¿Quién dijo que las terceras partes
no eran buenas? Inconexión, pese a ser un libro de transición en la tetralogía "Desconexión" está lleno de grandes momentos, de debates espinosos en temas no
tan lejanos en nuestro tiempo para ser considerados distópicos, de carismáticos
protagonistas, de acción pausada y valores como la amistad, el amor, la
lealtad, valentía, creatividad y el respeto a los demás. No solo me ha parecido
una novela redonda, sino que para mí esta es, sin dudarlo, la mejor distopía juvenil
que hay ahora mismo en las librerías. Ni "Los juegos del hambre" ni pepinillos en
vinagre: el distópico mundo de "Desconexión" está a años luz de cualquier otra
serie del mercado. Tampoco es que lo diga yo: los numerosos premios que ha
recibido, como el importantísimo ALA Best
Book for Young Adult Readers, avalan esta serie. Es más, son prueba
fehaciente de que existe, de que se puede hacer literatura juvenil de calidad,
inteligente, comprometida, muy bien escrita y no morir en el intento. Neal
Shusterman es un crack que lleva años dedicándose a la literatura juvenil y eso
se nota. No es un autor que simplemente se ha subido al carro Young Adult, sino
que lleva años trabajando en este género y la veteranía es un grado.
Si no conocéis el mundo
socialmente frío, desapasionado y completamente amoral de "Desconexión", permitid que haga una breve introducción. En un futuro no muy lejano, los
Estados Unidos de América entran en una nueva Guerra Civil con dos bandos bien
diferenciados: los pro-aborto y los pro-vida. Tras un conflicto desgastante y en
aras de una solución pacífica, ambos bandos deciden tomar la salomónica
decisión de prohibir el aborto nonato inmediato pero incluyendo la posibilidad
de hacerlo retroactivo. Esto significa que cualquier padre, madre o tutor puede
decidir "abortar" a su díscolo y rebelde adolescente hasta la edad límite de 16
años. Si lo hace, el Estado se hace "cargo" de sus retoños y los lleva a las
Cosechadoras, alimentando un sistema de reciclaje de órganos en los que todos
ganan y nadie pierde, o eso es lo que dicen. Escalofriante, ¿verdad?
En realidad, "Desconexión" jamás se gestó como una serie, sino como un libro único
e independiente. Sin embargo, el merecido éxito de la novela convenció al autor de una segunda parte, que no tardo en hacerse tetralogía.
Quizá esto asuste un poco al principio, pero ya os digo que no sobra ni una
coma, no hay relleno, está todo fantásticamente planteado, abriéndose frentes
cuando son necesarios e introduciendo nuevos protagonistas a la trama. Para que
sigáis un poco el orden, os lo dejo aquí mismo, con las respectivas reseñas de
los títulos en español:
1. Desconexión
1.5 Unstrug (ebook, relato corto, en inglés)
2. Reconexión
3. Inconexión
4. Undivided (próximamente en español)
5. Unbound (historias cortas, en inglés)
Vayamos
ahora a lo importante: la tercera novela, Inconexión. En ella el autor recupera a los grandes protagonistas de la serie: el valiente y responsable
Connor, el inocente y adorable Lev, la intrépida e inteligente Risa y el
extraño pero resolutivo Cam. No son los únicos protagonistas, pero sí sobre los
que va a recaer el peso de la acción y los que van a determinar en muchos casos
el ritmo de la novela. Van a estar muy bien arropados por antiguos personajes y
por otros que se suman a la nutrida familia de "Desconexión". Sin embargo, los
dejaré ahí, en el anonimato para que los vayáis descubriendo vosotros mismos.
El desarrollo de los personajes es soberbio; su crecimiento personal,
fantástico y la coherencia de sus acciones ya la quisieran para sí muchos otros
protagonistas que pueblan el mercado juvenil. Si no os termina de convencer el
argumento de la novela, los protagonistas os conquistarán.
Neal Shusterman comparte podio con gigantes como Rick Riordan, Diana Wynne Jones o Lloyd Alexander
La novela está estructurada en seis partes, y en cada
una de ellas veremos un capítulo escrito desde el punto de vista de uno los
protagonistas. Esto, de verdad, le da mucho juego a la historia, la dota de
identidad y ritmo, y permite que siempre haya un personaje con el que el lector
termine identificándose. Además, en cada una de las partes accederemos a los "archivos
Rheinschild", un arco argumental muy importante del que no diré más porque
desvelaría muchos de los secretos que se esconden entre las páginas de
Inconexión. También, como añadido, encontraremos la narración llena de "recortes
de periódico" y "panfletos propagandísticos" con los temas más espinosos de la actualidad como tráfico humano,
mercado negro de órganos, etcétera. Sin desperdicio de principio a fin.
Como colofón final, puedo deciros que la edición de Anaya es
fantástica: sin erratas, sin faltas de ortografía y con una fantástica
traducción a cargo del habitual de la serie, Adolfo Muñoz. La única pega
que quizá pondría es que las portadas no son muy atrayentes. De acuerdo, seamos sinceros, las
portadas son feas de solemnidad y dan un poco de grima, en el mejor de los
casos. Deberían haber mantenido las americanas y haberle dado más visibilidad a
la serie. Sin embargo, no os dejéis engañar por estas minucias: «Como dice la canción, la belleza está en el interior». Que sepáis que estáis ante una serie
fantástica, muy buena, impactante, soberbia e imprescindible que debería estar
en todas y cada una de las estanterías juveniles de casa.
Y sí. Desde
aquí puedo ver algunas caras raras. No os convezco, ¿verdad? Quizá penséis que el tema es
demasiado árido y espinoso, que no es agradable o que hay mejores distopías
Young Adult que leer. Craso error. Desde aquí, desde la cubierta de este bajel bucanero, os digo que estaréis dejando pasar una de las mejores series juveniles
distópicas que están en el mercado. Si eso no os convence, quizá el saber que
los derechos cinematográficos están comprados os anime a sumergiros entre sus
páginas antes de que vea la luz en la gran pantalla. Con el corazón en la mano
os digo que la serie "Desconexión" está entre las tres primeras posiciones de mi
top ten de novelas juveniles, y Neal Shusterman comparte podio con gigantes
como Rick Riordan, Diana Wynne Jones o Lloyd Alexander. ¡Leedla! Mientras, yo
voy a volver a releer mis pasajes favoritos y a esperar pacientemente para el
desenlace en España, que se espera para 2016. ¡Buena lectura, y evitad a toda costa a los Piratas de Partes!
Anaya Infantil y Juvenil, 14 mayo 2015
Rústica con solapas, 488 págs. 17,95 €
Disponible en digital
Traducción de Adolfo Muñoz
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