} -->

Mi espada, mi conjuro.
La puerta. Magia.
La mazmorra. Un troll.
Nos gusta la fantasía

"Sabe, oh príncipe, que entre los años en que los océanos anegaron Atlantis y las resplandecientes ciudades [...] hubo una edad no sonada en la que brillantes reinos ocuparon la tierra como el manto azul entre las estrellas."

LA

en la tinta

Mi espada, mi conjuro. La puerta, magia, Igni. La mazmorra,
un troll. El mundo. Nos gusta la fantasía.


- La fantasía es la poción mágica de la literatura -

Mi espada, mi conjuro. La puerta, magia, Igni. La mazmorra, un troll. El mundo. Nos gusta la fantasía en todas sus formas.

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4 de mayo de 2017

Michael J. Sullivan alcanza el millón de libros vendidos

El creador de Riyria ha conseguido uno de sus objetivos: vender mil millares de sus novelas gracias sobre todo a las novelas de fantasía de Hadrian y Royce.


No es una cifra que se alcance todos los días, así que no podemos otra cosa más que felicitar a Michael J. Sullivan por alcanzar la bien merecida cifra del millón de libros vendidos. Como bien comentaba el autor hace una semana en su blog, “una de las cosas buenas y terribles de escribir es el hecho de que siempre hay una nueva meta que alcanzar [...]. Cada vez que se consigue una esta actúa como un punto de referencia del éxito que fortalece mi alma en los días malos cuando una reseña dura o un día frustrante puede hacerme dudar de si debería estar haciendo todo este curro.”

En estos tiempos en los que el propio autor debe saber vender su creación además de escribir (cuando falla la editorial o sus condiciones no le satisfacen) está la meta que quizá se hayan planteado muchos escritores (sean estos de fantasía o no), como la de vender un millón de copias y pasar a considerarse un best seller. Por lo menos uno de los objetivos de Sullivan era ese, y lo ha conseguido con creces.

Para ser más exactos, el padre literario de la empresa conocida como Riyria (formada por el dúo que atiende al nombre de Hadrian  y Royce) ha despachado hasta la fecha un total de 1.032.220 libros.

Esta generosa cantidad de ejemplares solo se contabiliza con los libros vendidos en lengua inglesa (tapa dura, electrónico, audio y bolsillo o rústica), dejando de lado antologías, historias cortas y ejemplares regalados en sorteos o ejemplares promocionales proporcionados por la editorial. Esto significa que aquí no entran los libros vendidos en otros países como Francia, Alemania o España, sobre todo este último, donde las ventas han sido paupérrimas debido a una mala política editorial.


Michael J. Sullivan es autor de las novelas de fantasía The Crown Conspiracy, Avempartha (reunidas en el volumen Theft of Swords), Nyphron Rising, The Emerald Storm (reunidas en el volumen Rise of Empire), Wintertide y Percepliquis (reunidas en el volumen Heir of Novron), todas ellas englobadas dentro de “The Riyria Revelations”. Es además autor de The Crown Tower, The Rose and the Thorn, The Death of Dulgath y de la futura The Disappearance of Winter's Daughter, las cuales forman la serie “The Riyria Chronicles”. Ha escrito a su vez Age of Myth, primera parte de la pentalogía “The Legends of the First Empire” (ambientada miles de años antes de Hadrian y Royce), a la que seguirá Age of Swords en julio.

mayo 04, 2017y

28 de diciembre de 2016

Richard Adams, el autor de ‘La colina de Watership’, ha muerto

La popular novela juvenil ‘La colina de Watership’, considerada un clásico moderno, se publicó en 1972 y vendió un millón de copias en un tiempo récord.



Richard Adams, el autor británico nacido en mayo de 1920 que escribió la popular novela infantil La colina de Watership, murió el pasado 24 de diciembre a la edad 96 años en el condado de Berkshire (sureste de Inglaterra), según han informado los familiares del escritor.

