Guión: Rodolphe.
Dibujo: Raquel Alzate.
Color: Raquel Alzate.
Edición: 48 págs, color. Astiberri, septiembre 2013.
Precio: 14 € (tapa dura).
Traducción: Ana Sánchez.
Temática: Fantasía, mitología céltica, cómic.
Correlación: Segundo álbum de la trilogía "La ciudad de Ys".
No es casualidad que a muchos de los que nos gusta leer cómics y novelas de fantasía, también nos llamen la atención las historias provenientes de distintos tipos de mitologías, como puede ser la nórdica, la surgida en la cultura mediterránea, la oriental, la egipcia o, en este caso más concretamente, la celta. Me refiero a esto porque el segundo volumen de "La ciudad de Ys", La Morgana roja, tiene mucho de esto. Muchos diréis que es algo evidente a simple vista pensando que Gradlon se supone que es el rey de Bretaña y que en estas tierras las tradiciones célticas siempre han estado muy presentes en la imaginación de sus gentes. Es cierto, no voy a negaros lo evidente, pero creo que la forma en la que Rodolphe ha tratado el tema hace que estos volúmenes sean diferentes en su forma de mostrar una ambientación tan concreta como puede ser la formada por los seres faéricos, los ritos a los Dioses Antiguos y cómo éstas creencias intentan ser sustituidas por otras nuevas venidas desde más allá del mar.
Como bien sabréis para los que habéis leído el primer tomo, Gradlon tuvo una hija con una mujer misteriosa a la que llamaría Dahut. Una niña a la que protegería de todo mal y a la que cuidaría con gran celo. Esta pequeña es la que realmente obtiene protagonismo en el tomo, creciendo hasta convertirse en una bella joven que desde siempre parece haber tenido un talento especial para poder hablar con los llamados Seres Buenos, llegando a despertar dudas en los que la rodean sobre su salud mental ya que nadie salvo ella puede verlos. Veremos cómo por esta causa es recluida en un monasterio donde se le intentan enseñar todos los preceptos de la religión cristiana. Llegando a cambiarle su nombre celta por el de Agnès, la pequeña nunca demostrará tener interés por esa religión extraña, llegando a recibir diversos castigos por su falta de atención. Todo este tiempo pasado entre los sacerdotes cristianos provocará que Dahut en su madurez tenga aún más afianzadas sus creencias en esa antigua religión, mientras su propio padre empieza a tener dudas acerca de la conveniencia de adoptar esa nueva fe para poder evitar futuros problemas.
A grandes rasgos creo que os he presentado bien lo que este segundo álbum nos promete –evitando spoilers, claro está–, abriendo por tanto la puerta a futuros acontecimientos que creo que harán de la serie "La ciudad de Ys" un buen regalo tanto para estas navidades como para tenerla presente en todos los amantes del cómic europeo que se precien de serlo. Es cierto que los sucesos podrían haber sido presentados de otra forma para darnos una mayor sensación de vértigo si el álbum hubiese tenido más páginas, pero pensando que tiene cuarenta y ocho, la narración está correctamente encajada en su lugar. Eso sí, espero ansiosa la tercera entrega porque bien puedo decir que La Morgana roja os va a dejar con la miel en los labios. En cuanto al dibujo de Raquel Alzate, no puedo más que reincidir en lo que ya comenté con la reseña de la primera entrega, La locura de Gradlon. Su calidad plástica y su habilidad a la hora de presentarnos a los personajes en los más diversos escenarios, hace de estos tomos algo que tener muy en cuenta aunque no os gusten los cómics. Conque os atraiga el arte es más que suficiente.