparrow y Barbossa para no ensombrecer el protagonismo de los rostros jóvenes de la cinta, esto es, Brenton Thwaites —el hijo de Will Turner— y Kaya Scodelario —la hija de alguien, adivinad—, aunque al final quede como un ejercicio de ver de quién es tal o cual hijo y seguir dándole palos al tema familiar. O puede que ya estén cansados de ser piratas, como les ocurría a los de verdad antes de ansiar retirarse a una vida cómoda y no morir a la primera de cambio en un abordaje cualquiera. En cualquier caso, la maniobra tampoco les ha salido bien, porque igualmente los jóvenes salen incluso peor parados que los veteranos.


Tecnológicamente, La venganza de Salazar es sobresaliente —piratas muertos a los que les faltan partes del cuerpo, localizaciones llamativas e impresionantes—, incluso si tenemos en cuenta el recurso de Disney de introducir mediante CGI los rostros jóvenes de actores de más de cincuenta años —algo que iniciaron con la secuela de Tron y más recientemente han hecho en Iron Man 3, Ant-ManStar Wars: Rogue One—. Casi siempre da miedo y puede producir pesadillas en las mentes más débiles, pero hay que reconocer que cada vez lo hacen mejor (o lo intentan), hasta que en algún futuro les de por hacer una película completa milagrosamente protagonizada por un actor joven que resulta que murió hace tiempo.

En definitiva, Piratas del Caribe: La venganza de Salazar es una película de aventuras deficiente, no tiene el carisma, épica y atractivo de las historias de piratas mezcladas con elementos fantásticos de las primeras entregas y por lo demás resulta anodina, con personajes poco definidos y carentes de interés y temas ya explotados como los piratas malditos que persiguen a los buenos —lo mejor sigue siendo el principio, aunque el robo esta vez es demasiado largo y excesivo—. El público infantil seguro que la aprecia más que las mentes adultas pasadas de rosca que ya no se sorprenden con facilidad, ya que al fin y al cabo ese no es el público objetivo de la cinta. Han pasado seis años desde el estreno de En costas misteriosas, y aunque el tráiler ya nos puso sobreaviso, en esta ocasión sí que se puede decir que la espera no ha merecido en absoluto la pena. ■

junio 09, 2017y

31 de diciembre de 2015

Los piratas de 'Rum & Bones' desembarcan en Edge Entertainment


Tras haber conseguido una financiación bestial en su campaña de Kickstarter de la que hasta el mismísimo Davy Jones estaría envidioso (739.512 dólares de los 50.000 necesarios), Rum & Bones ha conseguido llegar al mejor puerto que hay y encima se publica en castellano.

La empresa que ha llevado a cabo la iniciativa para publicar este juego de piratas ha sido CoolMiniOrNot, responsable entre otros títulos de Zombicide, Arcadia Quest, Rivet Wars y Dogs of War, por lo que es lógico que Edge Entertainment haya decidido incorporarlo a su catálogo ya que ha publicado los anteriores juegos de la compañía. Rum & Bones acaba de publicarse en España en tres ediciones diferentes que incluyen varias expansiones aparte de la caja básica, además de monedas de tesoro y dados especiales: pack La isla del tesoro, pack Bandera negra y pack Terror de los mares, todos ellos exclusivos de la tienda de la editorial.

Rum & Bones es un juego estratégico de miniaturas diseñado por Michael Shinall que enfrenta de dos a seis jugadores en emocionantes abordajes pirata entre planchas, barriles, explosiones y duelos a espada. Está además inspirado en los videojuegos MOBA (Multiplayer Online Battle Arena) como League of Legends o Heroes of the Storm, por citar los más recientes.

El contenido y objetivo del juego es claro: diversas facciones formadas por héroes, marineros, espadachines, artilleros y ocupaciones propias de una tripulación pirata, deben asaltar y destruir el barco de sus oponentes para quedarse con su tesoro. Claro está, cada héroe y personaje de la tripulación tiene unas cualidades que los definen, por lo que es necesario comprender sus características y usarlas bien en la batalla. El premio final será, como no, el legendario tesoro de Davy Jones y obtener el dominio de los siete mares.


La caja básica de Rum & Bones contiene 70 miniaturas de una calidad bastante elevada como es habitual en CoolMiniOrNot, 20 bases para miniaturas, 8 dados de seis caras, 10 cartas de Héroe, 2 cartas de criatura marina, 60 cartas de Marea, 2 tableros de Barco, 15 piezas, 113 fichas y 1 reglamento. Las miniaturas de la caja representan a las facciones de la Hermandad de Wellsport y los Demonios de hueso, y el precio es de 99,95 doblones.

Paralelamente se han publicado varias expansiones de héroes y facciones y está previsto que salga en castellano dos nuevas expansiones de facciónLa temible maldición de Mazu (piratas chinos ayudados por poderes de sus dioses) y La Brise Sanguine, cuyos piratas sin piedad dominan el viento y el mar para hacerse con el poder del Cajón de Davy Jones.

diciembre 31, 2015y

16 de agosto de 2015

Orlando Bloom volverá como Will Turner en 'Piratas del Caribe 5'


Como todos los años Disney deja caer en la D23 suculentos detalles y avances sobre sus próximas películas, y ha sido precisamente en el panel de la quinta entrega de "Piratas del Caribe"  que Disney ha aprovechado para confirmar que volverá uno de los personajes clave de la saga que no veíamos desde la tercera entrega de la saga —donde se convirtió en el temido Holandés Errante—. Hablamos, como no, de Will Turner, a quien interpreta Orlando Bloom. De esta forma se despejan las dudas de si Will estaría o no en Dead Men Tell no Tales junto a Johnny Depp como Jack Sparrowcapitán Jack Sparrow, si no le importa"—, a quien ya vimos en una primera imagen del rodaje.