Aparte de la citada La colina de Watership, Adams escribió otras historias como Los perros de la plaga o Shardik, sin olvidar otros muchos trabajos inéditos en español como Tales from Watership Down o The Phoenix Tree. Entre otras cosas, Adams recibió la prestigiosa medalla Carnegie por su contribución a la literatura infantil, galardón que desde 1936 se otorga anualmente al mejor libro del año (otros autores que también han recibido la medalla son C. S. Lewis, Neil Gaiman, Phillip Pullman o Terry Pratchett).

Fue hijo de un médico rural, debido a lo cual Adams pasó su infancia en la campiña inglesa y le condujo a escribir con 52 años la novela La colina Watership, publicada en 1972. La inspiración le vino al recordar que de pequeño contempló a un hombre que empujaba una carretilla llena de conejos muertos. El argumento de la novela trata precisamente de un grupo de conejos que busca un nuevo hogar después de que su madriguera sea destruida.

La colina de Watership, cuya historia Adams empezó a contar a sus dos hijas (más tarde insistió para que se publicara como novela), se convirtió en todo un éxito de ventas, llegando a alcanzar la cifra de un millón de copias en un tiempo récord en Reino Unido y Estados Unidos, convirtiéndose así en un clásico moderno.

FOTO: Richard Adams en 1974, fotografía de Tom Smith.

diciembre 28, 2016y

23 de enero de 2014

Efeméride: Robert E. Howard, el padre de la espada y brujería

1936. Robert E. Howard se suicida de un disparo delante de su casa. La enfermedad de su madre, terminal, había sido la gota que colmaba el vaso en una vida torturada por la neurosis. Dejó en la maquina de escribir sus famosas últimas palabras: “All fled–all done, so lift me on the pyrethe feast is over and the lamps expire”.

“un autor muy prolífico, mucho más que sus compañeros en la Weird Tales
El 22 de enero se cumplieron ciento ocho años de su nacimiento. Su vida, turbulenta, podría entenderse a través de sus principales creaciones: Conan y Solomon Kane. Como el primero, Howard tenía un alma aventurera, y escondía un deseo salvaje de libertad y primitivismo; como Conan, tenía un físico poderoso, entrenado en el boxeo. Como Solomon, era reservado, taciturno, oscuro: un paladín anacrónico que escondía un alma torturada. Ambos personajes protagonizaron relatos memorables que fueron publicados, en su mayoría, en la mítica Weird Tales, revista que Howard abanderó junto a sus amigos epistolares H. P. Lovecraft y Clark Ashton Smith. Aquellos relatos siguen siendo reeditados hoy en día, y adaptados al cómic o al cine (con mayor o menor fortuna). Y es que su calidad, su frescura, su dinamismo, siguen conquistando generaciones de lectores. Recomiendo, a quien quiera iniciarse en su obra, el tomo Las extrañas aventuras de Solomon Kane (publicado por Valdemar); es más fácil iniciarse con éste que con Conan, quien protagonizó muchos más relatos.


Pero Howard no termina con Conan y Solomon; fue un autor muy prolífico, mucho más que sus compañeros en la Weird Tales. Aparte de fantasía y terror (o fantasía oscura) publicó relatos sobre boxeo, westerns y novela negra. De hecho, hacia el final de su vida, "Bob Dos Pistolas" –como le llamaba Lovecraft afectuosamente– se inclinaba mucho más por el western que por lo fantástico; en algunos relatos llegó incluso a combinar ambos. A diferencia de los de Lovecraft –intelectuales neuróticos, delicados y soñadores– los héroes de Howard eran todo impulso y fuerza, ya se enfrentaran a un rival en el ring o a un cultista adorador de los primigenios (si uno se ha preguntado alguna vez como sería un relato de los mitos de Cthulhu donde nuestro héroe no se desmayara al ver a un gusano con cabeza de pulpo sino que cargara contra él espada en ristre, la respuesta se encuentra en estos relatos). Incluso sus obras de terror, género que uno presupone más sombrío y falto de vitalidad, consiguen transmitir esa sensación de exuberancia, de exotismo que se convirtieron en su marca de la casa. Y que no se caiga en el error de pensar que, siendo sobre todo conocido como el padre de Conan, su trabajo en otros campos no fue sobresaliente: estos cuentos de terror se encuentran entre los mejores de su época, y algunos (como “Las palomas del infierno”, cuya reciente adaptación al cómic reseñamos) son directamente de los más estremecedores que he leído.

