El 29 de abril es el día en que
La Espada en la Tinta cumple años, y como hoy es ese día, es el momento, siguiendo la tradición, de hacer un pequeño repaso por su trayectoria y elaborar alguna que otra reflexión del año transcurrido, porque cinco años no se cumplen todos los días. En el anterior aniversario, no sé si lo recordáis (se tituló
Reflexiones sobre una afición que consume mucho tiempo), se hizo un recorrido por algunos de los aspectos fundamentales de la página. Las reflexiones de este año irán por ese camino sin lugar a dudas.
Reflexiones sobre una afición que consume mucho tiempo, round two
En el anterior artículo hablamos de la importancia de los lectores, de las editoriales y de los visitantes que aún sin ser asiduos, dejan constancia de su paso por la página. ¿Pero por qué estar pendiente todos los días de algo que no genera ingresos que dan para vivir? ¿Es que acaso hay una fórmula mágica goblin que los demás desconocemos? En respuesta a la segunda pregunta, la de la respuesta más corta, es no. En cuanto a la primera, la única respuesta que se me ocurre ahora mismo tiene que ver con el
estilo de vida. Cuando una página crece hasta límites insospechados sin haberlo pretendido (un poco sí, vale, si no no estaría escribiendo esto), hasta el punto de que pasa a estar
entre los primeros blogs de literatura más influyentes de España (como es el caso del ránking de
Ebuzzing), lo primero que nos viene a la cabeza es que se ha creado una especie de monstruo: uno de esos con boca ancha, colmillos afilados como sierras y apetito voraz. Aquel que tenga una página que sobrepase las mil páginas vistas diarias sabrá de lo que hablo (que pueden llegar fácilmente a las dos mil, tres mil, cuatro o incluso cinco y seis mil), y en ese conocimiento viene implícito que
cuando se mantiene cierto grado de actualización diaria o semanal, es muy difícil dejar de llevar ese ritmo por razones evidentes: si desaceleras (como dirían algunos políticos) esa cadencia, posiblemente pierdas lectores y la página deje de perder un poco de la esencia de lo que ha llegado a ser, pero si la aumentas puede que también pierdas parte de esos lectores. Es decir, no por haber muchísima más cantidad de todo va a aumentar la cifra de visitantes; eso es impepinable.
¿Por qué se pierden lectores? Simplemente por el hecho de que los temas que de pronto se tratan en tu página no interesan tanto como antes, la secciones que hay ya no son tan intensas o bien porque has cambiado el enfoque. ¿Y los lectores dónde van? Sencillamente a otras páginas que tengan otro tipo de contenido o bien no entran con el mismo entusiasmo. Es la pega de las páginas gratuitas y que no cuentan con miles de
me gusta o seguidores en las redes sociales, que no son de carácter oficial ni hay una multinacional detrás, como tampoco están respaldadas por un grupo editorial fuerte. Afortunadamente,
La Espada en la Tinta se encuentra exactamente entre esas premisas (pero no en lo de la multinacional y el lo del grupo editorial, a ver qué habéis pensado), pero toda época tiene sus altos y sus bajos. Personalmente, sí he notado que muchos de los lectores que antes dejaban mensajes o constancia de su paso por la página han dejado de hacerlo (aunque puede que sigan leyéndonos), y es algo que me entristece porque muchos de ellos generaban polémica, instruían con sus mensajes o bien remarcaban un interés por algo que se publica por estos lares.
"¿Estaré haciendo las cosas bien?", es la pregunta más frecuente que uno se plantea en estos casos. Y la mejor respuesta posible, en cualquier página de información y contenidos que se precie, es esta: sigue haciéndolo como hasta ahora porque algo de eso estará funcionando, o bien intenta cambiar alguna que otra cosa y así lanzar el anzuelo.
Por supuesto, también ha habido un resurgir de nuevos lectores que o bien antes no conocían la página y se han quedado, además de otros que con sus mensajes amenizan el hilo de comentarios de las noticias, reseñas y artículos. De la
sinergia se alimenta el
fandom. Y como esto no es un trabajo bien remunerado (ni siquiera pagado), sabe mejor cuando observas con tus propios ojos que a la gente le ha llamado la atención cualquier publicación que lances a la red.