Por lo visto, Dead Men Tell no Tales podría ser el reboot de la franquicia (no me extraña, en vista de lo terrible que fue la cuarta entrega, aunque ha sido un éxito rotundo de recaudación), y aunque está confirmado que Geoffrey Rush volverá como el Capitán Barbossa y Javier Bardem interpretará al Capitán Salazar, no se ha visto por ningún lado que Keira Knightley regrese como la señorita (o señora) Elizabeth Swan.

El actor no estuvo presente en el evento, pero sí Johnny Depp, quien entretuvo al público de forma bastante eficiente al entrar al escenario caracterizado como Jack Sparrow:



Hasta se ha podido ver al capitán codearse con cierto capitán del Halcón Milenario tras el escenario (¿sería la compra de nuevos cañones el tema de conversación? ¿La búsqueda de nueva tripulación? ¿Pollos de goma?).


La quinta entrega de la saga de los piratas volverá a recurrir al tema fantástico que la caracteriza: Jack Sparrow anda en busca del legendario Tridente de Poseidón, el único artefacto que puede otorgar a su portador el control total de los mares, para poder librarse de los piratas fantasma del Capitán Salazar, antigua némesis de Sparrow, quien está empeñado en acabar con la vida de todo pirata que encuentre.

Gore Verbinski y Rob Marshall ceden la dirección a Joachim Rønning y Espen Sandberg. Piratas del Caribe: Dead Men Tell no Tales se estrena el 7 de julio de 2017.

agosto 16, 2015y

7 de marzo de 2015

Reseña: 'Los Campbell: Inferno' de José Luis Munuera, los piratas se lo pasan en grande

El artista murciano José Luis Munuera es siempre una caja de sorpresas con cada álbum que presenta al público. Recientemente ha sorprendido a los lectores de BD con Sortilegios, una serie fuertemente inspirada en la tradición folclórica de los cuentos y ahora tenemos entre manos Los Campbell, una serie de aventuras, humor y piratas que recurre a la extensa tradición del género para presentarnos personajes carismáticos, situaciones muy divertidas y multitud de homenajes al género –tanto de aventuras como de la propia BD, con versión pirata de los hermanos Dalton incluida–. En el centro de todo, una familia con una larga trayectoria de piratería y abordajes, Los Campbell, cuyo cabeza de familia se ha tenido que hacer cargo de sus dos hijas tras la muerte de su esposa: una adolescente que gusta de la lectura y una niña pequeña revoltosa que gusta de las travesuras.

Los que amen el género de aventuras y que encima sean lectores habituales de la BD –o mejor todavía, sigan de cerca los pasos de Munuera– tienen que hacerse de cualquier manera con esta serie: no solo encontrarán una lectura ampliamente satisfactoria, sino que les hará esbozar una sonrisa con cada una de las situaciones que presenta este primer álbum.


Munuera recurre a los flashbacks y a la dosificación de información para presentarnos poco a poco a los personajes que forman el entramado de Los Campbell, donde no faltan los buenos muy buenos –o los buenos de dudosa moralidad– y los malos malísimos, del estilo del capitán Garfio y similares capitanes piratas cuyas espantosas hazañas les persiguen allá donde van –¿qué sería del género sin ellos?–.

La otra razón destacada para leer Los Campbell reside en su apartado artístico: no solo es notable el nivel de recreación de la época dorada de la piratería, sino que Munuera lo adereza con ingredientes de cosecha propia –los cuales no sobresalen como algo negativo, sino todo lo contrario–, creando una mezcla que se refleja muy bien en las islas caribeñas, tesoros enterrados y abordajes en alta mar que aparecen en cada una de las páginas del álbum. El apartado artístico es algo diferente –también lo es el tipo de historia– respecto a los anteriores trabajos del dibujante, debido a que tanto el tratamiento del dibujo como del color –con un impecable Sedyas a quien ya hemos disfrutado en Sortilegios– se acercan más a la BD clásica. Pero mantiene todas las virtudes a las que Munuera nos tiene acostumbrados en cuanto a creación de personajes y escenarios se refiere: fiel a su propio estilo.

En resumen, si te gustan las historias de piratas y disfrutaste con La isla del tesoro o Monkey Island, te gusta el tratamiento del género desde un punto de vista humorístico –y dramático cuando tiene que serlo–, esta es tu BD; no te la pierdas porque te lo vas a pasar muy bien.

Los Campbell: Inferno
Aventuras, piratas, cómic
Dibbuks. 56 págs. 14 €

marzo 07, 2015y

31 de diciembre de 2014

Reseña: «Assassin's Creed IV: Black Flag. Barbanegra: El diario perdido», de Christie Golden

El diario ilustrado de uno de los piratas más temidos del Caribe.