Aunque terminara en tragedia y muriera tan joven –algo tristemente frecuente, puesto que al parecer la tragedia y la genialidad artística van de la mano–, Howard tuvo tiempo de crear algunos de los mejores relatos de la historia de la literatura fantástica, y de fundar, de mano de sus personajes más memorables, un subgénero entero: el de la espada y brujería. Como se suele decir, es una de las dos torres en las que se sostiene el género fantástico (siendo la otra Tolkien, con la fantasía épica). Sin duda merece nuestro reconocimiento por ello.

enero 23, 2014y

13 de noviembre de 2013

Efeméride: Bram Stoker, el autor que quedó para siempre unido a «Drácula»

“Hablar de Bram Stoker es hablar,  ineludiblemente, de Drácula
El pasado 8 de noviembre se cumplieron 166 años del nacimiento de Bram Stoker. Stoker fue un hombre ocupado; crítico de teatro para el periódico Dublin Evening Mail (cuyo copropietario era nada menos que Joseph Sheridan Le Fanu, autor de La posada del dragón volador, entre otras obras), conoció a Henry Irving –uno de los actores más famosos de su época– después de hacerle una crítica positiva, y se convirtió en su asistente personal y gerente del teatro que poseía, el Lyceum Theatre en Londres. Bram Stoker escribió ensayos, destacó como atleta en su universidad, donde se licenció en ciencias y matemáticas, conoció a Oscar Wilde y a Whalt Whitman; viajó mucho, al lado de Irving. Pero por encima de tantos logros, Bram Stoker pasó a la historia como el autor de una novela que al principio pensaba nombrar, The Un-Dead (El no muerto), y que finalmente, publicada en 1897, se tituló Drácula. El oscuro antagonista de aquella novela construida a partir del punto de vista de varios narradores se convertiría en uno de los iconos del terror más universales, reconocibles e influyentes de todos los tiempos; Stoker quedó unido para siempre a Drácula, y éste le dio, como a su prole vampírica, la inmortalidad.


Hablar de Bram Stoker es hablar, ineludiblemente, de Drácula; esta es –y otra vez podemos usar la analogía con el vampirismo– a la vez una bendición y una maldición. A la sombra de Drácula quedan y quedarán para siempre todas sus demás creaciones; para ser justos, ninguna llega ni por asomo a la potencia de la del Conde, pero tampoco tendrán nunca la oportunidad de ser juzgadas y valoradas por si mismas puesto que es inevitable compararlas, y al hacerlo siempre palidecerán. ¿Habría odiado Stoker a su personaje (como dicen que Conan Doyle odió a Holmes) de haber presenciado su enorme éxito? Para alguien con aspiraciones de escritor, sin duda lograr un éxito tal es un sueño, pero a la vez parece descorazonador saber que uno nunca logrará hacer nada más que pueda igualarlo. No igualaron aquel hito, desde luego, obras como La guarida del gusano blanco (1911), cuyo único mérito es suponer un precedente a Lovecraft en lo que respecta a entidades vermiformes de incomprensibles motivaciones, o La Dama del Sudario (1909), que más parece una broma a costa de las primeras novelas góticas que un intento real de hacer algo reseñable. Mucho más interesantes son los relatos que se recogen en el tomo El invitado de Drácula, antología editada en vida del autor, y que en España acaba de editar, con algunos añadidos, Valdemar (en el seno de su mítica colección "Gótica"). Si queremos ver “el otro Stoker” podemos dirigirnos a este volumen donde hay algunos relatos realmente inquietantes como “El entierro de las ratas” o “El sueño de manos rojas”, aparte del interesante cuento que da nombre a la antología, y que Stoker redactó con la intención de usarlo como primer capítulo de la novela, descartándolo luego.