Haciendo amigos
La importancia de una página de internet, así como de la vida diaria, tiene que estar nutrida de un buen grupo de gente para que la llamada
sinergia siga haciendo efecto. No es lo mismo contar con gente que te cuente sus experiencias, opiniones sobre tal o cual libro, impresiones y
colegueo, que estar solo en el mundo. Porque de todo se aprende y cuando puedes estar rodeado de gente que comparte tus gustos, generas expectativas y, en definitiva, empiezas a conocer a más personas relacionadas con este hobby, la sinergia comienza a funcionar y las posibilidades aumentan una barbaridad. Porque
escribir en una página de estas características como las de La Espada en la Tinta es un hobby, y por tanto
no hay que pedir demasiadas peras al olmo. Es un esfuerzo constante que mucha gente aprecia, cierto, pero también hay un gran sector de público que ese tipo de cosas no las comprende (o bien no quiere hacerlo) y considera que aprovecharse del contenido ajeno está bien o no tiene importancia alguna (véase el término "plagiadores").
El tiempo libre que se invierte en una página similar a esta es proporcional al tiempo que podrías estar dedicando a otra cosa, pero como se trata de un
hobby, una afición mayor que no se puede dejar porque te parecería vacío no seguir informando ni dejando constancia escrita de las lecturas del día a día, sigue adelante. Y vuelta a la pregunta: ¿pero por qué seguir manteniéndola? Y la respuesta: ¿habéis oído lo de
"por amor al arte"?
En esta sección también me gustaría hablar de aquellos compañeros que en el último año se han sumado al equipo editorial de
La Espada en la Tinta, y también a aquellos que siguen en la brecha compartiendo sus opiniones sobre determinados temas o libros. Su inestimable colaboración los hace imprescindibles.
¿Y las editoriales colaboradoras? El lazo que nos une con muchas de ellas se ha estrechado, hasta el punto de compartir muchas cosas en común (invitaciones a eventos, colaboración en otros temas, etc), mientras que aquellas editoriales que simplemente no contestan a los correos que se les envía, y no para pedir ejemplares de prensa precisamente,
"de esos gratis y que luego no se leen porque ya los tienes en tu poder" –como pueden llegar a pensar algunos–, sino material de prensa como portadas, sinopsis, información sobre la edición de un libro y un largo etcétera: borrón y cuenta nueva.
El factor reseña
Una buena reseña, desde mi punto de vista, debe ser un análisis de una novela, cómic, relato, videojuego o película, más o menos concienzudo, y que tenga ejemplos que indiquen que el material protagonista haya sido leído. No dejo de leer en algunos lugares de internet (incluso aquellos que cobran por ello, no muchos, pero los hay) reseñas un tanto vacías de contenido que bien pudiera ser que el material en cuestión no haya sido leído por la poca cantidad de ejemplos o muestras de haberlo hecho (con el consiguiente pensamiento de que esa reseña podría aplicarse a cualquier otro material y el resultado no variaría un ápice).
Para que la reseña funcione debe estar bien surtida de información, y si no la tiene, por lo menos que haya algo que deje a las claras que el autor del texto se ha tomado la molestia de informarse antes y no es un mero pastiche de haber tomado de aquí y allá impresiones de otros lectores o de la sección de comentarios de las grandes cadenas de librerías, haciendo por tanto una suerte de
"monstruo de Frankenstein de las reseñas" y que esta no sirva para nada. El lector de esas reseñas tiene que sentirse identificado (en muchos casos con tus gustos y las palabras que has escogido para expresar la opinión y/o análisis) y querer volver a ellas. No existe una fórmula secreta, sino que
"cada maestrillo tiene su librillo". La gracia está en descubrir el truco de cada uno.
Pero la reseña no tiene necesariamente que ser un panfleto de erudición que demuestre tu vena de crítico literario (puedes hacerlo así, pero a la larga supondrá un perjuicio y eso a la mayoría de gente no le va), sino que conviene aderezarlo con algo de opinión personal y estableciendo cierto tipo de límites a la hora de producir reseñas sobre cualquier cosa en una página determinada. ¿Cómo acertar? ¿Cómo saber si la reseña es buena y llama la atención? No lo sabrás a no ser que te lo digan.
Es posible que tú mismo creas que el texto está muy bien escrito y que resulte fresco y dinámico, pero para ello más gente debe catarla. Pero para eso hace falta constancia y dedicación, y que los demás compartan el texto en las redes sociales e incluso te recalquen los pros y los contras, incluso elaborar una opinión contraria a la expresada en la reseña o bien estar de acuerdo con ella. Pero también puede dar lugar a que la reseña pase un tanto desapercibida, que no obtenga comentarios, pero que sin embargo sí haya sido leída, apareciendo en los motores de búsqueda y llegando a la editorial. Ante todo eso, paciencia, y recordar una vez más que esto es un
hobby.