Cuando sacó hace ya algún tiempo el primer juego de la saga de Assassin's Creed creímos que sería un juego más entre el montón, uno de tantos que se diluyen entre la masa ingente de novedades cargadas de nuevas tecnologías que nos hacen replantear la necesidad de comprar una nueva consola o, en mi caso, un nuevo PC.

En aquellos años en los que me quedaba alucinada con el sonido de los cascos del caballo en la gravilla del camino, o con el realismo que desprendían los edificios de las ciudades que visitaba –como Acre, Jerusalén o Damasco–, nunca podría llegar a imaginar que terminaría dirigiendo una fragata, surcando los siete mares y conociendo a personalidades tan famosas del mundo de la piratería como Anne Bonny, Mary Read, Charles Vane, Benjamin Hornigold, Jack Rackam –alias Rackam el rojo– e incluso al mismísimo Edward Thatch, más célebremente conocido como Barbanegra.

Por eso, cuando Timun Mas ha lanzado este año Barbanegra: El diario perdido supe que me haría con él, no solo por el tipo de edición en tapa dura con los motivos del juego de Assassin's Creed IV: Black Flag –y porque el juego tenga un DLC especialmente dedicado a Barbanegra–, sino porque su interior es en gran parte interactivo: hay recortables que podemos retirar para leer lo que hay debajo, alguna que otra página sobre las normas que hay que guardar cuando se es parte de la tripulación de Thatch, una patente de corso y algunos planos para que veamos como está construido el Queen Anne's Revenge. Hay también distintos apartados que nos muestran las técnicas necesarias para enfrentarse a barcos tan grandes como el de Barbanegra o más, gracias a una serie de esquemas donde se nos enseña la munición a utilizar, cómo aprovecharse de la dirección del viento y, cómo no, una gran cantidad de mapas tanto en color como en sepia, para indicarnos calas e islas donde podernos refugiar para evadir un combate o poner a punto nuestro navío. Uno de los detalles que más me han gustado es faltan algunas páginas –seguramente porque el mismo Thatch no quería que esa información cayese en malas manos– y disfrutaréis de lo lindo con un cartel enorme emitido por el gobernador William Keith de Pensilvania donde se ordena a toda la flota de la marina real la captura de Barbanegra.


He de admitir que inicialmente pensé que no podría leer el libro si no me había pasado antes el juego Assassin's Creed IV: Black Flag, pero ahora que lo he hecho bien puedo decir sin problemas que en realidad el libro habla solo de pasada de Edward Kenway, el protagonista de la penúltima entrega de la saga. En ningún momento se nos revelará información trascendente sobre la trama ni sobre ningún acontecimiento que ocurra fuera del Animus –esa máquina que sirve para acceder al ADN del usuario y poder cambiar cosas en el pasado mediante el control de su antepasado–. Por lo que para aquellos a los que os encanten este tipo de ediciones, estad tranquilos: lo podréis disfrutar en todo su esplendor sin temor a desvelar nada de la trama principal del juego.

Ficha técnica

ASSASSIN'S CREED IV: BLACK FLAG. BARBANEGRA: EL DIARIO PERDIDO
Christie Golden y Ubisoft
Timun Mas
166 págs. 29,95 €

Como conclusión, me gustaría pediros que no os toméis El diario perdido de Barbanegra como uno de esos libros que se ojean desde cualquier punto, sin tomárnoslo en serio y pensando que «al fin y al cabo sólo es un conjunto de recortables graciosos que poder enseñarle a los más peques de la casa». La intención de la gente de Ubisoft no ha sido esa, porque la narración de Thatch durante todo el libro es realmente intensa. Nos muestra mil detalles de la época dorada de la piratería más propio de un libro de texto que no de un libro destinado al ocio. Una verdadera gozada para todos aquellos que aún hoy en día sepan apasionarse por leer sobre mitos y leyendas, aventuras en tierras incognoscibles y que busquen ponerse en la piel de un pirata que busca gloria y fortuna a las órdenes del mismísimo Barbanegra. ¿Savvy?

Barbanegra: El diario perdido en fotos














diciembre 31, 2014y

14 de diciembre de 2013

Reseña: «El diablo de los siete mares», de Yves H. y Hermann

Título original: Le diable des sept mers.
Guión: Yves H.
Dibujo: Hermann.
Color: Hermann.
Edición: 96 págs, color. Yermo Ediciones, octubre 2013.
Precio: 22 € (tapa dura).
Traducción: -.
Temática: Aventuras, piratas.
Correlación: Recopilatorio de los dos álbumes que forman "El diablo de los siete mares".


El mundo de los piratas es fuente constante de historias, como viene siendo habitual desde que autores como Daniel Defoe, Robert Louis Stevenson, William Hope Hodgson o Howard Pyle popularizaran mediante sus textos la figura romántica de ese criminal marítimo que robaba, asaltaba, asesinaba, y que en general no tenía prejuicio alguno sobre su propia forma de vivir. El pirata real y el pirata romántico son versiones diferentes de un mismo concepto histórico, aunque la segunda es quizá la que más tenemos en mente cuando pensamos en cómo es se expresa, camina, viste o actúa un pirata de verdad. La serie de películas de Piratas del Caribe o las cintas interpretadas por Errol Flynn son una buena muestra de ello, contribuyendo al imaginario popular del pirata habitual que nos llega en diferentes formatos como el cómic, la literatura, el cine o los videojuegos.