Aparentemente, Drácula alcanzó el estrellato mucho después de la muerte de su creador, a partir de sus primeras adaptaciones al cine. Antes de ello, la novela había recibido buenas críticas (Arthur Conan Doyle, sin ir más lejos, la consideró una de las cumbres de la literatura de terror; curiosamente, su Sherlock Holmes es junto a Drácula el personaje de ficción más veces llevado al cine) pero sin pasar a un primer plano en el mundo de la ficción. Como el personaje que le da nombre, la novela pasó al principio más o menos desapercibida; sus oscuros secretos solo al alcance de unos cuantos, una leyenda de oscura reputación aún oculta al gran público. Con la llegada de las primeras adaptaciones al cine, Drácula abandonó la tenebrosa Transilvania para adentrarse en la pantalla grande y presentarse en sociedad de modo indeleble; la novela siguió pues el mismo recorrido que su personaje.


La primera de estas afortunadas adaptaciones, Nosferatu (1922, Friedrich Wilhelm Murnau) fue una versión no autorizada, disfrazada para evitar el pago de los derechos de autor a la viuda, Florence Stoker, quien finalmente y después de un largo litigio consiguió que se retirara del mercado y fueran destruidas sus copias; algunas se salvaron, gracias a lo cual más tarde pudo ser recuperada. La siguiente adaptación, y la primera que tomaría legítimamente el nombre de “Drácula” llegaría en 1931 de la mano de Tod Browning, con un ahora legendario Bela Lugosi como protgonista. Desde entonces la novela ha visto multitud de adaptaciones; la de 1958 a cargo de Terence Fisher, con un titán como Sir Christopher Lee como protagonista y un elenco completado con Peter Cushing (Van Helsing) se convirtió enseguida en objeto de culto. El mismo Lee protagonizaría varias secuelas, muchas de las cuales tan absurdas que solo su interpretación, y su pasión por el personaje, puede salvarlas. Mi generación seguramente recuerda la de Francis Ford Coppola con Gary Oldman, pese a ser, de estas tres grandes, quizás la peor; y todo esto sin mencionar las innumerables adaptaciones al cómic, a la televisión o a la infinidad de imitaciones y/o homenajes que inspiró.


Ahora mismo, en 2013, Bram Stoker sigue sin duda muy vivo a través de su Drácula, que aún es el paradigma del monstruo con clase, un referente el impacto del cual quizás solo el Frankenstein de Shelley puede igualar ( con quien constituye, por cierto, una dicotomía muy interesante, completamente polarizada; el inmortal inhumano y el monstruo marginado, hijo uno de la superstición, otro de la ciencia, ansiando integración el uno, depredador desdeñoso el otro, ambos monarcas absolutos del imaginario del terror). Cuando dentro de poco vea la luz la última de esta recula de adaptaciones, la série homónima que la NBC está preparando, y Drácula se encarne en Jonathan Rhys Meyers como lo hizo con Sir Christopher Lee, Bela Lugosi o Gary Oldman, recordaremos otra vez a Bram Stoker, el hombre que creó al mito sin verlo ascender como tal (a partir de retazos de leyendas europeas, un personaje histórico real y mucha habilidad), sabiendo que, si esta nueva forma nos decepciona, siempre nos podremos refugiar entre las páginas de su obra inmortal.

noviembre 13, 2013y

7 de junio de 2012

Buenas noches, Ray Bradbury (1920-2012)

A día 5 de Junio, fallecía en Los Ángeles Ray Douglas Bradbury a la edad de 91 años. Este hombre se convertiría desde sus más tiernos inicios en una estela brillante dentro del panorama cultural, ya fuese en medios como la literatura, el cine y la televisión. Será una de las personas que convertirían nuestro mundo en un lugar más atractivo, divertido, vibrante y fantástico.