Un año memorable
El presente curso ha estado lleno de acontecimientos interesantes, nos han invitado a ciertos eventos como las
Segundas Jornadas de Novela Histórica de Granada (con buenos resultados), hemos estado en otros como la inauguración de la nueva librería Gigamesh (decir que por lo menos se ha hablado de ella), hemos tenido presencia en el desaparecido programa de radio
Apalabrados, han surgido nuevas colecciones de literatura fantástica o de literatura en general, han caído otras dejando un importante hueco en el sector que rápidamente puede haber sido rellenado con otros materiales, el Universo Expandido de
Star Wars ha pasado página (quién lo diría), y se auguran nuevos futuros con multitud de autores, eventos y títulos que todos estamos deseando visitar y leer (tanto en inglés como en español).
Para bien o para mal, 2013 y parte de este 2014, ha sido para recordar, tanto por sus cosas buenas como por sus cosas malas. ¿Qué deparará este año, o el siguiente? Ni idea, pero lo único que sé es que seguiremos haciendo lo mismo: leyendo mucho, reseñando otro tanto, y estar al día de novedades y de las cosas que aquí acontezcan. Si queréis quedaros con nosotros otra temporada más os lo agradeceremos y compartiremos experiencias, no os arrepentiréis.
Escritores sin editorial, autopublicación y piratería
De verdad, genera cierto grado de angustia, pero
pocos pueden llegar a imaginar que la bandeja de correo eche tanto humo de información editorial y propuestas de lectura. Es difícil tomar la decisión de no contestar todos los mensajes que llegan semanalmente (muy fácil sería lo de
"todo el mundo contento y se acabó", aunque resulte imposible), y no exageraría si dijese que unos diez autores autopublicados y escritores sin editorial nos piden (con más gracia algunos, otros sin más como si te hicieran un favor) que reseñemos su obra (más de cuarenta o cincuenta obras al mes). Pero es imposible contestar a todos los correos que inundan la bandeja de entrada, mucho menos leer más de veinte novelas a la semana tan sólo de esa parte de la población; sería caótico y un verdadero despropósito (reseñas centradas únicamente en un único y exclusivo sector de la ficción). ¿De dónde se sacaría el tiempo necesario? Que conste que esta reflexión no es ni mucho menos un intento de disuadir a los autores noveles sin editorial ni a los que se autopublican de que no nos sigan escribiendo para cualquier cosa, sino más bien un toque de realidad para darnos cuenta de que las cosas llevan su tiempo, esfuerzo y dinero (internet no se paga solo, como tampoco se paga por gracia divina la electricidad ni el tiempo invertido, que cada vez es más oro). Autores noveles y sin editorial: seguid intentándolo, que alguna vez podremos contestar a todos y atender alguna que otra petición; lo que no sé es cuando.

En cuanto a la piratería, otro tanto.
No somos una página de descargas, aunque en ocasiones haya avances de novelas y cómics. Pero eso no significa que subamos libros, seamos una banda organizada como la de Robin Hood
en la que robamos ejemplares a los ricos (si es que alguien piensa que las editoriales están forradas) para dárselo a los pobres cual método altruista. Tampoco escaneamos libros, no prestamos ejemplares a gente de otras comunidades ni países (eso sería la repera de altruista) ni hacemos negocio con los ejemplares de prensa. En el caso de que hayas pensado alguna de esas cosas, contrataremos a un militar serbio para que te haga una visita un día de estos; y si no lo has hecho nunca (si alguna vez te lo has planteado no pasa nada, todos somos humanos), eres de los nuestros. La piratería y el "robinhudeo" queda únicamente para los que tengan vocación, y esa no es la que estilamos por aquí.
Las necesarias conclusiones
Es un rollo leer todo lo que hay arriba, lo sé, por lo que si has llegado hasta este párrafo sin saltarte ni una coma, enhorabuena. Pero si has hecho
scroll aporreando la rueda del ratón
como un demente para llegar hasta aquí sin pasar por todo lo anterior: ¡lee aunque sea un par de secciones si eres tan amable antes de felicitarnos los cinco años!
"El futuro siempre en movimiento está", como diría cierto personaje verde de
una galaxia muy, muy lejana, así que es imposible echar un ojo cual palantir de Saruman a lo que ocurrirá dentro de un año, dos o los que sean. Pero una cosa es segura, habrá nuevos contenidos (con nuevas secciones y más cosas) y seguirá habiendo reseñas, noticias y novedades, todo ello con más fantasía si cabe. Y con eso sólo queda dar de nuevo las gracias a todos los lectores y editoriales que demuestran interés por la página, y animar a todos aquellos que quieran darle una (o segunda) oportunidad.
¡A por el siguiente!