“Una historia de piratas a la vieja usanza, al estilo de los clásicos de la literatura”
Habiéndose cumplido el 13 de noviembre el aniversario del fallecimiento de Robert Louis Stevenson, célebre artífice de La isla del tesoro –esa novela de aventuras protagonizadas por el joven Jim Hawkins y el pirata John Silver el Largo y con la que alguna vez hemos soñado–, hay que recalcar que este año 2013 que ya se marcha ha sido un buen año, quizá uno de los mejores, en cuanto a anuncios y lanzamientos de productos de ficción relacionados con el género de los piratas se refiere. Uno de esos productos ha sido el videojuego Assassin's Creed IV: Black Flag, quizá el más importante del año habiendo conseguido revitalizar el tema piratesco pero adaptándolo a la conocida serie de aventuras históricas "Assassin's Creed" y que cuenta ya con un puñado de títulos. En el mundo de la televisión la serie producida por Michael Bay, Black Sails, está a punto de estrenarse en el mes de enero, y en cuanto a material impreso, la literatura no ha tenido demasiados lanzamientos relevantes, pero sí el cómic, con numerosas muestras de tebeos de calidad. Una de esas obras es El diablo de los siete mares, título con el que la recién nacida editorial Yermo Ediciones se lanza al mercado del mundo del cómic. Yves H. se marca aquí una historia clásica de piratas donde su padre, el célebre historietista de la bande dessinée belga Hermann, pone los lápices y el color para resaltar el aspecto gráfico de los dos álbumes que recoge la serie íntegra original.


Ese clasicismo en la premisa de El diablo de los siete mares se debe a que Yves H. opta por no cargar de cualidades fantásticas o aventureras esta historia de piratas del siglo XVIII como sí suele ocurrir en el Long John Silver de Dorison y Lauffray, por poner un ejemplo reciente de tebeo de piratas de bande dessinée, y donde los protagonistas corren un peligro extremadamente alto pero que salen airosos de las situaciones gracias a sus eminentes capacidades físicas o mentales –la tendencia hacia el personaje heroico–. En El diablo de los siete mares los personajes son menos heroicos que de costumbre, hombres sencillos, sin capacidades extraordinarias que buscan el oro por encima de todo, labrarse una reputación y llegar a viejos sin importar el medio. Este tipo de historias de corte más clásico, más cercano a lo histórico –salvo honrosas excepciones, porque siempre está el dicho de que la verdad siempre supera a la ficción– que a lo romántico, nos recuerda más a la serie Barracuda de Dufaux y Jérémy, o El libro de los piratas, de Howard Pyle. Hombres simples, mortales como cualquier otro, pero que Yves Huppen no duda en adornar con un cierto toque sobrenatural, sobre todo en lo que concierne al pirata Robert Murdoch, uno de los ejes centrales de la historia que podemos calificar como el antagonista –el personaje tiene una base real, aunque tal pirata no existió en la realidad–. Este aspecto clásico de una historia de piratas donde no faltan temas como la ambición, el enriquecimiento a costa de otros, la violencia justificada, el compañerismo oportunista o la venganza, ofrece una perspectiva de lo que son los piratas más terrenales, sin premisas juveniles de héroes de acción, aquellos que pueden caer desprevenidamente bajo la punta de un sable dirigido al corazón o morir de hambre en una isla desierta porque han sido traicionados por sus supuestos compañeros.


En este sentido, la obra de Yves H. resulta poco arriesgada dentro del propio género de aventuras de piratas, y lo mismo podemos decir para el arte de Hermann, repitiendo la fórmula empleada en anteriores trabajos dado que si algo funciona, para qué cambiarlo. Pero aún así, los aspectos puramente técnicos de El diablo de los siete mares son sin duda sobresalientes. El dibujo de Hermann sigue representado aquí por un estilo claramente inconfundible como lleva demostrando en series como Yeremiah o Las torres de Bois-Maury, figuras con rostros muy similares entre sí, aunque es capaz de ofrecer fondos espectaculares, planos c cinematográficos muy atractivos y un color también brillante, con muchos matices de iluminación; muchas de las viñetas de El diablo de los siete mares son espectaculares y podrían perfectamente, gracias a su composición de las figuras y el entorno, ser tratadas de forma individual, pero en general es un caso aislado dado que lo que importa aquí es el desarrollo de la historia, hacia dónde nos conduce el guionista para dejarnos quizá un agridulce desenlace como sí tienen las historias de piratas. Pero el color no sería lo mismo sin un buen papel y una buena plasmación de la obra original. En este caso, Yermo Ediciones ha hecho los deberes y nos ofrece un tebeo que, aunque no resulta especialmente barato de por sí (el segundo álbum en que se divide este tomo permanecía inédito hasta ahora), es impecable en cuanto a valores de producción. Este primer lanzamiento de la editorial deja a las claras su intención de publicar tebeos de calidad, así que quien guste de los piratas quizá debería dejarse llevar un rato por las páginas de El diablo de los siete mares, pero que no espere encontrar ningún Jack Sparrow, ningún Long John Silver ni atletas que salten de un barco a otro en busca de botín, porque no lo encontrará. Una historia de piratas a la vieja usanza, al estilo de los clásicos de la literatura, eso es lo que es.

diciembre 14, 2013y

13 de junio de 2013

Reseña: «Barracuda, vol. I: Esclavos», de Jean Dufaux y Jérémy Petiqueux

Título original: Barracuda 1: Esclaves.
Guión: Jean Dufaux.
Dibujo: Jérémy Petiqueux.
Color: Jérémy Petiqueux.
Edición: 56 págs, color. Norma Editorial, agosto 2012.
Precio: 13 €.
Traducción: Manel Domínguez.
Temática: Aventuras, piratas, cómic.
Correlación: Primera entrega de "Barracuda".


