3 de diciembre de 2013

Reseña: «El Amante de la Luna: El retorno de Gryal», de Jordi Balaguer

Título original: El retorno de Gryal.
Edición: 382 págs. Toromítico, septiembre 2013.
Disponible en ebook: Próximamente.
Precio: 21,95 € (rústica con solapas) / Por determinar (electrónico).
Traducción: Obra original en castellano.
Temática: Fantasía épica con tintes históricos.
Correlación: Segundo volumen “El Amante de la Luna” con la tercera novela de la trilogía.


¡Arda el cielo, grumetillos! Vengo desde el mismísimo Pueblo Rojo para traeros esta reseña, cruzando media Europa en pos de Gryal y la llegada de La Primavera… ¡Que con la rasca que hay, falta hace! Si ya habéis leído La maldición de Gryal, que englobaba los dos primeros libros de "El Amante de la Luna" y que Toromítico decidió publicar en un solo tomo, no podéis perderos el desenlace de una de las obras de fantasía histórica española que más homenajea a la novela folletinesca de Alexander Dumas o clásicos cinematográficos de toda la vida como Lady Halcón. Con El retorno de Gryal, Jordi Balaguer pone punto y final a las aventuras del joven capitán barcelonés y a la de sus inseparables amigos y enemigos. ¡Es que hay tantos personajes con su propia historia, desarrollados a la sombra de Gryal, que no vais a poder aburriros en ningún momento!

Vayamos por partes. La trama argumental de El retorno de Gryal continúa la línea abierta en el anterior libro. Vamos a seguir teniendo ese lenguaje cuidado y lleno de símiles, casi poético y lleno de sentimiento, en perfecto equilibrio con las descripciones de los parajes donde transcurre la acción  y el eje central de la narración, donde prima una escritura más concisa y al grano. En ese aspecto, la novela me ha parecido tan cuidada y tan bien hecha como la anterior, con mimo. Aunque no os lo creáis, últimamente echo en falta ese “mimo” en muchas de las novedades que salpican las estanterías de las grandes editoriales, que más que historias parecen que venden productos de diseño “encargados” a tenor de la moda lectora imperante. Así que es un gozo encontrar novelas que se desmarcan por sí mismas, donde se transmite el cariño que el autor ha puesto en ellas.

“Una historia coral de amores verdaderos, pasiones, venganzas, duelos, amistad y odios, con todo ese regustillo a las historias de antes”
Por otro lado, el relación a los personajes, o los amas o los odias. Así de simple y así de complicado. Yo, que soy una lectora “más rara que un perro verde” he odiado a los protagonistas: Gryal y Lorette. Al primero, por ser demasiado inocente, confiado, y noble. De verdad, en ocasiones he tenido ganas de darle una colleja bien dada por ser tan buena gente y no aprender, erre que erre con los mismos errores. ¡No se puede ser Gandhi con todo lo que has pasado, alma de cántaro! Con Lorette me ha ocurrido lo mismo. Con una vida cómoda como hija de un general de la milicia, protegida y amada, hermosa y admirada, es incapaz de hacer frente a todo lo que se le viene encima, frágil como una rosa sin espinas. Demasiado llanto y suspiro por los más oscuros rincones de su torreón para mi belicoso gusto. Entiendo que su carácter es así y que ella ama de forma incondicional y absoluta a Gryal, amor en mayúsculas, y que por la protegida vida que ha llevado no sabe hacer nada más salvo esperar. El personaje no me ha terminado de llegar y, al igual que me daban ganas de darle un par de coscorrones a Gryal, también me daban ganas de sacudir por los hombros a Lorette y decirle un “¡reacciona!” mayúsculo. En fin, creo que empiezo a entender eso de que me miren raro cuando leo en casa.

Eso no significa que los demás protagonistas no me hayan gustado, ¡arda el cielo! Wrack, el bárbaro del Pueblo Rojo, ha sido mi chosen one desde el principio. Me gusta mucho su evolución, cómo madura y pasa de ser un alma vengativa a albergar toda la grandeza de su pueblo. Además, su historia de amor con otro personaje que no voy a mencionar me ha llenado los ojos de corazoncitos. ¡Y qué decir de la chispa de sus diálogos con Charco, el pequeño huérfano mudito que se encuentra por el camino! La salsa de la novela, palabra. La de risas que me pegado yo sola con estos dos. También me gustaría mencionar a Ergo, a Perla, a Barramar, a Zahameda, a Arnau, a Antoni Fortuna… Pero es que hay tantos, que no pararía y esto sería más largo que un testamento. ¡Mejor lo descubrís por vosotros mismos!


La edición de Toromítico se mantiene a la del libro anterior: tapa blanda reforzada con sobrecubiertas. La única diferencia es el grosor de los dos volúmenes, pero recordar que el primero engloba las dos primeras entregas de "El Amante de la Luna", por lo que El retorno de Gryal parece el hijo bastardo de La maldición de Gryal. También me hubiese gustado que los dos fueran en tapa dura trajesen un mapa. ¡We love mapas! De acuerdo que hay que ser realistas y que con los tiempos que corren hay que ajustar el coste de los libros al mercado, pero que queréis que os diga, soy lectora fetichista. Si soy amantes de los ebooks, os anuncio que estáis de enhorabuena. Próximamente, también habrá una edición electrónica de las aventuras y desventuras de Gryal, así que no tenéis excusa alguna para haceros con él, y para los que os encontréis al otro lado del charco (dícese el océano Atlántico) estad atentos, porque Gryal también ha desembocado por aquellas tierras.

Llegados a este punto, voy a dejar de enrollarme como las persianas. Id a vuestra librería más cercana y haceos con "El Amante de la Luna". Con La maldición de Gryal y El retorno de Gryal encontrareis una historia coral de amores verdaderos, pasiones, venganzas, duelos, amistad y odios, con todo ese regustillo a las historias de antes, a las de verdad, a las que te emocionaban hasta los tuétanos con su lectura. ¡No dejéis escapar a Gryal y uníos a la manada del Amante de la Luna, grumetillos! No os arrepentiréis.

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