“Una obra densa y deliciosa para todo amante del género fantástico y en la mejor tradición feérica medieval”
Hoy toca la recomendación de una de las mejores obras de fantasía que pueden encontrarse actualmente en las librerías. Se trata de la “Trilogía de Lyonesse”, escrita por el adorado
Jack Vance, autor de otras obras tales como “La saga de la Tierra moribunda”, "Los príncipes demonio” o
Alastor. La “Trilogía de Lyonesse” es una obra de fantasía en toda regla que mezcla lo mejor –y lo más cruel– de los cuentos de hadas con los verdaderos motivos de la fantasía épica. Fue editada primeramente por Ediciones B a finales de los años ochenta, pero reeditada en 2004 por Gigamesh para la ocasión del Día del Libro, toda una sorpresa y un movimiento plausible debido a que todos los volúmenes que componen la trilogía salieron al mismo tiempo. La trilogía se compone de
El jardín de Suldrun,
La perla verde y
Madouc.
Estoy seguro de que muchos lectores la conocerán o la habrán leído. Esta triple historia está
ambientada en un entorno fabuloso y mítico conocido como las Islas Elder, situadas en el mismísimo
Golfo de Vizcaya –al norte de las Españas– y justo a la izquierda de lo que ahora es Francia. Para concretar un poco más, relata las ambiciones e insistencias de un monarca del reino de Lyonesse (las islas están distribuidas en una serie de reinos) llamado
Casmir que pretende hacerse dueño y señor de toda la isla, forjando pactos y haciendo juegos de corte como suelen hacer los reyes. El descontento para con su hija hace que la encierre en una parte del castillo que da a la costa, un enorme, hermoso y antiguo jardín con un pequeño templo, caído ahora en desuso desde hace años; una zona que nadie visita, y que supone la prisión para la atormentada
Suldrun.
Las ilustraciones de las tres cubiertas forman un elegante tríptico elaborado por Enrique Corominas.
Así comienza verdaderamente esta historia, junto al hecho de que Casmir es aficionado a la magia y posee toda clase de artículos en una sala que sólo el conoce, como el espejo Persilian, el cual proclama una profecía que dará mil y un quebraderos de cabeza al monarca Casmir, un hombre que no olvida la cosas fácilmente y que constantemente da una y otra vez vueltas a mil y un temas, en especial si estos resultan perjudiciales para él. Los elementos principales de la profecía giran en torno a una mesa redonda de antiguas propiedades conocida como Cair an Meaghan y un heredero perdido, todo ello de una simbología extraída del mito del rey Arturo, aunque de por sí el nombre del reino del rey Casmir habla por sí solo.
Esta obra tiene una
multitud de elementos fantásticos y propios de los cuentos que resulta en una obra densa y deliciosa para todo amante del género fantástico y en la mejor tradición feérica medieval. En ella podemos encontrar magos poderosos, brujas de igual poder, el tema del
changeling, razas provenientes de remotas regiones que quieren hacerse con el control de todo, objetos malditos, trolls, demonios, una corte de hadas al más puro estilo de Shakespeare pero con un toque mordaz, descarado y liberal (como todas las hadas), princesas cautivas, caballeros de brillante armadura y actos de vileza. Es una obra que en ocasiones no perdona a los personajes. Jack Vance ha sabido captar el tono de un cuento de hadas propio, pero dotándole de una crudeza, crueldad y realismo tales que no todo será un final feliz, juntando además el hecho de que recurre a ciertos toques eróticos para acentuar el tono de su narración. Si a ello le unimos una prosa barroca y al mismo tiempo directa, parca en descripciones la mayoría de las veces, estamos ante una obra que puede no agradar en un principio en cuanto a estilo se refiere –una de sus características más comentadas–, pero conforme avanza la lectura lo más seguro es que nos vayamos habituando al mismo.
Las contracubiertas forman de nuevo otro tríptico, de un tono más oscuro y apagado.
El jardín de Suldrun hace mención al tema de la princesa cautiva y es donde la historia comienza y tiene su final. Apenas hay presentación de personajes, como ocurre en los inicios de otras novelas o sagas, sino que los conocemos desde el principio de una manera directa, sin preámbulos. Perfectamente podría ser un libro autoconclusivo si no te dejara ciertos cabos sueltos de los que inevitablemente quieres saber más. La perla verde, gira en torno a un vil objeto verdaderamente maldito que saca lo peor de la gente, y aunque hace mención al título, su implicación en la trama está demasiado diluida. Aquí da comienzo la verdadera conquista de las Islas Elder. Finalmente, el tercer volumen de la trilogía, Madouc, retorna al tema de la princesa, de forma muy parecida al primer volumen, desde otro punto de vista en este caso: el de una princesa descontenta y cautiva en cierta manera. Aparte de todo, es en este volumen donde mayor hincapié se hace en el mito artúrico y en la religión que va tomando cada vez más forma alrededor de las Islas Elder: la religión del nuevo dios cristiano, una religión opuesta al paganismo que ha imperado siempre en la isla, pues ésta es a su vez un centro de culturas tradicionales y un punto de encuentro para otros pueblos del resto de Europa firmes en sus creencias, abierta al comercio y al intercambio de bienes.
Se trata en definitiva de una lectura apasionante y que desde aquí recomiendo a todo el mundo. Si no produce una simple chispa en el interior no pasa nada, hay muchas otras obras de fantasía ahí fuera. Pero lo que sí es cierto es que la “Trilogía de Lyonesse” forma parte del imaginario fantástico desde el momento en que fue publicada; la multitud de elementos con que está dotada lo atestigua. Muchas aventuras se cuecen en las Islas Elder, muchos mitos y leyendas se mezclan para proporcionar un rico universo de culturas, magia y misterios. Los personajes viajan a otras dimensiones en busca de algo valioso y donde tienen lugar encuentros increíbles, los reyes sacuden el mundo con sus aspiraciones, mientras que los magos cuidan de todos ellos;
no defraudará a ningún lector que guste de la buena fantasía.
Para saber más sobre el autor, lee nuestro artículo titulado
Jack Vance (1916-2013): Homenaje a uno de los grandes de la literatura fantástica.