Una historia de piratas en toda regla es lo que nos propone el guionista de Murena, Jean Dufaux y el debutante Jérémy Petiqueux, quien se encargó del color en aquella serie de romanos tan recomendable. Personalmente, siempre trato de leer todas aquellas historias de piratas que caen en mis manos, desde El Libro de los Piratas de Howard Pyle, hasta el Long John Silver de Dorison y Lauffray –si no la habéis leído, la recomiendo encarecidamente–, pasando por la relectura de clásicos como La Isla del Tesoro, faltaría más. En el terreno audiovisual, series y películas como la reciente saga de "Piratas del Caribe" –de la que preparan una quinta entrega–, que aunque mal de muchos, ha conseguido poner de nuevo a los piratas en boca de todo el mundo, o la inminente Black Sails (serie producida por el canal Starz, cuyo estreno será el año que viene, veinte años antes de La Isla del Tesoro), consiguen poner a los piratas en primera línea de ficción. Pero no acaba ahí, puesto que la saga de videojuegos "Assassin's Creed' engrosará sus filas este año con Black Flag, donde el mismísimo Barbanegra hará su aparición estelar. ¿Queda claro que los piratas siguen ahí después de tantos años? La imagen que obtenemos de ellos puede ser de dos formas diferentes: como los sanguinarios asesinos y saqueadores que son, o bien su faceta más romántica (que no deja de estar complementada por la primera), la del héroe que lucha contra el sistema, tratando de labrarse un nombre que pueda ser recordado a lo largo de los tiempos, robando, matando y saqueando por el camino, es verdad, pero con un aire de independencia que es la imagen que habitualmente nos ha entrado por los ojos en los últimos años: la del pirata sexy, atrevido y heroico.


La serie de piratas de Dufaux y Jérémy cabalga a medio camino entre ambas concepciones del pirata común. Mientras que por un lado tenemos esa faceta romántica, Dufaux nos presenta a su vez una vertiente más realista, más sincera con la historia verdadera al tener un tono diferente a la serie de, por ejemplo, Long John Silver. Si en aquélla, el ritmo de la aventura no para un momento hasta desembocar en la búsqueda del tesoro, jugando de por medio con las concepciones del género con todos los elementos disponibles, Dufaux hace en Barracuda algo diferente, situando la acción en tierra en lugar de en el entramado marino del Caribe (algo que el propio autor reconoce en el epílogo), y haciendo de las tendencias amorosas de los protagonistas algo ambiguo que nos queda claro conforme se desarrolla la historia (el autor también comenta esto al final del primer volumen). De esta forma, el autor juega con la época para enseñarnos una historia de piratas ligeramente diferente, pero donde todos los elementos piratiles no dejan de estar ahí: el duelo de espada, la búsqueda de un objeto de gran valor, los abordajes, la esclavitud, la figura paternal algo desfigurada, el infierno personificado en la isla de los piratas, desde donde resulta casi imposible escapar si no eres pirata, y, por supuesto, la venganza. La fría y dura venganza que será lo que motive el resto de relatos y condicione las entregas siguientes.


En el aspecto técnico del volumen, el guión de Jean Dufaux presenta a los personajes para así prepararlos y lanzarlos a la aventura en las siguientes entregas, mientras que nos brinda una historia sólida, sin altibajos y sin fisuras, con un punto a favor hacia un protagonista que se balancea entre la homosexualidad, alejado del estereotipo pirata. Por otra parte, Jérémy Petiqueux hace una labor excelente a la hora de retratar a los personajes, plasmar cada uno de los escenarios como la isla de Puerto Blanco o la cubierta del Barracuda –el barco que da nombre a la serie–, con un color y una iluminación exquisitos. Las escenas más movidas, como el abordaje inicial, son igualmente perfectas en su ejecución, con un reflejo realista de la carnicería que fueron en su momento este tipo de actividades, y que hemos visto reflejadas de forma magistral en películas como Master and Commander: Al otro lado del mundo o la propia Piratas del Caribe –aunque en esta última con un contenido violento algo más rebajado al tratarse de una producción Disney–. Nada que objetar en el terreno artístico, ya que es un apartado en el que este "Barracuda" sobresale espectacularmente como también lo ha hecho Long John Silver.