Pulsa AQUÍ si quieres escuchar música relacionada mientras lees.


Ray Bradbury nació un 22 de Agosto de 1920 en la ciudad de Illinois. Tras recorrer diversas ciudades a lo largo de los E.E.U.U. debido a cuestiones familiares, terminaría por asentarse en la ciudad de Los Ángeles dedicándose a leer, como por aquel entonces hacían bastantes niños de su edad, y también en su caso, a escribir. Pese a que al principio todo fuese una mera afición, su encuentro con un mago llamado Mr. Eléctrico en una feria de la zona, a la edad de doce años, hizo que su perspectiva de las cosas cambiara para siempre. Este mago utilizó su espada para determinar que nuestro buen Ray sería inmortal, cosa que según parece, decidió llevar a cabo dedicándose a escribir de forma más seria y como bien vemos hoy en día, cumpliendo su objetivo en el corazón de todos y cada uno de nosotros.

Debido a sus orígenes humildes, no pudo tener una educación universitaria, no obstante esto no fue un impedimento para este hombre de firmes convicciones. Bradbury emprendería la más arduas de las tareas, la del autodidacta, ayudándose de su trabajo repartiendo y vendiendo periódicos y sirviéndose de los recursos que las bibliotecas públicas pondrían siempre a su alcance. A raíz de esta buena afición consiguió escribir distintos relatos para venderlos bajo diversos pseudónimos (William Elliot, Edward Banks, Leonard Spaulding y Brett Sterling entre muchos otros) a distintas revistas más o menos famosas de los años cuarenta. Aleccionado por las distintas lecturas sobre fábulas y similares, Bradbury siempre procuró que todos sus cuentos - y más tarde, muchas de sus novelas-, transmitiesen una enseñanza, algo que el lector pudiera utilizar para sí, ya fuese para interactuar con su entorno o de cara a cualquier posible vivencia personal. Sin saberlo, este escritor se convirtió en la inspiración de otros otros que llegarían a ser importantes autores del mundo de la literatura.







Entre sus relatos más destacados podríamos mencionar los siguientes por orden cronológico:
El Hombre Ilustrado (1951), Las Doradas Manzanas del Sol (1953), La Bruja de Abril y otros Cuentos (1994), De la Ceniza Volverás (2001) y El Signo del Gato (2005) entre otros muchos que no os he mencionado aquí porque serían demasiados. En todos estos escritos, Ray Bradbury acude a la sensibilidad del lector, haciéndoles emocionarse e interesarse ya sea por los personajes que en ellos aparecen o bien por las situaciones que en ellos se describen. Tanto es así que Bradbury no se quedó únicamente en las cuatro paredes de nuestros hogares, sino que trascendió sus páginas hasta llegar al mismo cine y la televisión con clásicos como Lights Hour (1951) como su primer trabajo, llegando a colaborar en otras series tan importantes como Tales of Tomorrow (1953).

Escribiría también unos cuantos episodios para la serie de Alfred Hitchcock después de que los directores del proyecto leyeran algunos de los relatos más impactantes de Bradbury. Trabajó como guionista en otros proyectos de series como Steve Canyon (1958 – Arthur Hiller) y se llevarían a cabo en la televisión otros proyectos inspirados en sus relatos como La Feria de las Tinieblas (1983 – Jack Clayton), El Traje Color Vainilla (1998 – Stuart Gordon), El Sonido del Trueno (2005 – Peter Hymans), siendo El Caleidoscopio -Ray Bradbury’s Kaleidoscope- el último de sus relatos adaptados en este mismo 2012. Como su aportación a la gran pantalla en calidad de guionista, tenemos el placer de disfrutar de la película Moby Dick (1956), protagonizada por Gregory Peck.

