Construir una réplica de un escenario tan emblemático como Rivendel, el paraíso de los elfos en El Hobbit y El Señor de los Anillos, es un trabajo muy meticuloso, pero cuando se trata de construirlo con piezas de Lego la cosa toma otro cariz.
Que se lo digan si no a Ben Pitchford, quien se ha pasado los últimos once meses diseñando y dando forma al exótico y agradable lugar de El Hobbit: Un viaje inesperado de Peter Jackson, pero utilizando para ello las características piezas y muñecos de la popular marca de juguetes danesa.
La verdad es que hay pocas palabras para describirlo porque las fotos y el vídeo ya hablan por sí solas, pero aún así hay que decir algo: espectacular. Y enorme, porque tiene una altura de 1,2 metros, con 1,27 metros de base.
En total tiene unas 120.000 piezas (no me quiero imaginar el desembolso económico de tamaña cantidad) y le ha costado a Pitchford más de 300 horas de trabajo.
La maqueta además sirve para contar historias de la película, porque dentro de ella se pueden observar escenas y dioramas de la primera película de la trilogía, como por ejemplo cuando Bilbo, Gandalf, Thorin Escudo de Roble y compañía llegan a Rivendel, la aparición de Elrond montado a caballo junto a sus jinetes élficos, la escandalosa cena de los enanos, el Concilio Blanco celebrado junto a Galadriel y Saruman, e incluso la lectura del mapa rúnico por parte Elrond usando la luz de la luna.
Pero eso no es todo, ¡porque hasta tiene luces personalizadas! Podéis ver todas las fotografías que queráis del modelo en el flickr de Ben Pitchford.
El LEGO Rivendel de Ben Pitchford
El LEGO Rivendel de Ben Pitchford
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