En el caso de que los lectores de esta reseña estén buscando algo del género de piratas en formato cómic que llevarse a la boca y no sepan donde buscar, "Barracuda" es una opción perfectamente recomendable, comenzando por este primer volumen que se ha venido a llamar Esclavos. No solamente es una historia de piratas perfectamente construida que nos deja con la miel en los labios a punto de querer continuar con la serie, sino que aunque todos los elementos del género están ahí perfectamente plasmados, tiene un toque diferente que lo diferencia de otras historias de piratas. Por otra parte, es una serie magistralmente dibujada, así que no podemos pedir más. Tanto "Barracuda" como "Long John Silver" son ahora las dos mejores series BD de piratas del momento.

junio 13, 2013y

22 de junio de 2012

Long John Silver (III): "El Laberinto Esmeralda", de Xavier Dorison y Mathieu Lauffray

Título original: Long John Silver, tome 3: Le Labyrinthe d'Émeraude.
Nacionalidad:
Francia.
Guión:
Xavier Dorison.
Dibujo:
Mathieu Lauffray.
Color:
Mathieu Lauffray.
Edición:
55 págs, color. Norma Editorial, junio 2012 (segunda edición).
Precio:
16 €.
Traducción:
-.
Temática:
Aventuras, piratas, cómic.
Correlación:
Tercera entrega de "Long John Silver" tras Neptune.


La genial colección creada por el dúo compuesto por Xavier Dorison y Mathieu Lauffray alcanza su tercera entrega con El Laberinto Esmeralda. Los autores han conseguido crear con "Long John Silver" un verdadero tapiz de elementos propios de una historia de piratas al más puro estilo clásico. Entre dichos ingredientes tenemos la bella damisela Lady Vivian Hastings, el rudo pirata que termina dirigiendo el cotarro (John Silver “el Largo”), una ciudad perdida en medio del Amazonas, un tesoro olvidado, un barco de nombre memorable como es el Neptune, y una panda de piratas amotinados que de momento siguen las órdenes de su jefe hasta nuevo aviso. Pese a todos estos elementos propios de cualquier historia de piratas que se precie, volvemos a recordar que los autores no pretendieron hacer una secuela de La Isla del Tesoro, la genial novela de aventuras de Robert L. Stevenson, sino un sentido homenaje a uno de los pilares fundamentales del género.

Como no podía ser de otra forma, la expedición que tomó rumbo en Lady Vivian Hastings, primer álbum de la colección, hacia la ciudad perdida de Guyanacapac, ha encontrado por fin su propio camino hacia la meta, pero con ciertas dificultades encontradas por el camino. Tras la intensidad que supuso el álbum precedente, titulado Neptune -como la nave que zarpa de Londres a Guyanacapac, con Vivian y Silver a bordo-, los acontecimientos han dado un giro total de ciento ochenta grados, encontrando su curso de una forma algo atropellada e inesperada para los pasajeros del barco. Con la tripulación amotinada contra el malvado cuñado de Lady Vivian a bordo del Neptune, Long John Silver es la cabeza visible de esta expedición a lo más profundo del Amazonas. Pero los verdes pasillos, recovecos y canales de inmenso vergel son un sitio difícil por el que aventurarse, como pronto comprobarán todos los que forman la expedición.


Contando con el mismo excelente apartado gráfico de entregas anteriores, y como ya hemos recalcado otras veces, es destacable, por encima de todo, el tratamiento de los personajes. Sus marcadas personalidades juegan a favor del relato, un argumento que está íntegramente basado en dichos personajes, en las acciones tomadas por ellos mismos -y que les definen-, así como en las imprevistas circunstancias (aunque algunas de ellas ya se veían venir de lejos) que se les presentan. Estos personajes son exactamente lo que cabría esperar en el momento en que los vimos por vez primera dos álbumes atrás. Todos planean algún tipo de estrategia que les guarde las espaldas, otros simplemente se guardan sus pensamientos para sí, mientras que otros tratan de sobrevivir en el caos establecido por el orden pirata. Personajes muy bien definidos, que cumplen exactamente con lo previsto, contando algunas sorpresas agradables. Es de notar además el profundo cambio que han sufrido algunos de los personajes desde que partieran del puerto de Bristol, allá en la lejana y fría Inglaterra rumbo a las costas de América del Sur. Uno de los “actores” de esta aventura más cambiados quizá sea la propia Lady Vivian Hastings, uno de los personajes centrales sobre el que recae la mayoría de las consecuencias hasta ahora acaecidas, personaje que oculta más de un as en la manga. Una mujer dura, fuerte, sensual y con recursos.

La tercera entrega de "Long John Silver" es el álbum que hasta ahora más ha desarrollado el sentido de la aventura, siendo la primera vez que los personajes pisan tierra firme en lo que va de colección. Entremezclada con alguna historia antigua relacionada con Guyanacapac, El Laberinto de Esmeralda es una lectura altamente recomendada si te va el tema de los piratas en la literatura, el cine o el cómic, contando con la indispensable mención al clásico de R. L. Stevenson. Por supuesto, si has llegado hasta esta altura de la serie, no te queda más remedio que esperar a que sus autores finalicen el siguiente álbum, donde por fin podremos conocer el desenlace del viaje de Silver y compañía. ¿Estará Lord Byron Hastings esperándoles en Guyanacapac? ¿Cómo se tomará Byron la iniciativa de Lady Vivian de ir a buscarle en persona? Muchos interrogantes todavía, pero aún nos queda esperar por conocer su desenlace.

Puntuación: 9/10

junio 22, 2012y

22 de mayo de 2012

Long John Silver (II): "Neptune", de Xavier Dorison y Mathieu Lauffray

Título original: Long John Silver, tome 2: Neptune.
Nacionalidad: Francia.
Guión:
Xavier Dorison.
Dibujo: Mathieu Lauffray.
Color: Mathieu Lauffray.
Edición: 52 págs, color. Norma Editorial, julio 2010.
Precio: 16 €.
Traducción: -.
Temática: Aventuras, piratas, cómic.
Correlación: Segunda entrega de "Long John Silver" tras Lady Vivian Hastings.



