11 de diciembre de 2017

‘World of Warcraft: Illidan’ de William King, la sorpresa de Blizzard


Imaginad que gracias a vuestras habilidades os piden que os infiltréis en una organización malvada para poder espiar los planes del enemigo y mandar información relevante para poder destruirla tanto desde dentro como desde fuera. Pensad que ese grupo demoníaco tenga fama de convencer o de moldear las mentes de aquellos a los que toca con su poder y que les siguen de forma fiel. Ahora metamos en escena un triángulo algo menos amoroso que el artúrico, pero con las mismas implicaciones políticas: un rey casado con una sacerdotisa, la cual tiene la dudosa suerte de ser el objeto de obsesión y de enamoramiento del hermano del rey. Ese rey es Malfurión Tempestira, la sacerdotisa es Tyrande Susurravientos y el hermano —y espía— es Illidan Tempestira.

Una vez hecho el trabajo de desmontar esa organización vil —que casualmente es la Legión Ardiente—, Malfurión decide encerrar a su hermano en una celda de no más de diez pasos durante la friolera de diez mil años, y para vigilar la jaula llena de hechizos que le impiden escapar eligen a otra elfa de la noche llamada Maiev Cantosombrío que llega a tener una relación de obsesión/odio con Illidan. El drama, señoras y señores, está servido.


Creo que no hace falta investigar mucho para descubrir que hay dos personajes especialmente relevantes e importantes para los jugadores de World of Warcraft. Uno de ellos fue Arthas y su caída ante la maldición de la Agonía de Escarcha —hechos contados en la novela escrita por Christie Golden que se publicó hace ya algún tiempo— y el otro sin duda alguna es Illidan Tempestira y su fúnebre aviso sobre nuestra escasa preparación ante algo que no sabíamos qué podía ser.

Quizá por eso me llamó tanto la atención Illidan, no ya porque fuese nominado al David Gemmell Legend de 2012 por su novela Blood of Aenarion, ambientada en el universo de “Warhammer”, ni por ser el autor de buena parte de la saga de Gotrek y Félix, sino porque King recibió un premio Origins como diseñador de videojuegos y además es un jugador habitual de los MMORPG como World of Warcraft. Es más, creo que King es un escritor capaz de escribir decentemente una novela sobre un videojuego, algo que a fuerza de ser sinceros, no es lo común: siempre suelen ser libros de baja calidad destinados a un público que ya conoce la historia que les van a contar y que no parece interesarles mucho esto de la calidad narrativa. Una pena. Siempre he dicho que no tiene nada que ver ser un jugador habitual de videojuegos con el hecho de querer y poder leer una buena novela sobre ellos.

World of Warcraft, momentos para el recuerdo
Hay acontecimientos especialmente relevantes para un gamer que ha pasado los últimos once años de su vida en el universo de World of Warcraft. En su momento fue la Fuga de Durnholde para salvar al futuro Jefe de Guerra Thrall de las garras de esos humanos racistas que lo tenían como esclavo. El siguiente gran hito no me cabe duda que fueron las mazmorras de Zul'Aman y Zul'Gurub donde se podía conseguir la famosa montura del oso amani y donde hubo más de un “wipe” frente a Zuljin y su oleada de sombras. Ha habido otros momentos igual de impactantes como el alzamiento del Rey Liche, el cataclismo provocado por Neltharion (Alamuerte para el común de los mortales y para los que terminaron matándole), la aparición de una supertortuga con Pandaria a cuestas (doy por evidente la referencia a Pratchett y a Gran A'Tuin) y, cómo no, las consecuencias que tiene para la línea temporal general que Garrosh Grito Infernal se aliase con un dragón del Vuelo Bronce para viajar a la antigua Draenor y evitar que su padre bebiese de la sangre del demonio Manoroth para evitar caer en la tentación de Gul'dan, el brujo aliado con la Legión Ardiente.

Una de las consecuencias de que Garrosh viajara al pasado (ver más arriba) y cambiara la historia fue que Gul'dan no muriese cuando tendría que haberlo hecho, lo cual nos lleva a preguntarnos: sin la calavera del brujo orco, ¿habría tenido Illidan las visiones que le hablarían de la llegada de la Legión Ardiente? ¿Puede ser que el brujo del bastón de calaveras esté todavía controlando a muchos desde la tumba y fuese él quien provocó que el hermano de Malfurión, Illidan Tempestira, se obsesionase preparándose para la llegada de la Legión?


World of Warcraft: Illidan

Illidan, 2016. William King. Traducción de Raúl Sastre. Panini Cómics, 2016, col. “World of Warcraft”, 376 págs. Tapa dura con sobrecubierta, 17,95 €.
Lo más interesante de la novela de William King es que se nota que está escrita desde el punto de vista de un jugador, con lo que su narración del peregrinar de la celadora Maiev Cantosombrío por toda Terrallende (en lo que se convertirá Draenor cuando se destruya el mundo y se envíe al Vacío Abisal), es algo que he podido comprobar yo misma como jugadora. Está tan bien relacionado su avance por Península del Fuego Infernal, la Marisma de Zangar, Nagrand o Valle Sombraluna, que parece que siempre he tenido a Maiev detrás mía mientras hacía misiones para subir de nivel. King es además capaz de transmitirnos esa sensación de urgencia que tiene la celadora para volver a capturar a Illidan, intentando pactar con los tábidos de Nagrand, los Arúspices y los Aldor de Shatrath. Todos con las mismas negativas o con los mismos reparos, envían a Maiev Cantosombrío a arriesgar su propia vida y la de los que la siguen para enfrentarse a un Illidan que tiene la mente puesta mucho más allá de los intentos de la celadora por capturarle.

Cabe decir que Illidan, aparte de ser un gran acercamiento al personaje de la mitología de World of Warcraft, se publicó para acompañar el lanzamiento de Legión, la sexta expansión del MMORPG de Blizzard —con la que nos sorprendió al hacer regresar al personaje—, de ahí que sea recomendable estar familiarizado con la línea temporal hasta el momento de dicha expansión, de lo contrario Illidan atormentará tus sueños con aquello de “no estás preparado”.

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