Como añadido, es necesario mencionar que su talento con las distintas ambientaciones, en cuanto al suspense y la ciencia ficción se refiere, permitieron que programas muy famosos de la época de los sesenta como "En los Límites de la Realidad" (1959 – Rod Serling) e "Historias para no Dormir" (1964 Chicho Ibáñez Serrador) llevaran a cabo la representación de algunos de sus relatos más impactantes.






Sin embargo, su actividad no se basaba solo en unos cuantos relatos, guiones y participaciones de forma esporádica como actor, sino que también se dedicó a la literatura, esa que se escribe con letras mayúsculas -inspirado y alentado por la gran acogida que tuvieron sus relatos-, tratando de que esa labor educativa y reflexiva trascendiera más allá de las pocas páginas que podían tener sus anteriores escritos. Entre estos ejemplos se encuentran obras muy importantes, llevadas en algunas ocasiones a la gran pantalla, como Crónicas Marcianas (1950) -realizada en una miniserie para la televisión en 1980-, Fahrenheit 451 (1953) -estrenada en la gran pantalla por François Truffaut en 1966-
, El Vino del Estío (1957), La Feria de las Tinieblas (1972), Sombras Verdes, Ballena Blanca (1992) y Ahora y Siempre (2009), entre otros.

Tendría también otro tipo de obras, más centradas en el ensayo y la reflexión como bien pueden ser Ayermañana. Respuestas evidentes a futuros imposibles (1991), Zen en el arte de escribir (2002) y Bradbury habla (2008), ensayo bastante alejado de los típicos textos espesos y formalistas, salpicado constantemente de expresiones coloquiales y anécdotas sobre cómo la vida le llevó a dedicarse al noble arte de la escritura.






Como conclusión, considero que Ray Douglas Bradbury se ha ganado ese lugar especial en el corazón de millones de lectores y cinéfilos, tanto por la trayectoria que hemos podido ver hoy en este artículo especial, como por el hecho de que haya sido ganador de más de veinte premios de diversa índole a lo largo de su dilatada carrera literaria. Ha sido uno de los primeros escritores que han podido ver su nombre en el Paseo de la Fama de Hollywood, en tener un cráter en la luna llamado
Cráter Dandelion (en honor a su libro "Dandelion Wine", en español El Vino del Estío) y en recibir el Oscar por su película de animación "Icarus Montgolfier Wright". Estas razones y otras muchas son aquellas por las que este escritor tan polifacético habrá conseguido lo que quiso desde aquellos inicios tan difíciles en los que su afición por la lectura y la escritura se convirtieron en su pasión y en su oficio. Una época en la que aquel mago de feria le dio una brillante idea: vivir para siempre en las mentes de todos y cada uno de los que hemos disfrutado con su ingenio y su talento.

Para mi, una de las novelas más cautivadoras de R. Bradbury es Fahrenheit 451. Un libro dedicado a todos los amantes de los libros. Dedicado también a los que hemos llegado a considerar esos pequeños objetos como buenos amigos, compañeros de aventuras. Cada vez más a menudo miramos con preocupación las encuestas donde se advierte de la pérdida del único buen vicio que existe: la lectura. En esta historia se nos habla de un futuro distópico, en el que el gobierno de los distintos países prohíbe la lectura a sus ciudadanos argumentando que, de hacerlo, perderían la felicidad que tanto les ha costado conseguir. Una sensación lograda a base del consumismo enfervorecido de productos inútiles, del control de sus mentes debido a que las paredes de estas casas del futuro son gigantes pantallas de televisión en las que el gobierno emite programas muy concretos de adoctrinamiento ideológico. Un lugar en el que preguntarse el porqué de las cosas es peligroso y declarar abiertamente que no se tienen aparatos electrónicos en el hogar es prácticamente un grito en contra del sistema. Fahrenheit 451 alude a la temperatura a la que arde el papel (233º) , una historia dramática de cómo aquellos que aman los libros y todo lo que ellos representan son apresados y sus pertenencias abrasadas por los llamados Bomberos, armados con lanzallamas en vez de con mangueras de agua. Una novela inspirada en la época de la represión de Mcarthy en E.E.U.U. y en la que, como siempre, Bradbury aprovecha para recordarnos cual debe ser nuestro orden de prioridades en la vida. Un libro escrito por un amante de los libros para aquellos que también los amamos. Tanto es así que en su epitafio pidió expresamente que se pusiera: "Autor de Fahrenheit 451".