Gracias a la más sublime creación piratesca de Robert Louis Stevenson, que no es otra que el personaje de Long John Silver (también conocido como John Silver el Largo), podemos disfrutar de esta tetralogía que corre a manos de Xavier Dorison (El Tercer Testamento, Prophet) y Mathieu Lauffray (Prophet). La novela de aventuras donde por vez primera apareció el infame pirata de Stevenson, La Isla del Tesoro, fue publicada en Londres en el año 1883, aunque dos años anets se introdujo al público por entregas en una famosa revista infantil de la época (la Young Folks). Habiendo llovido mucho desde entonces, La Isla del Tesoro se ha ido convirtiendo con el tiempo en un clásico de indiscutible renombre y la inspiración general ha provocado que sea todo un referente literario e iconográfico para multitud de películas, novelas, cómics y videojuegos que se han ido creando durante parte del siglo XX. La sombra de Stevenson es alargada y sirve, por ejemplo, para ilustrar la serie de tebeo europeo que ahora nos ocupa. Con Dorison a cargo de la historia y Lauffray al mando de la parte artística, nos hallamos ante una lectura francamente recomendable, una de las mejores series de BD del género de aventuras que perdurará durante mucho tiempo en las estanterías de las librerías. Como bien argumentan sus autores, la intención de la obra no es la de crear una secuela de aquella antigua novela de aventuras que se lee igual de bien que entonces, sino la de un sentido homenaje que bebe mucho de la parte literaria, pues es conocido que algunos de los personajes y esquemas repiten de nuevo tras aquella.

En el capítulo anterior -Lady Vivian Hastings- se nos cuenta el relato de un tal Lord Byron Hastings, noble de Inglaterra, quien resulta que ha dado con un tesoro de incalculable valor en las inexploradas tierras del Amazonas, más concretamente en la ciudad de Guyanacapac. Pero para llevar a cabo tal fructuosa empresa de rescatar el tesoro del supuesto olvido se necesitan importantes fondos económicos, que es por lo que Byron manda al indio Moxtechica a Londres con la exigencia de que su esposa, Lady Vivian Hastings, financie una nueva expedición a su cargo. Pero el indio Moxtechica no estará solo, Byron envía con él a su hermano el Capitán Edward Hastings. Acosada por varios frentes, entre los que se cuenta un embarazo que puede llegar a traer problemas de rechazo, Lady Vivian se ve en la tesitura de contratar ella misma a una tripulación, Los Hermanos de la Costa -comandados por un tal Silver-, para que la lleve en persona a Guyanacapac para encontrarse con su marido.


Leyendo el primer álbum de la serie podremos descubrir todo esto y más. Las reminiscencias de La Isla del Tesoro son notables, un homenaje sencillo y directo a la obra de Stevenson con un grafismo realmente sobresaliente que hará que nos sumerjamos de manera inmediata en el relato. Neptune continúa directamente lo que aquel álbum dejó en el aire, resolviendo algunas cuestiones pero planteando otras nuevas. Los seguidores de Stevenson posiblemente ya se imaginarán el nudo o desenlace de esta entrega, pues no es desconocido para nadie la personalidad de Long John Silver ni lo que ocurrió a bordo de La Hispaniola en el clásico novelístico, un claro reflejo de lo que a su vez acontecerá sobre la cubierta del Neptune. Básicamente, "Neptune" nos relata una rebelión marítima con los inconvenientes de ocurrir bajo el mando de un capitán tanto o más malvado que el propio Silver, aquejado de malaria en esta historia, dejándolo en una precaria condición física. Desde aquella lejana travesía a la tan conocida isla han transcurrido muchos años. Aquí se nos plantea el característico tema de la ambición, lo que un hombre llegaría a ser capaz de hacer por una inmensa fortuna prometida, incluso si eso significa dejar en el camino a otros seres humanos con tal de conservar el botín... y la cabeza.

Por supuesto, en el relato encontraremos viejas caras conocidas como la del Doctor Livesey, así como con leyendas sonadas como la del Capitán Flint o la de Billy Bones. Incluso puede que nos por el trayecto hallemos algún que otro fresco representando una famosa escena protagonizada por el temido pirata y el chico Jim Hawkings, quien por cierto deja el relevo para Jack O’Kief, un grumete algo más curtido y con un menor grado de inocencia que el niño original de Steveson. Long John Silver es una historia de piratas de corte tradicional, bebe de un auténtico clásico pero sin llegar a estancarse en él, ofreciéndonos toda suerte de técnicas modernas a la hora de contar una historia, un apartado gráfico excepcional, y una tensión narrativa que está a la altura de todos los elementos citados.


Puntuación: 9/10

mayo 22, 2012y

2 de enero de 2012

"Los Piratas Circulares", de Rafael Estrada

Título original: Los Piratas Circulares.

Edición: 156 págs. 11,95€. 23 Escalones, diciembre 2011.

Traducción: Obra en castellano.

Temática: Piratas, aventuras, juvenil.

Correlación: Independiente.