Así que me gustaría despedir a ese señor que me hizo emocionar cuando leí en la novela que os acabo de mencionar cómo una mujer prefería inmolarse con sus libros a que los quemaran los bomberos sin estar ella presente. Una mujer que había dado toda su vida por y para ellos, con una frase salida del mismo Bradbury:


"La vida termina como el resplandor de un film, una chispa en la pantalla".


No sé vosotros, pero a mí me ha deslumbrado. Descansa con todo nuestro cariño y buen viaje.



Para finalizar, aquí va la última entrevista a Ray Bradbury en un medio de habla hispana antes de fallecer, publicada en el 8 de junio en la revista Quo:

http://www.abc.es/20120607/cultura-libros/abci-bradbury-volveremos-leer-papel-201206071329.html

Fuente: ABC.es

junio 07, 2012y

16 de junio de 2011

La Espada en la Tinta entrevista a Rafael González, autor de "El Secreto de los Dioses Olvidados"


Rafael González nace en Alemania (Witten), pero vive en Madrid ya desde muy pequeño. Hizo su debut literario en 2009 gracias a El Secreto de los Dioses Olvidados (clic para una reseña) y de la mano del Grupo AJEC. Actualmente anda pendiente de la publicación de su siguiente novela, ambientada en una ficticia Europa victoriana, y en la que aparecen criaturas sobrenaturales. El autor ha accedido gustosamente a conceder esta entrevista para La Espada en la Tinta, y que os reproducimos a continuación.

Nombre: Rafael González.
Fecha de nacimiento: 1973.
Debut: El Secreto de los Dioses Olvidados.
Fecha de publicación: Noviembre de 2009.
En: Grupo AJEC.
Nº de páginas: 254.
Temática: Ucronía histórica, fantasía, aventuras, ciencia-ficción.


____________________________________________

Loren: Ante todo, te doy las gracias por acceder a ser entrevistado para La Espada en la Tinta. Me siento orgulloso de contar contigo para esta primera entrevista que espero sea la primera de unas cuantas. A ver si hablamos un poco de tu primera novela publicada, de tus futuros proyectos y de tus aspiraciones como escritor, ¿te parece?

Rafa: Totalmente dispuesto. Cuando me propusistéis esta entrevista ya os dije que me hacía mucha ilusión, así que estoy listo para lo que sea. Y como aún soy “casi virgen” en estas lídes, ¿qué mejor que hablar sobre todas esas cosas en un blog cuya opinión respeto tanto?

junio 16, 2011y

23 de agosto de 2010

Retazos de Autor: "Paul Kearney"


Este autor irlandés de fantasía está empezando a conocerse en España gracias a su serie Las Monarquías de Dios, publicada recientemente en ediciones Alamut. Paul Kearney, nacido en Ballymena (norte de Irlanda), estudió lenguas en la Universidad de Oxford y se hizo un nombre publicando algunas novelas autoconclusivas como The Way to Babylon (1992), a Different Kingdom (1993) y Riding the Unicorn (1994), todas ellas reuniendo un tema central y común a muchas obras de temática fantástica (visto en "El Tapiz de Fionavar", por ejemplo) como es el viajero de nuestra realidad que se desplaza a un mundo alternativo. La lástima es que a pesar de las buenas críticas, no vendieron lo suficiente y se instó al autor a recauzar su obra hacia un género de fantasía épica más convencional. De ahí su incursión en "Las Monarquías de Dios", compuesta por un total de cinco volúmenes, el primero de ellos publicado en 1995, siendo el último de 2002.

agosto 23, 2010y


 

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