Mientras caminábamos y a pesar del terror que sentía en ese momento, se me ocurrió pensar que no llevaba nada, a excepción de la ropa puesta y la navaja que me había regalado papá.

—Un pirata no necesita nada —exclamó con la mirada encendida—. Porque un pirata lo tiene todo: el aire, el agua, su sable y el miedo de todos los hombres...

Este es uno de los fragmentos que podemos encontrar entre las páginas de Los Piratas Circulares. El madrileño Rafael Estrada, autor de numerosas obras en su mayor parte destinadas a un público juvenil, tales como El comisario Oligario, El rey Solito, La sonrisa del ogro o La ciudad de las sombras, entre otras, se adentra en el mundo de la piratería para ofrecernos una novela para jóvenes lectores que habla de la única escuela de piratas que hay en el mundo, llamada Galeón por estar situada en un verdadero navío pirata, y que regenta el temido capitán Garsen.

enero 02, 2012y

25 de octubre de 2011

"La Isla del Tesoro", de Robert Louis Stevenson

Título original: Treasure Island.

Edición: 288 págs. Anaya, col. "Tus Libros", 2004.

Traducción: -.

Temática: Aventuras, viajes, piratas.

Correlación: Independiente.

* * * * * * *

Hablar de La Isla del Tesoro de Robert Louis Stevenson es hablar de la Historia de Piratas, con mayúsculas. No es que a nadie se le hubiese ocurrido escribir nada sobre ellos anteriormente, es que Stevenson lo hizo de tal modo que puede decirse que hubo un antes y un después en las novelas de piratería. Es decir, tal fue la repercusión de la novela y el éxito de la misma que, si hay que hablar del padre de la novela de piratería, sin duda tenemos que nombrar a Stevenson.

octubre 25, 2011y

13 de septiembre de 2011

Águila Roja, 4ª temporada: Capítulo 2

Reseña de Loren

Reseña del segundo episodio de la 4ª temporada de 'Águila Roja'. Los piratas de Richard Blake acaparan buena parte de la cuota de pantalla durante la noche.

Título original: -.

Nacionalidad: España.

Fecha de emisión: 12 de septiembre de 2011.

Duración: 90 min.

Temática: Aventuras de capa y espada, ficción histórica.

Correlación: Águila Roja, capítulo 2, 4ª temporada.


Como cada lunes, a partir de las 22:15 en la primera de TVE, tenemos una cita con Águila Roja, el justiciero enmascarado de la parrilla televisiva española. Este capítulo, que suma el número 35 al cómputo total (segundo de la 4ª temporada), incluye la tan esperada participación de Mónica Cruz, cuya hermana ha trabajado recientemente junto a Johnny Depp en la cuarta entrega de "Piratas del Caribe". Su actuación, aunque no es un papel excesivamente complejo, como tampoco lo es su interpretación, cumple con su cometido, aunque esperemos que den una mayor profundización a su personaje en posteriores capítulos, incluso su relación con el maestro de la villa. Sin duda lo que más me ha gustado de este capítulo es su tono piratesco, una nueva ventana a la vida anterior del maestro (¿pero cuantas mujeres ha conocido este hombre?), o del Águila Roja, de cuando fue rescatado de las fauces del mar por nada más y nada menos que Richard Blake (¿un alter ego del real Robert Blake?), famoso pirata que ha tenido en jaque a la armada española durante años. Águila Roja, en una de sus correrías pasadas, conoció a este astuto pirata cuando fue rescatado del mar por su tripulación pirata junto a Mariana (Mónica Cruz), quien terminó casándose con el pirata Blake. Años después, los tres se encuentran de nuevo en unas poco agradables circunstancias.

septiembre 13, 2011y

12 de agosto de 2011

Long John Silver (I): "Lady Vivian Hastings", de Xavier Dorison y Mathieu Lauffray

Primer álbum de la BD de piratas de Dorison y Lauffray
que homenajea a La Isla del Tesoro de R. L. Stevenson.

Título original: Long John Silver, tome 2: Lady Vivian Hastings.
Nacionalidad: Francia.
Guión: Xavier Dorison.
Dibujo: Mathieu Lauffray.
Color: Mathieu Lauffray.
Edición: 58 págs, color. Norma Editorial, junio 2012 (tercera edición).
Precio: 16 €.
Traducción: -.
Temática: Aventuras, piratas, cómic.
Correlación: Primera entrega de "Long John Silver".



La obra del escritor escocés Robert Louis Stevenson, La Isla del Tesoro, es una clásica e inmortal novela de aventuras que fue estrenada en Londres en el año 1883, aunque dos años antes fue publicada por entregas en una reconocida revista infantil de la época -la Young Folks-. Desde entonces viene gozando de una fama sin precedentes, pues esta historia de piratas se ha convertido en todo un icono de la cultura popular, no hay más que echar un vistazo a la larga lista de cómics, películas, videojuegos o novelas que rescatan parte de la esencia del clásico para adaptarlo a su propio nombre. Gracias a que Stevenson dotara de vida por aquel entonces al máxime cocinero pirata John Silver ("el Largo", para los íntimos), podemos hablar hoy en día de esta serie de BD que publica Norma Editorial en una serie de álbumes en tapa dura, cuatro para ser más exactos. En el momento de esta reseña falta por aparecer el último en Francia de mano de Dargaud.

agosto 12, 2011y


 

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